“La subcontratación precaria ha sido y sigue siendo causa de importantes conflictos sociales, y malos negocios como las ventas a futuro han arrojado millonarias pérdidas que ponen a Codelco en el umbral del riesgo”, señala la entidad.
La Federación de Sindicatos de Supervisores y Profesionales de CODELCO (FESUC) realizó una fuerte crítica a la administración encabezada por el presidente ejecutivo de la cuprífera, Diego Hernández, por la forma en cómo ha enfrentado la reducción de personal y, a su vez, la política que el Gobierno de Sebastián Piñera aplica a la empresa.
“Concientes y comprometidos con la búsqueda de mayores niveles de competitividad y de una renovación generacional, las organizaciones sindicales de CODELCO negociamos y concordamos con la Administración planes de retiro voluntario que tuvieron como resultado la salida de la empresa de más de 2 mil trabajadores en los últimos meses”, señala la declaración refiriéndose a la nueva política de dotaciones de Codelco.
Con esta reducción de más de un 10% “suponíamos cerrados los procesos masivos de desvinculación de personal. Sin embargo, producto de la reorganización del distrito se ha abierto la desvinculación masiva de 90 profesionales más y, que podría alcanzar sólo este año a más de mil trabajadores de diversas áreas y roles; siendo los más afectados quienes laboran en las actividades terminales agrupadas bajo la denominación administrativa de División Chuquicamata”, agrega la organización.
FESUC agrega que al mismo tiempo, la contratación de los y las nuevas especialistas mineros se realiza “en condiciones precarizadas, que incluyen sólo los mínimos legales y no consideran ni las remuneraciones ni los beneficios laborales y sociales”.
“Las decisiones adoptadas por las Administraciones superiores de CODELCO bajo los últimos gobiernos han permitido seguir aportando cuantiosos recursos al Estado, pero la ausencia de un plan de desarrollo de largo plazo ha estancado a la empresa, deteriorado notablemente su condición competitiva y reduciendo su participación relativa en la producción de cobre. Al mismo tiempo, la subcontratación precaria ha sido y sigue siendo causa de importantes conflictos sociales, y malos negocios como las ventas “a futuro” han arrojado millonarias pérdidas”, puntualiza.
“El actual estilo de administración está incubando conflictos cuyos efectos y límites son imprevisibles. Por ello es que manifestamos nuestra activa disposición a un diálogo amplio, verdadero, transparente y respetuoso, con el fin de alcanzar los acuerdos que permitan construir un clima laboral que facilite un planificado y sólido desarrollo de nuestra empresa, en que se valore debidamente el aporte y la dignidad de las personas”, expresan los profesionales de Codelco.
“Es inevitable vincular este tipo de iniciativas a otras como la externalización de funciones y el anunciado fin de la Ley Reservada del Cobre; las que en conjunto jugarían a favor de los intereses de quienes buscan la privatización de CODELCO”, expresa FESUC.
“Nos llama la atención la contradicción entre exigirle a CODELCO mayor eficiencia para entregar aún más excedentes al país, y al mismo tiempo negarle los recursos que le permitan hacer las inversiones para que Chile pueda seguir recibiendo sus excedentes. Simplemente no es factible lo uno sin lo otro, en especial si se descuida la actividad exploratoria de un país que tiene el 30% de las reservas de cobre del mundo”, plantea.
“La forma en que se está realizando el proceso de desvinculaciones masivas y de contrataciones en condiciones precarias ha dañado profundamente el clima laboral, la motivación y el involucramiento de todo el estamento laboral. Ha existido un trato carente de respeto a la trayectoria, al desempeño, a la experiencia aportada, al conocimiento generado, y a hombres y mujeres que han hecho crecer a nuestra empresa. Esto ha ocurrido, paradójicamente, al mismo tiempo en que esta Administración promueve una “Carta de Valores” en que declara la importancia de la dignidad y del respeto a las personas”, puntualiza el texto.
La entidad llama “a la administración de CODELCO para que se abra a la constitución de espacios de diálogo verdadero que permitan alcanzar acuerdos y compromisos de largo plazo acerca de la construcción conjunta del futuro de CODELCO, velando por el bien superior de Chile”.
