En su primera intervención en la Cumbre de Naciones Unidas sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), Piñera habló en representación de los presidentes del Grupo de Río, cuyo secretaría pro témpore corresponde hasta 2012.
El siglo XXI será el de América Latina y el Caribe, porque nunca como antes el continente «tiene todo para superar la pobreza», afirmó en la ONU, Sebastián Piñera.
En su primera intervención en la Cumbre de Naciones Unidas sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), Piñera habló en representación de los presidentes del Grupo de Río, cuyo secretaría pro témpore corresponde hasta 2012.
Los países latinoamericanos están empeñados en fortalecer la Alianza Global para el Desarrollo, expresó.
«Contamos con un territorio extenso y fértil, abundantes recursos naturales, dos idiomas hermanos, democracias cada vez más consolidadas, ausencia de guerras y conflictos religiosos y, pueblos solidarios y pujantes capaces de superar cualquier obstáculo que la naturaleza o la provindencia nos depare», afirmó.
El Jefe de Gobierno recordó que en 2010 una gran parte de los países latinoamericanos conmemora los 200 años de vida independiente, los bicentenarios, una oportunidad para renovar el compromiso con el cumplimiento íntegro de los ODM.
En ellos, subrayó el compromiso de erradicar la pobreza, uno de los principales problemas, que afecta a uno de cada tres latinoamericanos, y la desigualdad para «avanzar hacia sociedades más justas, fraternas e incisivas».
En la oportunidad, citó avances concretos en el cumplimiento de los ocho ODM para erradicar la pobreza extrema y el hambre, combatir enfermedades como el sida, promover la enseñanza primaria universal, la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil y mejorar la salud materna, así como garantizar la sostenibilidad del medio ambiente,
Respecto a la pobreza, dijo que si bien hubo una reducción importante desde casi un 40 por ciento en 1990 a poco más de un 13 por ciento en 2006, en los tres años siguientes esa tendencia se revirtió, pese a un sustancial aumento del gasto social en ese periodo.
La tasa de pobreza aumentó en el país entre el año 2006 y 2009 a 15,1 por ciento de la población, afectando a más de dos millones y medio de personas, manifestó el Mandatario.
«Nuestra meta es erradicar la pobreza extrema antes de 2014 y sentar las bases para terminar con la pobreza antes de que termine esta década», afirmó.
Ello constituye, en su opinión, no sólo un «imperativo moral», sino que es además la mejor inversión desde un punto de vista político para fortalecer la democracia, en lo económico para potenciar el desarrollo y en el aspecto social para «conquistar una sociedad más justa, fraterna y pacífica».
Sebastián Piñera remarcó en la tribuna de la ONU que cuando asumió como presidente el pasado marzo, tras 20 años de gobiernos de centroizquierda, se comprometió a hacer «un buen Gobierno para todos los chilenos», pero con una preocupación especial para los más necesitados, «las dueñas de casa, los adultos mayores, los discapacitados, la clase media abandonada y los más pobres».
