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La resistencia de los secundarios continúa esta semana

Alejandra Carmona López
Por : Alejandra Carmona López Co-autora del libro “El negocio del agua. Cómo Chile se convirtió en tierra seca”. Docente de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile
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Se sienten los parientes pobres del conflicto porque las autoridades no han escuchado sus demandas y casi no se han referido a ellas. Ahora intentarán plantear su propuesta a organismos internacionales y seguirán fortaleciendo lazos con regiones, una alianza que podría radicalizar el movimiento.


El agua cae sobre los techos y patios del Liceo Cervantes, en calle Agustinas. El colegio está en toma desde el comienzo de las movilizaciones, hace más de dos meses.

En una de las salas interiores, cerca de 15 jóvenes ponen atención a un power point. En un esfuerzo conjunto entre las facultades de Ciencias Sociales y de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, reciben esa tarde una clase de derechos sexuales y reproductivos. Es una de las formas de hacer más provechosos sus días en toma y también de aguantar: no sólo el invierno y las salas heladas, también de resistir a pesar de sentirse ignorados por el Gobierno.

Los secundarios se sienten los parientes pobres del conflicto, no porque sus demandas sean menos importantes que las de otros actores de la educación, como rectores y universitarios, sino porque el Gobierno prácticamente los ha olvidado.

“La última vez que hablamos con Lavín fue cuando entregamos el petitorio a mediados de junio”, comenta Freddy Fuentes, vocero de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios, quien también señala que “se ha tratado de callar el movimiento para que se debilite, por ejemplo adelantando las vacaciones de invierno. Obviamente no nos han pescado y se ha tratado de bajar el perfil con medidas represoras, así como fue con la revolución pingüina y Zilic amenazaba al movimiento”.

Las peticiones de los estudiantes secundarios se mantienen inalterables y las principales son una nueva Constitución y la desmunicipalización.

[cita]Isla dice que el Gobierno no está entendiendo y que para ellos crece la desilusión: “Aún no le han tomado el peso a nuestras marchas”.[/cita]

Los estudiantes no planean deponer las tomas y movilizaciones hasta que alguien les asegure que sus demandas van a ser escuchadas y tengan garantías. “Cuando nos invitó a trabajar en una mesa, Lavín nos dijo que después de eso podíamos lograr lo que queríamos o no, pero que lo bueno era sentarse a trabajar… y así no hay ninguna posibilidad”, dice Fuentes.

Sólo en Santiago existen 250 colegios movilizados.

Proyecciones

En el Liceo de Aplicación se reparten las tareas de aseo en los improvisados dormitorios que levantaron en las salas de clases.

En el Liceo de Aplicación se reparten las tareas de aseo en los improvisados dormitorios que levantaron en las salas de clases.

Jesús Redondo, director del Observatorio Chileno de Políticas Educativas (OPECH), comparte que existen falencias importantes en el sistema escolar chileno desde los años 70. Según Redondo, el sistema de financiamiento a la demanda (voucher)  ha terminado siendo un error estratégico al aplicarlo a la educación, ya que la educación pública constituye un sector estratégico de la seguridad nacional  de un país; “y este modelo de financiamiento  acaba eliminando progresivamente la educación pública, generando un campo de negocio para grupos con intereses privados, al tiempo que genera un aumento de la segmentación y desigualdad social, desde un sector social (la educación) que se supone y se pregona como encargado de favorecer la movilidad social.  La educación constituye la identidad del país y la pertenencia ciudadana en cada uno de los miembros de una sociedad, no responde principalmente a intereses personales sino sociales”.

A pesar del diagnóstico común entre expertos, el día en que Sebastián Piñera anunció sus propuestas sobre educación, la mayoría de las promesas iban dirigidas a la educación terciaria y los secundarios se quedaron esperando otra vez.

El trabajo en todo el país se ha intensificado. El lunes y martes pasado los jóvenes tuvieron asamblea nacional donde se compartió información con las regiones. La próxima semana volverán los mismos dirigentes, pero esta vez para quedarse en Santiago por varios días y ayudar a radicalizar el movimiento.

Liceo Amunategui

El accidente del alumno del Liceo Amunátegui, Fernando Droguett, fue un golpe para el movimiento.

La nueva estrategia es acudir a organizamos internacionales. Con la toma de la Cepal y Unicef han conseguido agendar conversaciones con algunos parlamentarios y esta semana se reunirán con distintos organismos de la ONU, según señala Daniela Isla, una de las voceras del movimiento, que también ha sido uno de los más golpeados. El accidente de Fernando Droguett, alumno de tercero Medio del Liceo Amunátegui -que aún permanece internado en la Mutual de Seguridad-, fue una estocada al movimiento. “La situación se volvió más delicada internamente”, explica un alumno.

Isla dice que el Gobierno no está entendiendo y que para ellos crece la desilusión: “Aún no le han tomado el peso a nuestras marchas”.

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