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Ecologistas critican reacción del gobierno ante incendio en Torres del Paine

Luis Mariano Rendón, coordinador de la entidad, dijo que «el ministro del Interior, informó que ayer habían en terreno 25 integrantes del Ejército y 23 brigadistas argentinos».


Como una «vergüenza nacional», calificó la organización medioambientalista Acción Ecológica el hecho que, de acuerdo a la información oficial entregada por el propio Gobierno, hubiesen casi más brigadistas argentinos que miembros del Ejército de Chile combatiendo las llamas en el Parque Nacional Torres del Paine.

Luis Mariano Rendón, coordinador de la entidad, dijo que «el ministro del Interior, informó que ayer habían en terreno 25 integrantes del Ejército y 23 brigadistas argentinos. Eso es una gran vergüenza para Chile, sobre todo si consideramos que Punta Arenas es la sede de la Quinta División del Ejército, compuesta de tres regimientos reforzados, un regimiento logístico y una brigada. Miles de efectivos y sólo 25 de ellos participando en la defensa de la naturaleza en llamas», fustigó.

«Hubiésemos querido ver al Ministro de Defensa disponiendo en forma oportuna el despliegue de al menos un 10% de la energía y medios que se desplegaron adecuadamente en el caso de la negligencia aérea de Juan Fernández. Hubiésemos querido ver a este Gobierno, que es tan ágil para lanzarle agua a la ciudadanía que lucha por sus derechos, ser igualmente ágil para lanzarle agua a las llamas que consumen nuestro patrimonio natural. Ante la inacción gubernamental, hemos podido ver a través de las redes sociales que se han debido comenzar a organizar grupos de voluntarios en Punta Arenas para ir a defender el Parque», agregó.

El ecologista agregó que esta tardía reacción es una nueva manifestación de la crisis institucional que vive Chile. «De partida, a partir de esta experiencia y sobre todo de la pésima reacción de las FFAA ante el terremoto, se impone incluso un cambio en su denominación. Más que exclusivamente «Fuerzas Armadas», la Nueva Constitución de Chile debiese denominarlas expresamente «Fuerzas de Defensa Nacional», evidenciando que, sin perder su capacidad disuasiva, deben ser efectivamente una fuerza capaz de proteger al país de peligros de diversa índole, especialmente ante las catástrofes naturales. Esas «Fuerzas de Defensa Nacional», además, debiesen estar a disposición, en situaciones de catástrofes locales, de autoridades regionales democráticamente electas, que tengan la capacidad de enfrentar estas situaciones con la participación también de la ciudadanía organizada, sin tener que esperar la distante, y muchas veces lenta y torpe reacción de la jerarquía santiaguina», concluyó.

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