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Piñera: «Bolivia no puede pretender revisar tratados con más de cien años»

El Tratado de Paz y Amistad de 1904, que puso fin a la guerra entre Bolivia y Chile, «fijó con meridiana claridad los límites entre ambos países y nos ha permitido 106 años de paz», afirmó.


«Bolivia no puede pretender revisar tratados que llevan más de cien años de plena vigencia», declaró en una entrevista con Efe el Presidente, Sebastián Piñera, respecto a la demanda boliviana de contar con un acceso soberano al Océano Pacífico.

El Tratado de Paz y Amistad de 1904, que puso fin a la guerra entre Bolivia y Chile, «fijó con meridiana claridad los límites entre ambos países y nos ha permitido 106 años de paz», afirmó.

«Entendemos que Bolivia tenga una aspiración, pero no puede pretender revisar tratados que llevan más de cien años de plena vigencia», enfatizó el mandatario.

«Imagínese usted que en el mundo entero cien años después los países quisieran desahuciar o anular tratados de límites que fueron válidamente celebrados ¿Dónde quedaría la paz? ¿Dónde quedaría la estabilidad?», se preguntó.

El pasado mes de marzo, el presidente boliviano, Evo Morales, anunció la intención de llevar ante instancias internacionales su pretensión de lograr una salida soberana al mar para Bolivia.

Esta reivindicación boliviana ha condicionado desde el siglo pasado los vínculos entre ambos países, que no tienen relaciones diplomáticas con rango de embajadores desde 1962, con un breve paréntesis entre 1975 y 1978, cuando fracasó el último intento de hallar una solución.

Piñera sostuvo que «Chile mantiene una actitud de diálogo con Bolivia» expresada en la llamada agenda de trece puntos, «que incluye todos los temas de interés bilateral y cuya eficacia fue reconocida» por los dos países.

«Eso lo vamos a mantener, pero con una sola condición: que se respeten los tratados internacionales y el derecho internacional. Nos parece una condición muy lógica», apostilló.

Piñera aseguró que «Chile ha dado todas las facilidades para que el comercio exterior boliviano pueda usar plenamente los puertos chilenos de Iquique, Antofagasta y Arica».

«Pero Chile también tiene todo el derecho del mundo a defender su soberanía, sus límites, en virtud de tratados que fueron válidamente suscritos hace más de cien años y que están plenamente vigentes», enfatizó.

Respecto a la relación con Perú, país que en 2008 presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya para modificar a su favor el límite marítimo con Chile, Piñera manifestó que los tratados de 1952 y 1954 resolvieron los límites marítimos.

«Así lo entendió Chile, sí lo entendió Ecuador y así lo entendió Perú durante 50 años», declaró.

«Ecuador y Chile han mantenido siempre la misma posición: esos tratados fijaron el límite marítimo en el paralelo que parte del punto en el límite terrestre y se extiende 200 millas hacia el interior del mar territorial», argumentó el jefe del Estado chileno.

«Perú hoy día tiene una visión distinta -no la que tuvo durante 50 años- y ha llevado el caso ante La Haya. Nosotros, como país respetuoso del derecho internacional y de los tratados internacionales, estamos haciendo ver nuestros argumentos», explicó a Efe.

A juicio de Piñera, «el hecho de que Perú haya reconocido sin ninguna objeción la carta náutica que presentó Ecuador ante Naciones Unidas -donde se dice que en virtud de los tratados de 1952 y 1954 el límite es el paralelo- demuestra que esos tratados son limítrofes».

«Por lo tanto, en nuestra opinión, Perú esta equivocado», recalcó.

En opinión del presidente chileno, América Latina tiene muchos organismos, «pero no ha logrado avanzar a paso firme hacia la integración real».

«Yo creo -dijo- que los países hemos aprendido la lección. Por eso, hoy en día, en América Latina hay dos grandes modelos, uno que cree en un mundo global, en la integración, y que quiere incorporarse plenamente a esta sociedad nueva del conocimiento y la información».

En ese grupo, Piñera identifica a países como México, Brasil, Colombia, Perú y el propio Chile.

«Hay otro modelo que es el que han seguido países como Cuba y Venezuela», agregó. «Cada país tiene derecho a elegir su rumbo -dijo-, pero yo estimo que ese camino no conduce al desarrollo y a la larga no conduce a un mejor bienestar de nuestros pueblos».

«Y por eso, Chile está ejerciendo su liderazgo, defendiendo y promoviendo los valores y caminos que creemos que conducen a crear una sociedad libre y democrática y, al mismo tiempo, desarrollada y sin pobreza», concluyó.

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