Sólo funcionarios de «tercer nivel» del gobierno de Cristina Fernández llegaron a la recepción que se organizó en la legación diplomática. Un artículo del diario La Nación de Buenos Aires recordó que la mandataria también se restó, por problemas de agenda, de los festejos oficiales por los 201 años de la Independencia, lo cual da cuenta de un enfriamiento de las relaciones bilaterales entre ambos países.
El embajador de Chile en Argentina, Adolofo Zaldívar, quería celebrar en grande los 201 años de la independencia nacional y para ello organizó una celebración anticipada del 18 de septiembre en la sede diplomática ubicada en el exclusivo Barrio Parque de Buenos Aires.
Pero la tensión entre ambos países, entre otros factores por la solicitud de asilo político que presentó en Chile el ex juez argentino Otilio Romano, acusado de 103 delitos de lesa humanidad durante la última dictadura, quedó de manifiesto después que ningún funcionario relevante del gobierno de la presidenta Cristina Fernández llegara a la cita.
El desaire del que fue objeto Zaldívar fue destacado este jueves en un artículo del diario La Nación de Buenos Aires, que destacó que en representación de la Casa Rosada sólo llegaron algunos personeros de «tercer nivel».
La nota recuerda la decisión de la mandataria de restarse además de los festejos oficiales en Santiago por un nuevo aniversario patrio, Parada Militar incluida, aduciendo razones de agenda.
Y es que, según diplomáticos chilenos consultados por el medio trasandino, la ausencia del kirchnerismo en la recepción diplomática, más la determinación de Fernández de no visitar Chile sino hasta después de las elecciones de octubre, dejarían en evidencia que ella «no quiera quedar salpicada en medio de su campaña electoral por algunos de los conflictos o marchas estudiantiles que tenga que enfrentar el presidente de Chile». Y por eso estará representada por sus ministros de Planificación y Defensa, Julio De Vido y Arturo Puricelli, respectivamente.
Este escenario, agrega el artículo, forma parte de «un clima poco amigable para las relaciones bilaterales que hoy transcurren entre la Argentina y Chile».
Las únicas figuras importantes del oficialismo que llegaron al festejo fueron el gobernador de San Juan, José Luis Gioja, y el diputado de esa misma provincia, Ruperto Godoy.
La nota relata que «Ayer (miércoles), entre centollas con limón, frutos de mar, empanadas y vino tinto, se paseaban por los salones de la embajada de Chile los diputados opositores Marcelo López Arias (Peronismo Federal) y Carlos Favario (Demócrata Progresista) y Fernando Iglesias (Coalición Cívica). Todos ellos coincidieron en los corrillos diplomáticos en señalar la ausencia de hombres de la Casa Rosada».
De todas maneras, se indica, los diplomáticos nacionales intentaron contrarrestar la notoria ausencia de representantes del gobierno destacando, indica la nota, «la buena predisposición del gobierno de Piñera de resolver el caso del juez Romano». Eso sí, aclarando que ello no significará una «moneda de cambio» frente al asilo político que Argentina brindó al ex frentista Galvarino Apablaza, acusado por el asesinato del senador Jaime Guzmán y el secuestro en 1991 de Christian Edwards.
