Desde que una comisión encargada por el Ministerio del Trabajo determinó que el sistema de franquicias tributarias necesita una reforma urgente, el fisco ha empezado a hurguetear en un negocio que mueve miles de millones de pesos.
Todas las empresas pueden descontar de impuestos hasta el 1% de lo que gastan en remuneraciones imponibles y usarlos en capacitación para sus trabajadores.
La Ley 19.518 consigna la existencia de Organismos Técnicos Intermedios de Capacitación (OTIC), entidades sin fines de lucro, que reciben este dinero por parte de las empresas y le ayudan a usarlo de la manera más eficiente.
Por esta gestión las OTIC pueden cobrar como “gasto de administración” hasta un 15% del porcentaje que las empresas asociadas usan para capacitar a su personal.
Actualmente, el Sence está en proceso de cerrar una auditoría a algunas de estas empresas. Entre otras cosas, para verificar el buen uso de los recursos, que se manejan en un volumen no despreciable.
[cita]En un correo al que tuvo acceso El Mostrador, CORCIN ofrece a sus asociados financiar el viaje con cargo a los gastos de administración que la ley le permite cobrar a una OTIC por gestionar los recursos gestionados a capacitación.[/cita]
Ninguna de ellas está obligada a permanecer como asociado. En este contexto, el Sence busca acreditar si es común que en este tipo de orfanización se otorguen regalías a modo de incentivos para retener o atraer a las empresas.
El trabajo de los fiscalizadores se ha centrado en verificar si estas regalías, específicamente los viajes, se han pagado con fondos franquiciables, es decir con dinero que luego la empresa descuenta de su carga tributaria, y que supuestamente está destinado a capacitación.
En noviembre del año pasado, una comisión convocada por el Ministerio del Trabajo y liderada por el economista Osvaldo Larrañaga, determinó que el sistema de capacitación debe ser profundamente reformulado.
“Hay OTEC que no capacitan o no capacitan bien. El informe es muy acucioso y dice que los trabajadores no mejoran ni en capacitación ni en empleabilidad con la franquicia. Por eso, vamos a cambiar sustancialmente el Sence”, dijo la ministra del Trabajo Evelyn Matthei después de leer las conclusiones.
La ministra se refería a los Organismos Técnicos de Capacitación (OTEC) las entidades que siguen en el eslabón de la cadena que conduce el dinero destinado a la capacitación.
Poco antes de Navidad, se descubrió que la Constructora Agua Santa a través de una OTEC (Formacap) había usado $10 millones de capacitación para financiar su fiesta de fin de año.
Pero la hebra de la auditoría fiscal parte por ahora en las OTIC, especialmente porque son ellos quienes reciben el dinero fresco de las empresas.
Entre las cosas que investiga el SENCE está el pago de los viajes que algunas de estas entidades ofrecen como “intercambio internacional”.
Aunque un dictamen de Contraloría en 2005 establece que los fondos intercambiados entre las OTIC y sus empresas asociadas son de carácter privado y no dineros públicos, igual se trata de fondos sujetos a franquicia tributaria, que las empresas descuentan luego de su carga impositiva.
En el mismo dictamen la Contraloría especifica en qué pueden ser utilizados los aportes que llegan de las empresas a la OTIC y por cierto, no están consignados los viajes al extranjero.
En efecto, el artículo 23 de la ley que rige al Sence prohíbe que las OTIC intervengan directamente en capacitación. Dejando ese trabajo a las OTEC.
Por lo mismo, el SENCE investiga la posible triangulación del dinero entre organismos. Se está tratando de establecer si algunas OTIC, ofrecen cursos o actividades a través de OTEC con las que están relacionadas.
Otra de estas entidades vinculadas a la capacitación como OTIC es CORCIN, patrocinada por Asexma y que desde hace 5 años organiza “misiones tecnológicas” a España, integradas por representantes de sus asociados.
En un correo al que tuvo acceso El Mostrador, CORCIN ofrece a sus asociados financiar el viaje con cargo a los gastos de administración que la ley le permite cobrar a una OTIC por gestionar los recursos gestionados en capacitación.
En el correo de CORCIN a sus asociados, la entidad ofrece financiar el viaje a España que cuesta $3 millones con cargo a “una cuenta 2 que es la diferencia entre el 6% de administración real y el 15% que como tope permite la ley”. En la práctica “es un 9% del total que sirve para cargar cursos que no tienen código Sence asesorías, pasajes, relatorías, gastos materiales de cursos, etc”.
En un comunicado, la empresa explica que “Corcin contrata los Servicios de una Consultora externa que organiza y propone la forma de financiamiento a la empresa participante de la Misión Tecnológica. Los acuerdos son entre privados y Corcin sólo se preocupa de invitar y generar el nexo con la Consultora. El pago del costo del viaje de la misión, lo realizan directamente las empresas y en algunos casos personas naturales de forma particular de su propio presupuesto personal”.
Paralelamente Corcin, vinculada a Asexma -que preside Roberto Fantuzzi-, envió el programa detallado de las actividades que se realizaron durante el viaje en junio de 2011. Entre ellas un encuentro con el embajador Sergio Romero.
Una fuente de la empresa asegura que “la mayoría de las OTIC son serias, pero es muy probable que por esta auditoría se ensucie la imagen de todas”.
Por ahora, el SENCE tiene la investigación “en proceso final” y sin fecha definitiva de cierre, la cual podría concretarse en las próximas semanas.
