El legislador manifestó que durante el año pasado se reunió con la ministra Evelyn Matthei, quien se comprometió a crear una mesa de trabajo, lo que aún no sucede.
El diputado del PPD, Ramón Farías, criticó duramente la lentitud con la que a su juicio han reaccionado las autoridades del Ministerio de Trabajo ante lo que calificó como «reiterados incumplimientos de la empresa de transporte Tur-Bus».
El parlamentario dijo que «durante el año 2011, en conjunto con la Confederación Bolivariana de Trabajadores del Transporte, nos reunimos con la ministra Matthei para entregarle los antecedentes de cómo las distintas empresas vulneraban los derechos de los conductores, principalmente en cuanto a los descansos correspondientes».
En esa ocasión el parlamentario y el gremio, en donde se encontraba un representante del sindicato de Tur-Bus, acudieron hasta las dependencias del ministerio para reunirse con la secretaria de Estado.
«En esa ocasión se comprometió la creación de una mesa de trabajo que hasta hoy esperamos, incluso el dirigente de la empresa cuestionada detalló cuáles eran las prácticas cotidianas para esconder las irregularidades y no permitir que los conductores descansaran el tiempo suficiente», explicó.
Además, Farías también señaló que en el año 2006 presentó un proyecto de ley que agregaba un artículo al Código del Trabajo regulando el descanso de los trabajadores de la locomoción colectiva interurbana al momento de hacerse efectivo.
«Luego el año 2010 solicité que se desarchivara esa iniciativa e hice un llamado a las autoridades correspondientes para que dieran prioridad a este proyecto, pero no tuve respuesta satisfactoria», indicó el legislador.
«¿Cuántas personas debieron morir antes de actuar con firmeza? Las autoridades conocían la situación hace mucho, la misma ministra afirmó que Tur-Bus es la empresa con más incumplimientos, entonces ¿por qué se esperó tanto para reaccionar?», cuestionó Farías.
Finalmente, el legislador del PPD afirmó que espera que esta vez sí «se aplique el rigor de la ley contra estas empresas que ya han hecho de los incumplimientos una práctica cotidiana, y que prefieren pagar multas antes de respetar los derechos de los trabajadores y la vida de los pasajeros que transportan».
