Antes que el senador por Santiago Poniente, había sido Pablo Longueira quien, esta misma semana, manifestó derechamente que el titular de Minería tiene las condiciones para convertirse en una figura presidencial. Por lo mismo es que los dichos de ambos líderes son asumidos como una acometida de la UDI para comenzar a posicionar al secretario de Estado como un eventual candidato a reemplazar al actual Presidente de la República.
Ante la revelación de que el ministro de Minería, Laurence Golborne, habría ingresado un texto alternativo al proyecto de ley que se tramita en el Congreso, y cuyo original apuntaba a hacer públicos los datos acerca del destino de los residuos mineros, uno de los principales líderes de la UDI decidió salir a defender al titular de la cartera que, tras el rescate de los 33 mineros se ha transformado en un “intocable” a ojos de la derecha.
En su conocido tono templado, pero directo, el senador Jovino Novoa acusó a la Concertación de formar parte de “una maniobra política de muy bajo nivel” al responsabilizar al secretario de Estado por la polémica de los relaves mineros.
“Si la Concertación estima que las proposiciones hechas por el ministro Golborne no son las correctas, sencillamente no las apruebe. Pero criticarlo y hacerlo responsable de situaciones que se han producido en Chile durante muchos años, como que no exista una legislación adecuada para el cierre de las faenas mineras, me parece francamente una maniobra política de muy bajo de nivel”, advirtió Novoa.
Los dichos del parlamentario gremialista, a juicio de la oposición, no hacen más que reafirmar la idea de que en el oficialismo, y particularmente en la UDI, cada vez se decanta más la idea del actual ministro de Minería como candidato presidencial. Sobre todo porque Novoa no fue el primero en valorar la actuación del secretario de Estado, sino que antes que él, el siempre polémico senador Pablo Longueira ya había manifestado -en el programa de entrevistas Mano a Mano de 24 Horas– que Golborne sería una buena carta presidencial. En la oportunidad, el ex timonel gremialista incluso afirmó que él y el ministro son muy amigos.
“Lo conozco muy bien. Soy muy amigo de él y tiene todas las condiciones para llegar en política donde él quiera”, dijo Longueira en la entrevista, tras ser consultado sobre el futuro de Golborne. Pero no conforme con ello añadió que “ha adquirido una relevancia que lo puede llevar a ser una gran figura presidencial”, recalcando que cuenta con las condiciones para ello y manifestando su esperanza de que “ojalá lo sea”.
Esta acometida de la UDI no ha pasado inadvertida ni para sus socios ni menos para la oposición. Porque paralelamente en la tienda de calle Suecia invitaron a Golborne al Consejo Directivo Ampliado del próximo 5 y 6 de noviembre en Termas de Cauquenes. Y, paralelamente, en los más altos estamentos gremialistas, aseguran que el secretario de Estado “es más cercano” a la tienda que a sus socios de Renovación Nacional.
La idea de que Golborne podría llegar a convertirse en la carta presidencial de la UDI, cada vez cobra más fuerza en el mundo político. Y el hecho de que algunas de las figuras más fuertes del partido hayan dado señales de respaldo público al ministro, no hace más que consolidar esa percepción. De hecho, Novoa profundizó en la defensa del titular de Minería, señalando que “se lo está cuestionando duramente respecto de temas, como por ejemplo el cierre de las faenas mineras, que es un problema que se arrastra durante 20 años. Me parecen inaceptables este tipo de ataques netamente motivados por aspectos políticos”, con lo que abrió de lleno el debate acerca de una eventual candidatura presidencial.
Desde que la popularidad de Golborne creció como la espuma, gracias a su figuración en el proceso de rescate de los 33 mineros atrapados en la Mina San José, la derecha comenzó a analizarlo como un eventual candidato. Eso sí, no son pocos los que hacen hincapié en el hecho de que “hay que ver cuánto le dura” la popularidad de la que, de paso, cual más. cual menos, trata de beneficiarse.
Ello, porque no todo el oficialismo percibe en el ministro de Minería una carta segura. Hay un sector que tiene la convicción de que su futuro en la política dependerá de si el Presidente Sebastián Piñera opta, definitivamente, por darle un cargo “más visible” en un eventual cambio de gabinete o decide dejarlo donde está. Los mal pensados, que nunca faltan, estiman que si el mandatario tiene a su “preferido” o “delfín”, “lo más probable es que ponga sus fichas en él”, aludiendo al ministro de Interior Rodrigo Hinzpeter, quien también fue invitado al Consejo Directivo Ampliado gremialista.
Por otra parte, un legislador del partido cree que la popularidad que ha conseguido Golborne, aunque “admirable, pues es producto de un trabajo bien hecho”, podría no durar mucho tiempo. Por lo que no sería bueno centrarse en él como una única figura para levantar con miras al 2014. Sin embargo, una fuente de RN, muy entusiasmada con los logros del ministro, asegura que “él es el candidato perfecto para la derecha”, porque es “la mezcla perfecta entre Piñera y la Bachelet”. De hecho, su ecuación es Piñera + Bachelet = Golborne.
El debate al interior de la derecha no deja de ser interesante. Porque no faltan los que advierten que aquellos que comienzan a ser proclamados o, al menos, promovidos tan tempranamente “terminan mal”. De allí que miren con desconfianza esta defensa cerrada. Lo propio ocurrió, cuando hace unas semanas el propio titular de Interior dijo en Estado Nacional de TVN que su par de Minería sería un buen candidato. En su propio partido hubo quienes hicieron la lectura de que lo que había pretendido Hinzpeter era hacer fracasar la idea antes que prendiera.
