La Cancillería continuará realizando un seguimiento de la situación y, de resultar necesario, implementará «medidas adicionales tendientes a garantizar el bienestar de los ciudadanos argentinos afectados».
El Gobierno de Argentina dispuso la asistencia «inmediata» a los centenares de argentinos varados en el sur de Chile a raíz de la protesta que llevan a cabo habitantes de Magallanes en rechazo a un alza en el precio del gas, informaron este sábado fuentes oficiales.
La Cancillería indicó además en un comunicado que continuará realizando un seguimiento de la situación y, de resultar necesario, implementará «medidas adicionales tendientes a garantizar el bienestar de los ciudadanos argentinos afectados».
Las autoridades chilenas también «han dispuesto brindar alojamiento» a aquellas personas afectadas que lo requieran, «como así también proveer de asistencia sanitaria para quienes la necesiten», añadió la Cancillería argentina.
Unas 2.700 personas amanecieron hoy varadas en la frontera que comparten la región chilena de Magallanes y la provincia argentina de Tierra del Fuego, que quedó aislada por vía terrestre debido al bloqueo iniciado el pasado miércoles, indicaron portavoces de la Gendarmería local (policía de frontera).
La gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, advirtió incluso sobre el posible agravamiento de la situación este fin de semana, cuando se espera un movimiento «de unos 7.000 vehículos» por el Paso de Integración Austral que comparten Argentina y Chile.
Para poder acceder por vía terrestre a Tierra del Fuego, situada en una isla del extremo sur argentino, es necesario pasar por territorio chileno.
De todas formas, los dirigentes vecinales de Magallanes decidieron hoy flexibilizar los bloqueos de las rutas y facilitar el tránsito de los turistas varados, aunque llamaron «a estar atentos a la radicalización de las movilizaciones».
Vecinos de Magallanes iniciaron el miércoles un paro indefinido en protesta por la decisión del Gobierno chileno de incrementar a partir de febrero un 16,8 por ciento el precio del gas a los usuarios de la región, única productora de este combustible en el país.
Las autoridades de Tierra del Fuego han calificado la situación de «grave» porque afecta a miles de vecinos de la provincia, que en estos días tenían previsto empezar sus vacaciones estivales o emprender el viaje de regreso desde el continente.
Ríos desacreditó las declaraciones de una funcionaria de su Gobierno que había advertido sobre un posible desabastecimiento de alimentos al asegurar que los supermercados de la zona tienen «mercadería suficiente para 60 días» más.
Sin embargo, admitió que «se trata de un conflicto producido en el extranjero», donde su capacidad de acción «es muy limitada».
En Punta Arenas, capital de Magallanes, situada unos 2.300 kilómetros al sur de Santiago, decenas de personas han sido detenidas por las protestas que mantienen paralizada la ciudad, y en las que dos mujeres fallecieron el miércoles atropelladas cuando participaban en una fogata, mientras que una menor de 2 años permanece ingresada en estado grave.
El Gobierno chileno confirmó anoche el «quiebre total» de la mesa de diálogo entre el Ejecutivo y los dirigentes de Magallanes que buscaba poner fin a la protesta indefinida en esa zona.
