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Longueira destapa el personalismo del Gobierno de Piñera

El legislador gremialista advierte que los liderazgos de los partidos políticos de la coalición de Gobierno son los que deben empoderar al Ejecutivo y si no ocurre este hecho, ve con problemas un segundo periodo presidencial de la derecha. Asimismo, asegura que el protagonismo del Mandatario se aprecia en que no ha escuchado, hasta ahora, a ningún ministro ni al jefe de Estado referirse a la Alianza que lo llevó al poder.


No es novedad que el senador UDI, Pablo Longueira, lance dardos contra el Gobierno de su sector, ya que anteriormente lo ha hecho en torno al excesivo protagonismo que ha tenido en distintos temas el Presidente Sebastián Piñera. Este domingo no fue la excepción y el legislador oficialista nuevamente apuntó al personalismo del Mandatario al señalar que no ha escuchado de boca de un ministro alguna referencia a la Alianza.

El duro balance de los seis meses de Piñera lo hizo en el programa de TVN “Estado Nacional”, donde sostuvo que «el gran problema del gobierno de Sebastián Piñera es que es de Sebastián Piñera. No he escuchado nunca a un ministro ni al Presidente hablar de la Alianza. No escucho a nadie hablar de la Alianza, el gobierno de nosotros, de la Alianza, de nuestras ideas».

Según el parlamentario, los liderazgos de los partidos políticos de la coalición de Gobierno son los que deben empoderar al Ejecutivo y si no ocurre este hecho, ve con problemas un segundo periodo presidencial de la derecha.

«Se te hace mucho más complejo la continuidad y puede ser un muy buen paréntesis de cuatro años y no una continuidad como esperamos todos que ocurra», sostuvo.

Longueira había expuesto sus críticas a principios de mes en un foro organizado por la Universidad Católica, lugar donde mencionó el excesivo personalismo del Ejecutivo, advirtiendo de paso que ello atenta “contra los proyectos institucionales”.

Pese a coincidir con el Mandatario respecto a que la mejor alternativa en la polémica construcción de la termoeléctrica Barrancones era el no realizar el proyecto, cuestionó la forma en cómo se logró poner fin a este tema.

«La forma en que lo hace el día jueves no es la forma institucional en que un Presidente debe resolver una situación de instalar una termoeléctrica como esa. Entonces no fue la forma más elegante y las formas te generan consecuencias», explicó.

Dardos de todos lados

Las críticas de Longueira no son las únicas, ya que también provienen de la vereda de enfrente. Los cuatro ex Presidentes de la Concertación Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet cuestionaron el actual Gobierno, principalmente por el personalismo exhibido por Piñera en distintos temas.

Aylwin dijo, en torno a la forma en que actuó en el proyecto de la termoeléctrica de Punta de Choros, que reviste «un grado de personalismo que no se veía en los gobiernos de la Concertación, creo que nuestros gobiernos fueron más institucionales y menos dependientes de quién era el Presidente».

Lagos, en tanto, aseveró que «hemos logrado obtener un Estado de Derecho e instituciones que funcionan y lo peor que pueda ocurrir es que cualquier autoridad, por importante que sea, llame por teléfono e interfiera lo que es el debido proceso».

También ha habido críticas desde la  propia derecha, como fue el caso de Carlos Larraín, presidente del partido al que pertenece el Mandatario, quien afirmó en una ocasión que existía malestar entre las filas por el estilo que imprimía Piñera a su “nueva forma de gobernar”.

A su vez, uno de los que era más cercanos al jefe de Estado, Andrés Allamand, también fustigó el accionar de Piñera, afirmando que “hay un poco de excesiva concentración en la cabeza del Presidente de la República (…) Hay gente que les resulta más fácil mandar y hay otras que les resulta más fácil delegar. El Presidente Piñera es de los que le resulta más fácil mandar que delegar”.

Dueño de una personalidad impetuosa

El Presidente Piñera ha sido catalogado por muchos como un hombre dueño de una personalidad impetuosa que a veces provoca cierta molestia en sectores políticos, sociales y empresariales, tal como lo ocurrido con el caso de Punta de Choros.

Sin embargo, nadie puede negar que goza de una libertad que a ratos asusta, lo cual se justifica desde el punto de vista que considera que no tiene que rendirle cuentas a nadie, sólo, como dice él mismo, al bien superior del Estado.

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