«Para encontrar las medidas legales y administrativas necesarias que pongan fin a las huelgas de hambre», dijo el presidente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), Alejandro Goic.
La Iglesia Católica urgió este jueves al Gobierno a que tome las medidas necesarias para que los comuneros mapuches encarcelados en el sur del país que mantienen una huelga de hambre desde hace 60 días depongan su protesta.
«Solicitamos encarecidamente a quienes ejercen la responsabilidad de gobernar, de legislar y de juzgar, que actúen prontamente (…) para encontrar las medidas legales y administrativas necesarias que pongan fin a las huelgas de hambre», dijo el presidente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), Alejandro Goic.
En una rueda de prensa, Goic aseguró que la intervención del Ejecutivo en la solución del conflicto «sería un signo de magnanimidad, fortaleza y benevolencia, ahora que celebramos el Bicentenario de Chile, que tiene vocación de unidad y solidaridad».
El obispo hizo también un llamado a los 32 huelguistas, veinte de los cuales están en ayuno desde el pasado 12 de julio, a los que el pasado 1 de septiembre se unieron dos jóvenes recluidos en Cholchol, al sur del país.
«Les pedimos apremiantemente que cedan», indicó Goic, en el marco de un «gesto propio de seres humanos conscientes para iniciar cuanto antes» el diálogo con el fin de lograr «una solución digna y justa para todos».
Los indígenas encarcelados exigen que deje de aplicárseles la ley antiterrorista y de sometérseles a un doble juicio, ante tribunales civiles y militares, porque ello limita su derecho a defenderse y a tener un juicio justo, y además agrava las penas.
El presidente Sebastián Piñera firmó el martes un proyecto de ley para modificar la justicia militar, pero los mapuches consideran que la medida es una imposición más y reclaman la formación de una mesa de diálogo.
Piñera reiteró el pasado martes el llamado a la Iglesia para que interceda en el caso, y el presidente de la Conferencia Episcopal mostró su disposición a colaborar, aunque descartó que la institución actúe como mediadora, ya que se requiere la voluntad de las dos partes en conflicto.
«El rol de mediador es muy complejo», explicó el obispo, que agregó: «estamos disponibles (…) a hacer todos los contactos para facilitar un encuentro».
«Nadie quiere que acontezca algo fatal» porque sería algo «muy doloroso para el país», advirtió Goic.
Los 32 comuneros mapuches que secundan el ayuno permanecen en prisión preventiva en las cárceles de Temuco, Concepción, Lebu y Angol por hechos ocurridos en el marco de las reclamaciones de tierras que consideran ancestrales.
