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Los cinco errores clave de Piñera frente al conflicto estudiantil

Dichos desafortunados, excesivo protagonismo e improvisación, son las principales fallas que ha cometido el Presidente, en los más de tres meses que ha durado el conflicto estudiantil, según diversos analistas. Con un ministro caído –Lavín – y uno cojeando –Bulnes – la negociación con los estudiantes no se viene fácil, aunque ahora al menos se avizora una luz al final de un accidentado camino.


El nerviosismo se siente en el aire de La Moneda. Este sábado finalmente se reunirán los estudiantes con el Presidente Sebastián Piñera y la posibilidad de empezar a visualizar el fin de un conflicto que se ha prolongado por más de tres meses, se ve cercana. Pero el camino ha sido largo y los errores cometidos muchos, siendo “la desconfianza y la incertidumbre de los interlocutores hacia el Presidente, el principal riesgo en la negociación”, como asegura Marco Moreno, analista político de la Universidad Central.

La credibilidad es el atributo presidencial más débil en las encuestas y para varios analistas, tiene mucho que ver con “la falta de coherencia que ha tenido el gobierno”. Al mismo tiempo, Piñera es un player y ni sus ministros ni sus asesores logran seguirle el ritmo. El resultado de esto, ha sido cambios bruscos de estrategia, frases desafortunadas y excesivo protagonismo. Todo esto se resume en cinco episodios clave, que serán determinantes para el clima de la reunión de este sábado.

1.- Lavín sale en mal momento

Existen dos maneras de ver la salida de Joaquín Lavín del Ministerio de Educación y ambas son negativas, según los expertos políticos. La primera tiene que ver con la prolongación del conflicto, frente al cual “el gobierno perdió un par de meses importantes, con la incapacidad del ministro Lavín de ofrecer respuestas efectivas”, como asegura Moreno. Esto tiene relación con que el vínculo del ministro con la UDD y el lucro, lo deslegitimó frente a los estudiantes en un primer momento, entrampando las negociaciones posteriores. La segunda lectura tiene que ver con la “autoridad” que logra demostrar el gobierno, la cual, según el analista político Claudio Fuentes, quedó debilitada. “Los estudiantes pusieron el tema de la UDD y el lucro… Dos semanas después Lavín estaba fuera. Fue un triunfo para los estudiantes e impulsó la agenda contra el lucro”, asegura Fuentes.

De una u otra manera, el timing de la salida de Lavín no fue el adecuado. El mensaje enviado fue el de un gobierno que cede ante la presión de la ciudadanía. “Hay que recordar cómo resolvió Punta de Choros o las demandas de los homosexuales. Piñera terminó entregando todo y marcó una lógica de relación entre los grupos de presión y su gobierno”, asegura otro analista.

2.- El exceso de protagonismo del Presidente

“La lógica propia de Sebastián Piñera es no empoderar a sus equipos, le gusta que hagan el trabajo difícil, sucio y él está para la foto”, asegura un columnista de la plaza. Cuando el Presidente sorprendió a los estudiantes, ministros y asesores, con el llamado a dialogar, no era la primera vez que tomaba el mando de una materia sectorial. Lo hizo con Lavín cuando anunció el GANE en cadena nacional y ahora con Bulnes, cambiando la estrategia de reposar el conflicto en el Congreso, a traspasar la negociación a La Moneda. “Es una constante del Presidente quitarle piso a los ministros”, explica el analista Claudio Fuentes.

[cita]“Desautorizar” al ministro de educación dificultará su rol en el conflicto a futuro, porque “el movimiento se posicionó en el gobierno y hoy saben que el interlocutor es el Presidente”, asegura Fuentes. Pero este aspecto no es el que más preocupa en el mundo político, porque si bien generó molestia el cambio de estrategia inconsulto, genera más temor el hecho de que sea el propio Piñera quien lleve la negociación.[/cita]

“Desautorizar” al ministro de educación dificultará su rol en el conflicto a futuro, porque “el movimiento se posicionó en el gobierno y hoy saben que el interlocutor es el Presidente”, asegura Fuentes. Pero este aspecto no es el que más preocupa en el mundo político, porque si bien generó molestia el cambio de estrategia inconsulto, genera más temor el hecho de que sea el propio Piñera quien lleve la negociación. “Si no hay acuerdo, no existe un último recurso y el Presidente podría deslegitimarse”, agrega el analista. Al mismo tiempo, varios expertos políticos advierten que por negociar en la “instancia máxima” y en una situación desfavorable –considerando la impopularidad del gobierno– el Presidente termine entregando mucho más de lo que querría.

3.- “La educación es un bien de consumo”

La falta de tacto político es algo que caracteriza al Presidente e incluso las “Piñericosas” siguen resonando y aumentando con el tiempo. Pero cuando Piñera declara “la educación es un bien de consumo”, durante la inauguración de la nueva sede del DUOC UC, la paciencia de muchos se colmó. Pareciera que cada vez “que hace incursión en los medios, termina por agudizar y tensionar más el conflicto”, como destaca Moreno. La frase equivocada en un momento inoportuno, “generó un ruido innecesario y obstaculizó el diálogo de los estudiantes con el ministro Bulnes. Se mete tarde y se mete mal”, explica otro observador.

El foco del problema está en la proyección que se hace de estos deslices comunicacionales, porque “los errores en su discurso y contenido, han ido desgastando la percepción sobre cómo gestiona el gobierno las políticas públicas”, asegura Moreno, quien agrega que el Presidente prefiere los movimientos tácticos sobre los diseños estratégicos, algo arriesgado porque “se juega el todo o el nada”.

4.- Marcha no autorizada

Varios analistas coinciden en que el estilo Presidencial se basa en la improvisación, en movimientos tácticos que muchas veces funcionan en el mundo de los negocios, pero pocas en el público. El no prever los escenarios políticos y no tener el tacto para saber cuándo decir no o sí, es un error que se paga caro. El jueves 4 de agosto se realizó la marcha no autorizada de los estudiantes y el resultado fue comunicacionalmente adversa para el gobierno, sin mencionar las pérdidas por destrozos. El “no” del gobierno a la marcha funcionó como un “catalizador del movimiento estudiantil, lo fortaleció”, asegura el analista Fuentes.

5.- ¿Dónde negociamos?

Cuando Lavín comenzó el intento de diálogo con los estudiantes, la idea era resolver el conflicto ahí mismo. Pero con la llegada de Bulnes la estrategia dio un giro y todo se focalizó en el Congreso. Esta movida es calificada como un “error” por el analista Moreno, por que “llevar el debate al Congreso fue una medida desesperada, es un espacio que ha sido ingrato con el gobierno: por la demanda de participación de los actores, que sospechan de la rapidez de la solución que les puedan entregar, y porque el gobierno no tiene mayoría”.

Para otro analista el problema va más allá y tiene que ver con la falta de coherencia del gobierno, con su credibilidad. “Un gobierno que cambia sus propuestas y espacios de diálogo continuamente, no le da confianza a sus interlocutores. También da la sensación de que siempre se puede pedir más”, asegura. Para Moreno es como ver un continuo “ensayo y error”.

El clima de desconfianza que se ha creado en estos más de tres meses de conflicto, será un factor determinante para la reunión de este sábado entre los estudiantes y el gobierno. Con el Presidente a la cabeza de la negociación, se envían dos señales. Por un lado, indica que para Piñera solucionar este conflicto es esencial y por el otro, en base a esa necesidad, el gobierno se jugará el todo o nada, en la instancia máxima de negociación.

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