La acusación apuntaba a supuestas irregularidades administrativas en torno al pago de sueldos, viajes y becas a la familia del general, lo que fue rechazado por el órgano fiscalizador tras la investigación correspondiente.
Hace un año se presentó una denuncia anónima en la Contraloría relativa a supuestas irregularidades administrativas que involucraban al ex comandante en jefe de la Fuerza Aérea (FACH), general del Aire Ricardo Ortega y a su familia.
Frente a esto, el órgano fiscalizador inició una investigación que el pasado 7 de octubre concluyó que las acusaciones, que apuntaban a sueldos, viajes y becas que involucraban a la esposa del general, Denise Bernard Shand, y a su hija, Francisca Ortega Benard, no tenían fundamento.
Anteriormente una investigación interna instruida por el Comandante en Jefe de la FACH, Jorge Rojas, concluyó lo mismo.
La denuncia, que fue dada a conocer por este medio en enero pasado, señalaba que la médico especialista del Hospital de la Fach, Denise Bernard, realizó diversos viajes durante el mando de su marido, destinada en comisión de servicio adjunta a la Comandancia en Jefe, “percibiendo la totalidad del viático y el sueldo de parte de ese hospital”. Además, se indicaba que sin mediar concurso público, el general Ortega designó a su esposa en diversos cargos del Hospital de la FACH y que a ésta se le asignó un chofer y un guardaespaldas con cargo a la institución para movilizarla tanto a su trabajo en la FACH como en una clínica privada.
Las tres denuncias fueron desestimadas por la Contraloría. En el primer caso, confirma los viajes al extranjero realizados por Bernard, pero descarta que se hayan realizado fuera de la norma, pago de viáticos o irregularidades en el pago de sueldos. Por otra parte, respalda las jefaturas desempeñadas por la gastroenteróloga y señala que la asignación de un chofer y guardaespaldas se ajusta a las medidas de seguridad que corresponden al Comandante en Jefe y su esposa, según el Reglamento de Régimen Interno de la Comandancia en Jefe de la FACH.
Según la denuncia anónima, la hija del general, Francisca Ortega Bernard, fue contratada por la FACH como abogada, haciendo el curso de oficial y “no obstante llevar menos de un año en la Institución, fue asignada a una misión en Haití, sin tener los méritos suficientes”.
Contraloría concluye que el proceso de nombramiento de oficial en el escalafón de Justicia de Francisca Ortega cumplió con el procedimiento regular para ello, así como en el proceso de selección para ser comisionada a Haití.
[cita]Las tres denuncias fueron desestimadas por la Contraloría. En el primer caso, confirma los viajes al extranjero realizados por Bernard, pero descarta que se hayan realizado fuera de la norma, pago de viáticos o irregularidades en el pago de sueldos.[/cita]
El único tema que el órgano fiscalizador acogió fue lo relativo al contrato de una empleada doméstica que trabajaba con el general Ortega desde hace 20 años, realizado por la FACH. Sobre todo porque pese a que anteriormente ya se había manifestado que este tipo de contratos eran improcedentes en 2008 y se finiquitó el contrato de la señora María Lizama, en enero de 2009 se celebró un nuevo convenio a través del Club de Campo de Oficiales de Quinchamalí.
Contraloría deja establecido que el 25 de febrero pasado, Ortega efectuó la devolución de los fondos pagados por la institución a la señora Lizama durante los meses de enero y febrero de 2009, luego de que la investigación interna de la FACH lo requiriera.
