En un momento de tensión máxima y en el que dos de los ministros políticos eran cuestionados – Hinzpeter y Von Baer– Larroulet encuentra la manera de sortear la tormenta y poner el viento a su favor. Desde su ministerio se filtró la información de un eventual cambio de gabinete, desviando la atención hacia la vocería y logrando presionar externamente al gobierno, para obtener el respaldo que necesitaba en materia legislativa.
“Cambio de gabinete”, fue la información en off que desde el ministerio Secretaría General de la Presidencia se entregó a El Mercurio y que ese medio publicó el pasado viernes. La semana estuvo marcada por fuertes conflictos internos en el gobierno y de este con la bancada UDI, tan así que el Presidente desde sus vacaciones, se contactó con los tres ministros políticos para que pusieran orden. Todos eran responsables, pero sólo dos de ellos –Hinzpeter y Von Baer – aparecieron cuestionados al punto de poner en duda su estadía en La Moneda.
La crisis comenzó el pasado lunes, cuando la descoordinación entre la vocera de gobierno y el ministro de Salud –sobre el tema de los catalíticos – provocó la intervención del equipo político, por orden del Presidente. Pero una vez finalizado el episodio, las críticas internas hacia una vocería débil, resurgieron. Al mismo tiempo, otro flanco se abría en el centro del poder de La Moneda: Rodrigo Hinzpeter buscaba apoyo en la Concertación y promovía como base el Acuerdo de Vida en Común (AVC) y la UDI veía con malos ojos sus pasos.
El jueves la carta firmada por 35 diputados de la Unión Demócrata Independiente, hizo pública la molestia de este sector con Hinzpeter por la “falta de conducción política” y la manera en que se estaba llevando el AVC. El escenario era complejo y era cosa de tiempo para que la crítica alcanzara a Cristián Larroulet, quien no ha logrado el apoyo necesario para sacar proyectos legislativos clave adelante.
[cita] “Sobrepasado” es uno de los adjetivos que usan en La Moneda, para explicar cómo está Larroulet en el frente parlamentario. Hay quienes van más allá y dicen que sólo cuenta con el respaldo de su subsecretario, Claudio Alvarado, y que “ha sido incapaz de instalarse como un interlocutor válido”, según aseguran desde Palacio.[/cita]
El supuesto cambio de gabinete que se filtró a la prensa implicaba la salida de la vocera Ena Von Baer y el posicionamiento del UDI, Andrés Chadwick, en su lugar. Supuestamente con esto, se destrabaría el complejo escenario que tenía al gobierno acorralado por las críticas públicas de más de 30 diputados UDI, hacia la conducción política de la administración.
“Larroulet es el único ministro político que sale airoso de la crisis”, asegura una fuente de La Moneda. Es que muchos califican de “evidente” la movida de la Segpres y la molestia está presente, como un fantasma, en los principales afectados. “Para la ministra (Von Baer), Larroulet es como un padre… no se ha tocado el tema, es como tabú”, asegura esta misma fuente.
“Sobrepasado” es uno de los adjetivos que usan en La Moneda, para explicar cómo está Larroulet en el frente parlamentario. Hay quienes van más allá y dicen que sólo cuenta con el respaldo de su subsecretario, Claudio Alvarado, y que “ha sido incapaz de instalarse como un interlocutor válido”, según aseguran desde Palacio. Es que la crítica de ambos bandos, Concertación y Alianza, ha sido la falta de diálogo al presentar los proyectos de ley y se escucha mucho que “no se tiene con quién hablar en el Congreso”, como asegura una fuente de gobierno.
A Larroulet le ha sido muy difícil alinear a los parlamentarios para sacar los proyectos legislativos adelante, algo que queda en evidencia con el post natal de seis meses, que deberá ser revisado por el Tribunal Constitucional. Es por esto, que el llamado a la unidad y a la realización de acuerdos transversales, que hizo el Presidente Piñera el domingo pasado, le cae como anillo al dedo. Y por eso no tardó en reunirse con Enrique Correa.
El tema incluso fue reforzado el lunes, tras el almuerzo de tres horas que sostuvo el mandatario con los ministros políticos y los principales líderes de la Alianza. El timonel UDI, Juan Antonio Coloma, dijo que “hemos acogido el llamado del presidente de la republica a la unidad”, agregando que los problemas reales de la gente “requieren una actitud constructiva”, aludiendo a la necesidad de sacar adelante la eliminación el 7% y el post natal. A esto se le sumó el llamado que hizo el timonel de RN Carlos Larraín, a la Concertación, donde la invitó a “colaborar con nosotros en una nueva etapa legislativa, más colaborativa”.
Tras la crisis política desatada la semana pasada y que culminó con los rumores de un cambio de gabinete a través de la prensa, el escenario no podría ser mejor para Larroulet. Sorteó la tormenta y fue el único ministro político que quedó bien parado. Al mismo tiempo, logró meterle presión externa a La Moneda, alineando a los parlamentarios oficialistas y mejorando el terreno para trabajar con la Concertación.
