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Las vacaciones inamovibles de Golborne

Especial cuidado ha tenido el biministro frente al tema HidroAysén. No se ha pronunciado claramente frente al proyecto y ha cuidado su capital político. Frente a una definición poco clara del gobierno, fue el Ministro del Interior quien asumió los costos de respaldar la iniciativa hidroeléctrica y el propio Presidente, quien validó esta postura días después. Esta semana su ausencia es más vistosa de lo común, debido al complicado escenario ad portas del 21 de mayo.


El aparato comunicacional de La Moneda, contaba con el capital político de Laurence Golborne, Ministro de Energía y Minería, para enfrentar el rechazo ciudadano a la aprobación del proyecto HidroAysén. Después de todo, el conflicto de hoy es la energía y le corresponde al ministro del ramo, asumir un liderazgo gubernamental que hasta ahora solo ha tenido al Presidente y a su ministro del Interior, dando la cara.

A una semana del discurso presidencial del 21 de mayo y cuando las amenazas de protestas, que opacarían el mensaje del Presidente, se hacen más reales, el biministro decidió tomar vacaciones y el jefe de Gabinete, Rodrigo Hinzpeter, respaldó su decisión públicamente en una entrevista el fin de semana.

Desde el biministerio explican que Golborne tenía sus vacaciones familiares planificadas desde enero. Que coincidieran con el discurso del 21 de mayo, no fue problema en ese entonces y que días antes de partir, sus asesores le recomendaran quedarse, tampoco. No es la primera vez que es cuestionado por un asunto de este tipo –recordemos el viaje al mundial de fútbol de Sudáfrica 2010– y el cientista político, Marco Moreno, explica que esta decisión “puede descapitalizarlo, porque da una imagen de desinterés y la opinión pública se queda con la sensación de que su prioridad no está en lo público”.

Frente al caso del gas en Magallanes, Hinzpeter no dudó en enviar a terreno al recién asumido biministro, lo que por algunos fue considerado como un gesto hasta descortés. Pero finalmente la idea fue utilizar a favor del gobierno, el gran capital político que tenía Golborne, tras el rescate de los 33 mineros.

Pero ante la oposición ciudadana al proyecto HidroAysén, la estrategia ha sido distinta. Por un lado, Golborne parece no estar dispuesto a arriesgar su capital político y por el otro, Hinzpeter ve en su ausencia, una nueva oportunidad para ganar terreno dentro de la Alianza y demostrar al resto del gabinete que es un primus interpares.

Capital político

“Golborne intenta no descapitalizarse.Sabe que si se relaciona con el conflicto que ha generado el proyecto, estaría obligado a enfrentar las críticas y a usar su capital político”, señala Marco Moreno. Agregando que alejarse en un momento crítico del gobierno y sobre un tema sectorial de su cartera, como es la oposición surgida por HidroAysén, “es un gran riesgo”. Pero el objetivo por ahora no es ganar sino al menos empatar, para recuperarse después, en un tema que complica al gobierno y que Golborne no desea asumir.

[cita]Ante la oposición ciudadana al proyecto HidroAysén Golborne parece no estar dispuesto a arriesgar su capital político y Hinzpeter ve en su ausencia una nueva oportunidad para demostrar que es un primus interpares.[/cita]

Sin embargo, es inevitable que su ausencia sea vista como falta de carácter y liderazgo para asumir temas difíciles, lo que lesiona su imagen ante la opinión pública. Además, genera la sensación de no valorar el rito republicano del mensaje del  21 de mayo. “Deja la sensación de que las personas del mundo privado no entienden muy bien o no quieren asumir los sacrificios que impone el servicio público”.

El biministro cree que ha cumplido su trabajo frente a HidroAysén. Hizo un plan comunicacional previo a la votación y tras esta, apareció en varios medios defendiendo la institucionalidad ambiental y haciendo hincapié sobre la necesidad energética del país. Pero nunca dio una señal clara frente al proyecto y fue en ese espacio, donde Hinzpeter intervino e hizo lo que Golborne no quiso: darle un espaldarazo al polémico proyecto hidroeléctrico.

Desde el biministerio aseguran que Golborne no puede pronunciarse sobre los proyectos, por ser parte del Consejo de Ministros.

Cancha abierta

La Moneda ha funcionado con una especie de primer ministro, un tipo de gerente general que se entiende directamente con el Presidente y que tiene amplias libertades. Habla cuando quiere, sobre lo que quiere y toma el mando de temas sectoriales, cuando lo cree necesario. Rodrigo Hinzpeter tiene olfato político y tal vez por eso, no se complica con las vacaciones del biministro Laurence Golborne.

“Somos un equipo de ministros y los que estamos acá podemos salir a reemplazarlo hasta que vuelva”, aseguró Hinzpeter a La Tercera, frente a las dos semanas de vacaciones que desde el viernes disfruta Golborne en Miami. Es su manera de  explicar la ausencia del biministro, dejando entrever que más bien valora el hecho como algo que potencia su propia estrategia. “Hinzpeter intenta acrecentar su capital político, ocupando los espacios que otros ministros dejan… por tomar vacaciones o ser débiles”, asegura Moreno.

Esta es la semana para que Hinzpeter se posicione nuevamente como un “primer ministro”. Moreno explica que frente al tema de HidroAysén, el Ministro del Interior “aparece como el gran escudero del gobierno y el ministro fuerte del gabinete. Él da la última palabra, instala conceptos e intenta generar lealtades dentro del gobierno y la Alianza”.

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