Para el ex timonel de la Cámara de Diputados, el bloque opositor «debe ser reinventada en su concepción».
El ex presidente de la Cámara de Diputados, Antonio Leal, señaló que la crisis que vive la Concertación es de identidad y a eso debiera abocarse el debate, ya que los motivos que crearon este bloque democrático han sido sobrepasados y el conglomerado debe proyectarse al futuro con un nuevo proyecto progresista de país.
Según Leal, «el bloque opositor necesita no sólo reinventarse en los procedimientos y en la manera como se conecta con la sociedad sino refundar los motivos ideales y programáticos de una alianza de centro izquierda que debe asumir que el modelo económico neoliberal se agotó en el mundo y en Chile, que no son posibles mas ajustes dentro de este modelo para construir equidad y distribuir la riqueza sino que hay que pasar a un nuevo modelo de desarrollo sustentable en lo social y en lo ambiental».
A la vez, el sociólogo señaló que «la Concertación debe ser reinventada en su concepción. No resiste y está muerta si su sola composición son los partidos actuales ya que ello no responde mas a la realidad de la agregación de las fuerzas de cambio en la sociedad chilena. Hay que ampliada al conjunto de las fuerzas progresistas de la sociedad chilena que van mas allá de los partidos y que abarcan a las nuevas comunidades sociales y civiles que se han construido en estos años o que emergen de la nueva realidad. La Concertación debe refundarse como un gran Frente Amplio de partidos y de sociedad civil si quiere tener futuro».
Para Leal los elementos que explican la derrota son múltiples y van desde un desgaste de la coalición y de sus ideas, de la dispersión, de una deficiente lectura respecto de los cambios de expectativas que la propia obra de la Concertación y la nueva realidad global crearon en la población, de la forma como la candidatura se impuso a temas mas de fondo como son la ausencia de un nuevo relato, de un nuevo proyecto histórico que fuera más allá de los motivos de la transición ya agotada política e idealmente y de las reformas a un modelo económico que, pese a los cambios de matriz socialdemócratas introducidos, mantuvo su inspiración ideológica neoliberal y que requiere modificaciones mucho mas de fondo para responder a las exigencias de la población y a una nueva y mas compleja perspectiva de desarrollo.
«La población esperaba un compromiso de futuro que incorporara cambios respecto incluso de los logros alcanzados que, sobretodo, produjera una nítida diferenciación con los planteamientos liberales de la candidatura de la derecha y ello no ocurrió», señaló Leal.
Es evidente, recalcó Antonio Leal, que la falta de ciudadanía en acompañar las propuestas de los gobiernos de la Concertación para sobrepasar los diques neoliberales, la concepción de una democracia limitada y el conservadurismo valórico impuesto por la derecha, está en la base de esta derrota.
Según Antonio Leal, la Concertación actuó, en esta última fase, disociada de la realidad, de lo que pensaba y sentía la población, y sus élites apostaron a la continuidad con lo realizado entregando la bandera del cambio a sectores disidentes de la Concertación y a la propia derecha. No se comprendió que en tiempos de globalización, la percepción de la ciudadanía se modifica con mayor velocidad y se diversifica incorporando nuevos temas y que por tanto era necesario construir un proyecto de futuro que tuviera en cuenta las nuevas aspiraciones de los diversos grupos sociales.
Cuando la política no responde a las expectativas, dijo Leal, ese vacío lo llena el mercado y lo más parecido a esa promesa de consumo triunfante era, sin duda, la candidatura de Piñera que recogió el símbolo de una vida mejor.
