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La agenda de Longueira que va en rumbo de colisión con Hacienda

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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La llegada del panzer UDI a un ministerio sectorial abre, para un amplio sector del oficialismo, la posibilidad de imprimirle al gobierno de Sebastián Piñera un sello más social, por el que venían presionando desde hace mucho, sin éxito. Por lo que se especula que habrá una permanente batalla entre dos figuras fuertes con distintos intereses, pero en la que los observadores esperan se imponga el criterio político.


En la UDI admiten que era a lo menos interesante la idea de que Pablo Longueira ocupara un ministerio político, con sede en La Moneda. Aunque eso no fue posible en el gremialismo están contentos con la elección que en el oficialismo le atribuyen al ex senador. Ello, porque estiman que desde Economía podrá concretar las aspiraciones sociales que la tienda ha debido postergar porque no encontraban eco en el gobierno. Por lo cual, tanto en su propia colectividad como desde Renovación Nacional, evalúan positivamente su  llegada a Economía, pues tienen la convicción de que Longueira será quien frene los ímpetus restrictivos del titular de Hacienda, Felipe Larraín e imponga una política económica más cargada a lo social.

Aunque cuesta creer que fue el propio Longueira quien eligió Economía, en la UDI aseguran que así fue, porque desde allí ejercerá su influencia “para sacar adelante temas que siempre han estado en su agenda y en la del partido”. En el entorno de actual ministro sostienen que el ex senador por Santiago Oriente llega al gobierno a “fortalecer el trabajo social y el apoyo al emprendimiento y a la pequeña y mediana empresa que siempre le ha interesado”. Dice que en esta materia “él tiene la película súper clara y le va a sacar harto brillo a este ministerio”.

Para nadie es un secreto que, hasta ahora, Economía no era contrapeso de Hacienda y que, según se lamentan en el oficialismo, Larraín era quien llevaba con firmeza las riendas de la política económica y que esperan que a partir de ahora eso cambie. Son  varios los parlamentarios de la UDI y RN que reconocen que no es fácil negociar con el ministro Larraín los proyectos sociales y que Longueira “va a ser una contraparte con la que se va a poder conversar. Porque aunque (Juan Andrés) Fontaine sabe mucho,  se queda en la teoría”. En este contexto, un parlamentario de Renovación sostiene que “la crítica a Fontaine es que era fundamentalmente teórico y pasamos al otro extremo en que Longueira es eminentemente político”.

Otro parlamentario de la tienda de Carlos Larraín está convencido de que el ex senador gremialista “le va a hacer el gallito a Larraín permanentemente y, en paralelo, va a poder controlar y ordenar  a la UDI”.

[cita]Longueira se robó todas las cámaras al anunciar, de entradita, una demanda colectiva contra Presto. “Es inaceptable que exista gente honesta en Chile que figura en el Dicom. No lo queremos (…). Aquí vamos a actuar rápido. Y si hay otras empresas que hayan incurrido en este tipo de prácticas, vamos a actuar con el mismo rigor con el que lo estamos haciendo hoy”, advirtió en ese tono que le es tan familiar. En mundo oficialista plantean que a estos temas ciudadanos relacionados con el Sernac, el nuevo ministro le da especial relevancia.[/cita]

Criterio político y social

Un gran sector de la tienda de calle Suecia coincide con sus socios. Pero junto con tener la convicción de que Longueira podrá imponer, a través de Economía, el criterio social con que el partido ha querido vestir al gobierno de Sebastián Piñera sin mucho éxito hasta ahora, también podrá representar el criterio político de la colectividad en la actual administración. Dicen, optimistas, que si Piñera lo escuchó antes de que integrara el gabinete “con mayor razón lo va a oír ahora que es parte de su equipo”, porque –según afirman en el gremialismo, el nuevo titular de la cartera de Economía “tiene una visión estratégica de cómo hacer las cosas”.

Quienes conocen a Longueira destacan su interés social “durante toda su vida de trabajo en política” y ha sido el que ha tratado de que el actual gobierno implemente con mayor fuerza. Eso habría quedado de manifiesto, por ejemplo, en el debate por el proyecto que creó el bono Bodas de Oro o más recientemente el del descuento del 7 por ciento en salud para los jubilados. El economista Eduardo Engel en la entrevista concedida a Qué Pasa la semana pasada, reconoce la existencia de la corriente que lidera Longueira en la UDI. Según su análisis, durante los gobiernos de la Concertación hubo una corriente que apostó por “usar mecanismos que se asocian con la derecha para obtener objetivos que se relacionan con la izquierda. Muchas de las mejores iniciativas de los gobiernos concertacionistas nacieron de este grupo y el éxito electoral del conglomerado se debió, en gran medida, a este tipo de políticas (…). También existe una corriente en esta línea dentro de la Alianza, pero casi no está representada en el Ejecutivo”. Y esa es una de las cosas que podría variar con el cambio de gabinete y la salida de quienes todavía no dejan del todo la línea ortodoxa de Libertad y Desarrollo, como es el caso de Fontaine.

Dado el ingreso de Longueira al gabinete y las expectativas generadas en su partido, un histórico militante del gremialismo asegura que “ahora sí, la UDI se va a sentir cómoda en el gobierno”. Un parlamentario de la tienda coincide con esta postura y agrega que “el hecho de que (Longueira) esté en el gabinete demuestra que las cosas van a cambiar y él, desde Economía, le va a dar igual una visión más política a este ministerio. Para nosotros es clave que esté adentro”, concluye.

Peribonio a un segundo plano

Mientras mayoritariamente en el oficialismo celebran la llegada del ex senador al gabinete, particularmente quienes están por imprimirle al gobierno un sello más social, también hay quienes reconocen que quien podría resultar damnificado con la presencia de Longueira en Economía en ni más ni menos que el director del Sernac, el RN Juan Antonio Peribonio. Desde que asumió, con el actual gobierno, destacó más que el ministro de Economía y el caso La Polar multiplicó sus bonos al alza. Pero en su tienda admiten que la figura de Longueira es diametralmente distinta a la de Fontaine, que cultivaba con o sin quererlo un bajo perfil. El nuevo ministro, en cambio, “no pasa desapercibido de ninguna manera”, coinciden tanto en la UDI como en RN. Lo que perjudica a Peribonio.

Eso quedó nítidamente demostrado con el debut del nuevo ministro de Economía. Longueira se robó todas las cámaras al anunciar, de entradita, una demanda colectiva contra Presto. “Es inaceptable que exista gente honesta en Chile que figura en el Dicom. No lo queremos (…). Aquí vamos a actuar rápido. Y si hay otras empresas que hayan incurrido en este tipo de prácticas, vamos a actuar con el mismo rigor con el que lo estamos haciendo hoy”, advirtió en ese tono que le es tan familiar. En mundo oficialista plantean que a estos temas ciudadanos relacionados con el Sernac, el nuevo ministro le da especial relevancia y que el Sernac Financiero es un proyecto que le interesa particularmente.

Aunque eso es una clara señal de la línea que asumirá, un cercano al director del Sernac discrepa de lo que plantea la mayoría del oficialismo. Asegura que Peribonio no está preocupado porque eventualmente podría pasar a un segundo plano, porque “prefiere tener un ministro muy metido en los temas del Sernac y que respalde su trabajo”. Lo que puede ser interpretado como una crítica velada a Fontaine, que no mostró especial preocupación por estas materias hasta que estalló el escándalo de La Polar.

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