«Ojalá no fuera aprobado, si alguno quiere oponerse que se oponga y yo lo voy a animar», sostuvo el presidente de RN.
El timonel de Renovación Nacional, Carlos Larraín, manifestó estar «abrumado» en torno a su llegada al Congreso donde reemplazará a Andrés Allamand, quien fue nombrado como flamante ministro de Defensa.
«No están muy entusiasmados en mi familia, pero ya se aceptó la idea. No soy yo quien me estoy nombrando, es muy a pesar mío, pero lo hago porque hay personas que creen que es bueno para la presidencia del partido», sostuvo en Radio Agricultura.
En esa línea, Larraín dijo que «esto fue resuelto por la directiva, luego de consulta por personas de la zona y parlamentarios, muy a pesar mío la directiva insistió que yo era la persona más adecuada por las circunstancias, me resistí y me defendí como gato de espalda, pero no me dejaron».
El legislador explicó que la propuesta será sometida a la comisión política del partido. «Ojalá no fuera aprobado, si alguno quiere oponerse que se oponga y yo lo voy a animar», hizo hincapié.
Respecto al cambio de gabinete, el parlamentario señaló que «en todos los gobierno hay un periodo de ajuste, adaptación, saber ubicarse… saber donde están los muebles en la casita nueva y este ha sido particularmente difícil porque después de 20 años de gobierno de izquierda, el territorio quedó bastante minado, había bastantes trampas de oso como la que le hicieron a Ximena Ossandón».
Agregando que «en el segundo año hay que refinar un poco la sensibilidad política, no es cuestión de hacer las cosas rápidas sino hacerlas bien, hay que ver cómo se van ensamblando las piezas y tirar líneas para adelante (…) aquí entran muy bien, tienen mucha experiencia dicen lo que piensan, eso es valorable en un equipo de trabajo».
