La apuesta del ahora ex ministro de educación falló. El ex candidato presidencial puso todo su capital político en la solución de la revuelta estudiantil, pero el conflicto de interés por su vínculo con la UDD y el lucro, le impidieron instalarse como un interlocutor válido. Que el Presidente tomara el conflicto en sus manos, terminó por quitarle el poco piso que le quedaba.
Joaquín Lavín puso todo su capital político en el conflicto estudiantil y salió para atrás. Bajó su aprobación –tras un mes de protestas – del 70% al 46%, según la encuesta Adimark. Su vínculo con la Universidad del Desarrollo y el lucro, lo invalidó como interlocutor frente a los estudiantes, impidiéndole avanzar hacia un acuerdo y provocando la entrada del propio Presidente para buscar una solución. Hoy Lavín está descapitalizado y toma el mando del Ministerio de Desarrollo y Planificación (Mideplan), una cartera que nunca ha hecho brillar a sus titulares. En su reemplazo asumió Felipe Bulnes, hombre de confianza del Presidente y amigo del ministro Hinzpeter.
El talón de Aquiles de Lavín fue el lucro, porque generó un rechazo inmediato de los estudiantes. Este llevó a la Presidenta de la Fech, Camila Vallejos, a declarar que el ministro quedaba “descartado como interlocutor válido”, por lo menos hasta que la Contraloría General de la República se pronunciara sobre su vínculo con la Universidad del Desarrollo. De esta forma, parecía difícil que Lavín pudiera sacar el conflicto adelante y desde La Moneda, explican que “la situación se volvió insostenible y el Presidente intervino”.
El diputado RN, Cristián Monckeberg, asegura que “el conflicto (estudiantil) estaba bastante exacerbado, no se veía una pronta solución y por eso fue una buena decisión del Presidente (sacar a Lavín), sobre todo para reiniciar las conversaciones cuando había una buena propuesta del gobierno en la mesa”. El ex ministro de Educación fue debilitándose de a poco y las palabras de Vallejo fueron el primero de cuatro golpes que terminarían por botarlo.
Una vez invalidado como interlocutor por los estudiantes, Lavín intentó continuar con las negociaciones sin éxito y frente a un escenario estático, fue el propio Presidente quien le quitó la negociación de las manos, liderando las conversaciones con los rectores de las universidades y anunciando en cadena de televisión, el Gran Acuerdo Nacional por la Educación (GANE), con un mudo Lavín casi como edecán. El ministro quedaba más dañado que nunca.
[cita]El golpe final llegó con las declaraciones del abogado Nicolás Cubillos –rector de la Universidad Finis Terrae– quien en una entrevista aterrizó todas las críticas hacia Lavín por su vínculo con la UDD y el lucro, asegurando que este “lo hace un ministro más débil”, rematándolo al afirmar que frente a la regulación del lucro, no serviría de nada que el ministro se inhabilite y lo que debiera hacer es “irse”. Fuego amigo certero, desde el propio mundo privado.[/cita]
Un analista político explica que si se hubiera despejado el tema del lucro, Lavín podría haber tenido una oportunidad frente al conflicto.
Sin embargo, el golpe final llegó con las declaraciones del abogado Nicolás Cubillos –rector de la Universidad Finis Terrae– quien en una entrevista aterrizó todas las críticas hacia Lavín por su vínculo con la UDD y el lucro, asegurando que este “lo hace un ministro más débil”, rematándolo al afirmar que frente a la regulación del lucro, no serviría de nada que el ministro se inhabilite y lo que debiera hacer es “irse”. Fuego amigo certero, desde el propio mundo privado.
Son pocos los ministros que han puesto su capital político en juego por el gobierno. Rodrigo Hinzpeter lo hizo con el tema de las bombas lacrimógenas, Laurence Golborne fue prácticamente forzado a hacerlo frente a los temas energéticos y Lavín lo hizo voluntariamente en el conflicto estudiantil. Hoy, el senador RN, Francisco Chahuán, asegura que “se ha tratado de premiar a un ministro que puso todo su capital político sobre la mesa”, agregando que Lavín siempre ha tenido interés en la superación de la pobreza y que “será un buen interlocutor, para la generación de políticas sociales”.
En Educación “había un problema de desgaste, de falta de entendimiento y prolongación del conflicto….”, como asegura el diputado Monckeberg. Esto habría sido determinante para que Lavín saliera de Educación y entrara a Mideplan. Esta nueva cartera para Lavín, es un gesto que para el Chahuán significó “darle un respiro, por el gran esfuerzo puesto en educación… iniciativa que ya comenzaba a sacar adelante”.
Es conocida la buena relación y el aprecio que le llegó a tener Piñera a Lavín, tras un año y medio de gobierno. “Lavín es importante para el gobierno”, asegura Chahuán, agregando que “había que aprovechar las potencialidades del ministro y él es un apasionado por la superación de la pobreza”.
Tras el cambio de gabinete, el Presidente expresó las diferentes misiones que tendrán los nuevos ministros y se preocupó de destacar que Lavín estaría encargado de “la erradicación de la pobreza extrema durante nuestro gobierno”. Al mismo tiempo, se vio el potencial de la cartera entregada a Lavín, en el momento que el mandatario destacó el hecho de que el nuevo ministro deberá sacar adelante “la implementación del nuevo Ministerio de Desarrollo Social, cuyo proyecto de ley está muy avanzado en el Congreso”.
Ayer Lavín intentó sacar una sonrisa mientras le daba declaraciones a la prensa y aseguraba que “soy un servidor público y el Presidente me ha encargado una nueva misión, que me atrae mucho en lo personal y que es combatir las desigualdades y la lucha contra la pobreza”. A la vez, al mirar atrás el ministro explicó que “en un año y medio hicimos mucho. La educación se puso en el corazón del debate y ahora lo que tiene que hacer el Ministro Bulnes, es sacar adelante el acuerdo GANE… especialmente en el Congreso”.
