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Madre de Diego Schmidt-Hebbel: ‘la muerte de un hijo es morirse en vida’

La mujer durante su relato lloró en innumerables ocasiones al recordar a su hijo. «El amor entre una madre y su hijo es incondicional.


Greta Niehaus, madre del asesinado Diego Schmidt-Hebbel, testificó este miércoles en el juicio oral en que la Fiscalía Oriente quiere demostrar que los autores de este crimen son el contratista José Ruz Rodríguez y la arquitecta María del Pilar Pérez López.

La mujer durante su relato lloró en innumerables ocasiones al recordar a su hijo. «El amor entre una madre y su hijo es incondicional. La muerte de un hijo es como morirse en vida. La vida es sagrada y nadie tiene el derecho de quitársela a otro. Yo muchas veces me he querido ir con él (Diego). Todavía a veces quiero. Una parte de mi corazón se murió para siempre», fueron parte de las declaraciones que realizó en el estrado.

Ante el Tercer Tribunal Oral de Santiago, la mujer dijo confiar en la justicia y que como tiene esa confianza sabe que el resultado del juicio favorecerá a que su familia esté segura y más tranquila.

Dijo que aún no puede entrar a la pieza de su hijo, ni abrir su billetera, ni revisar el maletín en el que aún están los objetos de su último trabajo en una AFP.

Agradeció el apoyo de los amigos de Diego, familiares y de todo Chile.

Consultada por la demanda civil que ella junto a su esposo interpusieron en contra de los presuntos responsables del crimen de Schmidt-Hebbel, Greta Niehaus aseguró que de obtenerse una compensación económica como familia decidieron que ese dinero irá a parar a una fundación.

«Se donará a una institución de beneficencia. Para que con ese dinero, que para nosotros es sucio, se haga el bien a gente que realmente lo necesita. Sentimos que eso es sanador y reparador», sostuvo.

La mujer dijo que ella veía este caso del bien contra el mal. Explicando que por un lado estaba el amor incondicional, la ternura, la belleza, la lealtad, la finura, la esperanza y por el otro estaba la maldad, la venganza, el resentimiento y la extrema codicia del que goza con la desgracia ajena.

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