“Es sorprendente y, por qué no decirlo, contradictorio, que quienes aspiran a conducir el Estado, no tengan otro objetivo que relativizar su misión, debilitar su accionar, definir ‘Políticas Públicas’, que no hacen otra cosa que socavar sus bases”, enfatizó Álvaro Rojas.
El rector de la Universidad de Talca, Álvaro Rojas, denunció la existencia de un “Estado abstinente”, que reniega de su propia institucionalidad educacional, especialmente de las universidades que les pertenece, al reprochar el centralismo y con su “injusta distribución de los recursos en la que nos ha correspondido desarrollarnos”.
La autoridad académica lanzó una fuerte crítica al rol del Estado en el desarrollo de la educación pública, en el discurso del trigésimo aniversario de esta la de estudios celebrado este miércoles en Talca.
“Nuestra crítica no es oportunista y ha sido consecuente al menos desde el año 1992”, señaló la autoridad”, y agregó que este juicio ha sido hilo conductor de los discursos oficiales de la corporación, en que se ha hecho presente la falta de atención del Estado con la educación pública, que para él se ha traducido en “descuidos”.
Una manifestación de ello es, según el rector, la vulnerabilidad del sistema universitario, obligado a competir “en un remedo de mercado”, que hace lidiar a instituciones nuevas y centenarias; algunas de la metrópoli, otras de regiones de baja demografía, “insertas en estructuras económicas y sociales débiles e inestables, muy poco atractivas para el arraigamiento de recursos humanos calificados”.
Añadió que el mismo sistema “hace competir a universidades del Estado con entidades privadas, por recursos que ya escasean para las propias universidades públicas. Curiosa esta última paradoja, toda vez que el Estado asigna recursos para el ‘mejoramiento de la gestión’. El Estado ahora debe ayudar a mejorar la gestión privada. Un caso único en el mundo”.
También criticó el descuido con la educación media porque sentencia a jóvenes de determinadas comunas a obtener bajos puntajes en instrumentos de medición.
Como debilidad del sistema se refirió, además, en duros términos a los sistemas de certificación y acreditación de la calidad “vulnerables al lobby, al coaching y a imágenes mediáticas”.
“Hoy paradojalmente algunos destacados prohombres del ambiente público nacional aparecen en este mundo, como tal vez al inicio de la humanidad lo hizo Adán; viéndolo todo por primera vez; reconociendo los efectos y las omisiones de las políticas públicas que ellos mismos ayudaron a consolidar”, recalcó, junto con destacar que escasas iniciativas legales han favorecido a las universidades públicas desde su creación en 1981.
En su opinión, se sigue haciendo más de lo mismo en torno al rol de lo público. “Es sorprendente y, por qué no decirlo, contradictorio, que quienes aspiran a conducir el Estado, no tengan otro objetivo que relativizar su misión, debilitar su accionar, definir ‘Políticas Públicas’, que no hacen otra cosa que socavar sus bases”, enfatizó.
Para el rector Rojas la discusión en torno al tema recién comienza porque la política pública está muy lejos de hacer suyas las demandas reclamadas por la sociedad.
Álvaro Rojas pasó revista al desarrollo alcanzado por la Universidad de Talca, pese a los obstáculos y destacó el séptimo lugar en el ranking nacional de universidades, de la revista América Economía. Al mismo tiempo, dio a conocer algunos anuncios, como la creación de un nuevo campus, el que se levantará en Linares.
