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Chile entra en el horario de invierno dos meses después de lo habitual

El Gobierno defendió que esta medida permite ahorrar energía y lleva aparejados atardeceres más tardíos que, según algunas estimaciones, redundan en menos accidentes de tráfico y de menos hechos delictivos.


Los chilenos atrasarán sesenta minutos sus relojes esta medianoche al comenzar a regir el horario de invierno austral, después de que el Gobierno atrasara dos meses el cambio de hora con el fin de ahorrar energía en un año de escasez hídrica.

Desde 1968, el horario de verano, que sitúa al país en GMT menos tres horas, se extendía desde el segundo sábado de octubre hasta el segundo sábado de marzo, lo que este año hubiera correspondido al día 12 de ese mes.

Sin embargo, el Gobierno decidió prolongar este año el horario de verano primero hasta el 2 de abril y luego nuevamente hasta este sábado 7 de mayo, y acortar también el horario de invierno hasta el sábado 20 de agosto, cuando los relojes se adelantarán una hora.

El Gobierno defendió que esta medida permite ahorrar energía y lleva aparejados atardeceres más tardíos que, según algunas estimaciones, redundan en menos accidentes de tráfico y de menos hechos delictivos.

Con ello, todo el territorio continental de esta nación austral y la Antártica quedarán durante los próximos tres meses y medio con una diferencia de cuatro horas respecto a la hora internacional de Greenwich (GMT), en lugar de las tres que rigen durante el verano.

En el territorio insular occidental, que abarca la Isla de Pascua e Isla Sala y Gómez, en el Pacífico, también deben atrasarse los relojes y quedarán con una diferencia de seis horas respecto a la GMT, según informó el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Marina, entidad que controla la hora oficial.

El horario que históricamente ha regido en Chile es el de invierno (GMT menos cuatro), que según los expertos corresponde al huso horario en que está situado el país.

El horario de verano se introdujo en 1968, a causa de una gran sequía y se ha mantenido desde entonces.

El año pasado el Gobierno también decidió retrasar tres semanas la aplicación del horario de invierno, hasta el 3 de abril, pero en esa ocasión tuvo como objetivo mitigar la falta de electricidad y de calefacción que sufrían muchos damnificados del terremoto del 27 de febrero.

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