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Chile tuvo año «complejo» con más de 5.000 manifestaciones, según el gobierno

Al presentar la cuenta pública de su Ministerio, en el Palacio de La Moneda, Hinzpeter remarcó la voluntad de la administración de Sebastián Piñera «de proteger a los miles de chilenos afectados por las marchas».


El ministro chileno del Interior, Rodrigo Hinzpeter, afirmó hoy que el 2011 fue «un año complejo» para el país, debido a las «más de 5.000 manifestaciones» que se llevaron a cabo en el período.

Al presentar la cuenta pública de su Ministerio, en el Palacio de La Moneda, Hinzpeter remarcó la voluntad de la administración de Sebastián Piñera «de proteger a los miles de chilenos afectados por las marchas».

«El orden público es para nosotros fundamental. Sin orden público no hay posibilidad de convivencia civilizada, sin orden público es el terror el que se apodera de nuestras calles», aseguró el ministro, que ha sido criticado por la falta de éxito en la lucha por disminuir la delincuencia.

Las manifestaciones más importantes en Chile fueron este año las convocadas por los estudiantes universitarios y secundarios, movilizados desde el pasado mayo en demanda de una educación pública gratuita y de calidad.

En Chile, el alto coste de las carreras universitarias obliga a los jóvenes a endeudarse en el sistema financiero para solventar sus estudios, mientras los secundarios reclamaban, entre otros puntos, el regreso de la administración de la enseñanza desde los municipios al Ministerio de Educación.

También demandaban la reconstrucción o reparación de los establecimientos destruidos o dañados por el terremoto de febrero de 2010.

El conflicto no se resolvió y las organizaciones se preparan para reanudar sus protestas en 2012, esta vez con la incorporación de los estudiantes de universidades privadas.

A nivel secundario, unos 40 colegios continúan ocupados por sus alumnos, pese a que el curso escolar ya terminó.

Para el ministro del Interior, «manifestarse o protestar no es el problema, el problema está en quienes creen que pueden hacer propicia la ocasión para cometer actos de vandalismo o comportamiento antisocial».

En ese contexto, el ministro valoró positivamente que la Cámara de Diputados haya aprobado en primera instancia un proyecto de ley que criminaliza la participación en marchas no autorizadas y aumenta las penas por conductas como agredir a policías, usar bombas incendiarias o destruir bienes públicos y privados durante las marchas.

Según Hinzpeter, el proyecto establece una regulación «moderna» en materia de orden público, tipificando delitos que no existían en nuestra legislación como el saqueo.

El ministro chileno criticó además a los organismos de Derechos Humanos y a los dirigentes políticos opositores que denunciaron abusos de las fuerzas policiales durante las manifestaciones, lo que calificó de «paradoja».

«Muchos organismos de Derechos Humanos o dirigentes políticos se ocupan mucho de los derechos de los manifestantes, y está bien que lo hagan. Pero son pocos los que ponen su atención sobre los derechos de cientos de miles otros ciudadanos que quieren simplemente hacer su vida en forma tranquila y pacífica», sostuvo.

En ese contexto, lanzó críticas a los líderes que encabezaron durante el año las movilizaciones estudiantiles, como Camila Vallejo y Giorgio Jackson, entre otros.

«Nuestro Gobierno se va a preocupar de que se ejerza el derecho a manifestación, pero también de los chilenos que quieren vivir en paz», dijo.

«En Chile no tenemos, por simpáticos, carismáticos o atractivos que sean, no tenemos grupos privilegiados y todos los chilenos valemos y valen lo mismo ante la ley y son igualmente objeto de la preocupación de este Gobierno», añadió.

Hinzpeter destacó además en su cuenta 2011 la creación de una Subsecretaría de Seguridad Pública y el regreso de Carabineros y la Policía Civil desde el Ministerio de Defensa al del Interior.

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