El sacerdote Percival Cowley asegura que en más de una oportunidad intentó obtener una respuesta del ex arzobispo, quien incluso llegó a tratarlo de «mentiroso» cuando le recordó el caso de James Hamilton, uno de los principales denunciantes contra el ex párroco de El Bosque.
El ex capellán de La Moneda, Percival Cowley, considera que las reiteradas oportunidades en las que el ex arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, se negó a investigar las denuncias de abuso sexual contra el ex párroco de la iglesia de El Bosque, Fernando Karadima, dan cuenta que simplemente no quería verse involucrado en ese caso.
En una entrevista con TVN, Cowley manifestó que Errázuriz llegó incluso a tratarlo de mentiroso cuando en una oportunidad le recordó la situación de uno de los principales denunciantes, James Hamilton, quien, según reconoció, se le acercó para pedirle ayuda.
«En el funeral del monseñor Ignacio Ortuzar me encontré con el arzobispo, me acerqué a él y le dije qué pasa con ésto. Reacción enojada del arzobispo: ‘eso es mentira’. Nunca me habían insultado de esa manera, mi pastor», dijo Cowley.
Y señaló que esa respuesta le dejó claro que Errázuriz sencillamente no quería darle importancia al asunto, a pesar de su gravedad. «No me importa que me haya insultado a mí, lo grave es que da cuenta de una actitud frente al tema en que el arzobispo no quiso verse involucrado. Imagínate que tu obispo trate a un cura de mentiroso. No corresponde», sostuvo.
El ex capellán considera que todo esto deja en evidencia que la gestión del religioso al frente del Arzobispado estuvo muy por debajo de las expectativas. “Las esperanzas que teníamos cuando él llegó a Santiago eran muy grandes. Desgraciadamente se fue sin dejar un legado significativo», expresó.
Percival Cowley también reconoció que tuvo la intención de investigar lo que ocurría en la Parroquia de El Bosque desde la década de 1980, cuando el arzobispado de Santiago lo encabezaba el cardenal Juan Francisco Fresno, ya que le llamaba la atención el supuesto carisma de Karadima con los jóvenes. Y de hecho, afirmó que «hace 25 años que yo dije en la Conferencia Episcopal que había que hacer un estudio de sociología religiosa en la parroquia del Bosque».
«Me llamaba la atención que el padre Karadima fuera tan atrayente para la gente joven, cuando yo encontraba, modestamente, que no había ningún carisma», dijo Cowley.
También dijo que le llamaba la atención el estereotipo de los jóvenes que iban a esa Iglesia. “Uno los veía todos con el pelo corto, bien compuestitos, con su camisa blanca, corbata, chaqueta azul, pantalones grises y todos iguales», recordó, enfatizando que “lo que estaba pasando ahí era una cosa extraña”.
Y en una entrevista con la radio Zero, Cowley también tuvo palabras para los religiosos y obispos formados por Karadima. «Ellos están dentro de una suerte de burbuja que es un modelo de iglesia donde se han afirmado probablemente unos con otros y donde habrá que entrar a picar, y lo digo de este modo bárbaro, porque lo que hay que hacer es darles la posibilidad a cada uno de ellos de hacer un recorrido de su vida».
