«Yo no tengo ningún problema en que Ezzati visite a Karadima, es el deber de su pastor, pero primero que no lo haga con un show, ni diciéndole a la prensa el día anterior y segundo violentando tanto a las víctimas», sostuvo.
Juan Carlos Cruz, una de las víctimas del ex párroco de la Iglesia El Bosque, Fernando Karadima, expresó su molestia por la visita que efectuó el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati al religioso el sábado pasado, en el Convento Las Siervas de Jesús en Providencia
«Yo no tengo ningún problema en que Ezzati visite a Karadima, es el deber de su pastor, pero primero que no lo haga con un show, ni diciéndole a la prensa el día anterior y segundo violentando tanto a las víctimas. Si el hubiera dado un mensaje a las víctimas y no te lo digo por mí, lo digo fundamentalmente por tantas víctimas que han sufrido en forma silenciosa que han hablado en el juicio o que sencillamente no han hablado y aquí ha habido familias en donde la gente se ha suicidado», sostuvo el periodista en Radio ADN.
«Francamente un mensaje para esa gente que fue tan violentada por Karadima no habría estado de más y segundo es hacer este show de ir a ver al padre Karadima, que soy el pastor. Esto habla mucho más de una situación que lo he dicho de poner a las víctimas en segundo lugar y en el fondo porque no le toman la seriedad a esto de los abusos sexuales. Tu lo ves con las declaraciones del obispo Vial el otro día sobre esta pobre niñita de 13 años que violó el cura y después le hicieron un aborto, dijo, no yo no sabía que tenía que denunciarlo. Esto fue en el año 1990 o sea tampoco es la edad media», agregó Cruz.
«Entonces hay una negligencia y una impresentabilidad en las declaraciones de los obispos y Ezzati salió a defenderlos después que francamente deja mucho que desear», indicó.
Según el querellante, Karadima «violó y le fregó la vida a tanta gente. Y francamente que sigan con esta tontera y que todavía no le pongan una residencia definitiva cuando este dictamen del Vaticano se hizo en febrero, estamos ya casi en enero, o sea casi a un año del cuento y todavía no se toman en serio todo esto. A mi me violenta todo esto porque soy católico, yo sigo yendo a misa y mucha gente se ríe y me dice, pero como tú, pero yo creo en la iglesia y quiero a la Iglesia y me fijo en todos los hombres y mujeres fantásticos que entregan su vida por la iglesia y esos son los que uno quiere ver, pero estos obispos la están sacando realmente barata. Tenemos una red de protección que se preocupan de sus personas y de su institución que de las víctimas y de los problemas que esto está causando. Es una pena que nuestros obispos sean tan negligentes y encubran crímenes y no les remuerda la conciencia».
«Desde el año 58 hasta el 2010 estamos hablando de cientos de víctimas. Cientos de víctimas y no estoy diciendo sólo de la parte sexual, que ya es horrible, sino también de la parte sicológica porque a mí me chantajeaba con mi secreto de confesión y a otros también. La cantidad de gente que se te acerca después y te dice: Oye gracias tu me representaste porque yo viví eso, entonces estamos hablando cientos de personas que fueron violentadas y a su vez eso tiene un efecto en las familias, con gente que se suicidó y francamente es tremendo», concluyó.
