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Mapuches acusan al Gobierno de querer «lavarse las manos» ante ayuno

El Ejecutivo ha optado hasta ahora por evitar un diálogo directo con representantes mapuches, pero ha enviado al Congreso dos proyectos, que reforman normas de la Justicia Militar y de la Ley Antiterrorista.


Los mapuches acusaron este sábado al Gobierno de querer «lavarse las manos» frente a la huelga de hambre que mantienen 34 presos de esa etnia en el sur de Chile, al pretender traspasar al Parlamento la responsabilidad de una solución y negarse a dialogar directamente con los indígenas.

«La Moneda le está pasando la responsabilidad a los parlamentarios, como antes lo quiso hacer con la Iglesia», afirmó María Trancal, portavoz de los familiares de los presos, de los cuales veinte cumplen hoy 62 días sin ingerir alimentos sólidos.

El Gobierno ha optado hasta ahora por evitar un diálogo directo con representantes mapuches, pero ha enviado al Congreso dos proyectos, que reforman normas de la Justicia Militar y de la Ley Antiterrorista.

Los huelguistas, que se consideran presos políticos, exigen que no se aplique en sus casos la ley antiterrorista ni ser sometidos a un doble juicio, en tribunales civiles y militares, por los mismos hechos.

El Gobierno, además, ha saludado gestos de la Iglesia católica y Evangélica que apuntan a una eventual mediación y ha asumido el compromiso de no permitir que alguno de los presos fallezca, para lo cual el ministro de Salud, Jaime Mañalich, viajó al sur este viernes para verificar el estado de los huelguistas y alistar medidas de atención en caso de que algunos se agraven.

«La modificación de las leyes no satisface las demandas de los comuneros, estuvimos evaluando la minuta que nos envió el Ejecutivo y es una propuesta demasiado ambigua», dijo hoy a radio Cooperativa María Trancal.

«Sigue siendo la ley Antiterrorista demasiado ambigua en contenido y aplicación, no sólo nos afecta a nosotros, como mapuches, sino a la sociedad chilena en general», añadió.

«Estos proyectos no resuelven las demandas de los comuneros y entendemos que el Ejecutivo se quiere lavar las manos y entregarle todo el cargo a los parlamentarios», insistió.

Trancal acusó al ejecutivo de haber mostrado «nula disposición para sentarse a hablar con nosotros del tema central y resolver esta situación desde lo medular».

Advirtió que «si en algún momento llega a darse un desenlace fatal, nosotros claramente responsabilizamos al Ejecutivo de lo que está ocurriendo».

«Nosotros siempre hemos estado dispuestos al diálogo, los que no están dispuestos al dialogo son ellos (el Gobierno), por lo demás la huelga de hambre no se depondrá», concluyó.

En tanto, cuatro mapuches residentes en Santiago cumplieron hoy 24 horas de un «ayuno solidario» que iniciaron el viernes para apoyar a los presos.

«La idea es presionar para que el Gobierno se siente a dialogar con los familiares de los prisioneros políticos mapuches», dijo a la prensa uno de ellos, Quintún Paillaqueo, que permanece junto a los otros en el frontis de la municipalidad de La Florida, en el sector sur de la capital chilena.

Desde el jueves, cuatro diputados de oposición hacen otro tanto en la ciudad de Temuco, donde comenzó el ayuno de los presos, el pasado 12 de julio.

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