«Hay conductas y responsabilidades individuales. Hay indicios de que hay responsabilidad de los dueños de la mina pero uno espera que sea sancionado por las entidades pertinentes», sostuvo Rafael Guilisasti.
El timonel de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Rafael Guilisasti, llamó a no generalizar la imagen empresarial por la conducta que ha tenido los dueños de la mina San José.
«Acá no debe haber defensas corporativas pero tampoco hacer una caricatura que hay una imagen empresarial genérica. Hay conductas y responsabilidades individuales. Hay indicios de que hay responsabilidad de los dueños de la mina pero uno espera que sea sancionado por las entidades pertinentes», sostuvo en Radio Agricultura.
El jefe empresarial admitió que el comportamiento de los empresarios y dueños de la minera San Esteban afecta la imagen de todos los empresarios chilenos.
«Sin duda afecta la imagen de los empresarios, pero referirme a linchamientos colectivos en estos momentos…hay de todo…no porque haya una actitud reprobable por parte de los propietarios de la mina tiene que producirse un juicio genérico de toda la actividad minera», indicó.
Agregando que «va a imperar la razón y cordura, no tengo la menor duda, porque este modelo económico ha traído enormes beneficios al país».
Acá, subrayó el presidente de la CPC, «hay distintos niveles y cosas….cada empresario tiene un deber ético de hacer las cosas bien en las normativas de seguridad laboral y medioambientales. Nadie puede escapar de eso y está fuera de discusión».
En ese sentido, Guilisasti dijo que «todos tienen derecho a su debido proceso. A todos se les debe garantizar eso, hay que combinar los dos valores, quienes sancionan y dan la responsabilidad civil se les ha encargado eso. Debido a la magnitud de la tragedia, ojalá esto se hiciera en los plazos, ya que hay un clamor de justicia y debe haber un debido proceso. Pueden haber errores humanos y actitudes dolosas y por eso debe haber una acción oportuna de los tribunales. En esto hay ser sereno, tenemos un estado de derecho y no podemos irnos por el apasionamiento».
A su juicio «la oportunidad que nos brinda esta tragedia es la tradición de los chilenos de unirnos y revisar esta situación en mejorar normas y organismos de fiscalización, además de un papel de los tribunales».
