Los dos internos sufrieron una fuerte descompensación, lo que motivó que fueran llevados hasta el recinto asistencial bajo fuertes medidas de seguridad de Gendarmería y Carabineros.
Dos presos mapuches de la cárcel de Angol que forman parte de los 35 comuneros en huelga de hambre desde el pasado 12 de julio, fueron trasladados anoche en estado grave al hospital de la ciudad de Victoria, en la Región de la Araucanía.
Según un comunicado emitidopor los portavoces de las comunidades indígenas, los mapuches fueron identificados como Víctor Hugo Queipul Millanao, de 20 años y Huaikilaf Cadin, de 30 años, que se suman a Felipe Huenchullán, quién está internado en dicho recinto asistencial.
Según la Radio Bío Bío, los dos internos sufrieron una fuerte descompensación, por lo que fueron trasladados hasta el recinto asistencial bajo fuertes medidas de seguridad de Gendarmería y Carabineros.
El grupo de mapuches, que se consideran presos políticos, demandan la no aplicación de la ley antiterrorista en sus casos, no ser sometidos a un doble juicio ante tribunales civiles y militares y la no utilización de testigos sin rostro en sus procesos.
El martes último, los familiares de los indígenas descartaron participar en la mesa de diálogo propuesta por el Gobierno para esta semana y le acusaron de montar un «show mediático».
La portavoz de los comuneros, Natividad Llanquileo, y el werkén Rodrigo Curipán afirmaron a los periodistas que la iniciativa gubernamental «no tiene el fin de solucionar las demandas de los huelguistas».
A juicio de los representantes de las comunidades mapuches, la medida «ha sido impuesta» y la calificaron, además, como un «show comunicacional»
El Ejecutivo anunció el viernespasado una mesa de diálogo para abordar integralmente la problemática de los indígenas, pero sin considerar el tema específico de la huelga de hambre, por lo cual los presos han señalado que seguirán adelante.
Ambos dirigentes sostuvieron que «si hay un desenlace fatal, será el Gobierno de Chile el culpable».
Por su parte, el gobierno sostuvo el martes que los 35 mapuches en huelga de hambre deben deponer el movimiento «porque se ha respondido a sus demandas».
El ministro de la Presidencia, Cristian Larroulet, aseveró que en la mesa de diálogo «nadie está excluido», pero matizó que las instancias de diálogo son dos, una a cargo del arzobispo de Concepción, Ricardo Ezzati, para un acercamiento de posiciones con los comuneros mapuche en huelga de hambre.
La otra es la mesa de diálogo «para el reencuentro con los pueblos originarios», en la ciudad de Temuco, que va a estar «abierta a la participación de todas las comunidades», para resolver «definitivamente los enormes problemas de discriminación y falta de acceso a las políticas sociales», añadió.
