«El país no puede avanzar bajo presiones ni represión, tampoco bajo amenazas ni provocaciones” recalcaron los obispos, planteando que sin una enseñanza de calidad y equitativa no hay desarrollo humano y social sostenible en el tiempo.
La Conferencia Episcopal de Chile (CECH) exhortó al restablecimiento del diálogo entre el Gobierno y el estudiantado «para recuperar las confianzas» y acercar posiciones en el conflicto de la educación, que ya completa tres meses de movilizaciones.
«El país no puede avanzar bajo presiones ni represión, tampoco bajo amenazas ni provocaciones, y la instalación del diálogo es la clave para valorizar con objetividad demandas y propuestas», sostuvo en una declaración el Comité Permanente del Episcopado.
Según el obispo de Valdivia y secretario general de la CECH, Ignacio Ducasse, quien leyó el texto de la entidad, «en esta hora de decisiones hay que recuperar las confianzas, acercar posiciones, consensuar acuerdos, sabiendo, como en toda negociación, que ello siempre implicará a las partes ceder en algunas de sus posturas».
Ducasse planteó que los temas que los estudiantes han propuesto a la consideración de todos, así como los mismos logros obtenidos, «no son incompatibles con la vuelta a clases por el bien de tantos alumnos, sus familias, los centros educativos y el país».
Los obispos aseguraron que la protesta estudiantil y otras movilizaciones sociales son la expresión de un creciente malestar social a nivel global que, entre otros factores, se explica por «modelos estructurales basados más en la codicia y la ganancia ilimitada que en el servicio al desarrollo integral de las mayorías».
Tras reiterar su preocupación por las «crecientes y escandalosas desigualdades que claman al cielo», la CECH planteó que el rechazo al lucro como mero fin en sí mismo y la mercantilización de la vida social, la reivindicación de la ecología y la aspiración a una sociedad más equitativa son tendencias de un cambio cultural que requiere ser comprendido y acompañado.
Plantean que sin una educación de calidad y equitativa no hay desarrollo humano y social sostenible con solidez en el tiempo.
«Esta es una hora en que Chile espera de la clase política responsabilidad y vocación de Estado», enfatizaron los obispos.
