Respecto a lo que plantea el acuerdo DC-RN, el jefe de Estado dijo que al estudiar la historia del país, la tradición y la naturaleza del pueblo, “se convence de que el mejor régimen para Chile es el presidencial y no el parlamentario, que conocimos en alguna época y no dio buenos resultados. Tampoco el régimen presidencial es el mejor, pero no por eso debemos dormirnos en los laureles y no seguir perfeccionándolo, haciéndolo más transparente, más participativo y comprometer e involucrar más al Congreso en las grandes tareas”.
El Presidente Sebastián Piñera dio una señal de autoridad tras el desafío del timonel de RN, Carlos Larraín, luego del acuerdo con la DC para modificar el sistema binominal y colocar en el debate el cambio de régimen político, lo cual ocasionó una importante disputa al interior del oficialismo con dimes y diretes entre dirigentes de ambos partidos de gobierno y que tensionó las relaciones dentro de la Alianza.
En una entrevista con el diario El Mercurio, el mandatario da un golpe de timón a las pretensiones de Larraín al señalar que la modificación al sistema binominal no es un tema prioritario para su gobierno, explicando de paso las virtudes que posee como son la estabilidad y la gobernabilidad política.
Piñera estimó que el binominal “jugó su rol en un período de tiempo y fue importante para lograr la exitosa transición que tuvimos, pero esa etapa ya se cumplió. Cuando me hablan del «sistema proporcional moderado», yo les pregunto, ¿cuál es la diferencia entre un «sistema proporcional moderado» y un «sistema mayoritario moderado»? Son palabras. Mientras no entremos a lo concreto y específico, es difícil opinar. Lo cierto es que la Concertación tuvo 20 años para cambiar el sistema electoral y nunca se puso de acuerdo en ninguna fórmula concreta”.
Y agrega que es partidario de perfeccionar el sistema electoral, de mantener su naturaleza mayoritaria, “porque da estabilidad, da gobernabilidad, tiende a la creación de grandes bloques, con capacidad de diálogo entre ellos y con cierto grado de moderación; pero también creo que este sistema requiere correcciones para darle más opciones y más posibilidades de elegir a la gente, para darles mayor representatividad a los ciudadanos, para darles mayores opciones a las fuerzas políticas emergentes significativas, y generar mayor competencia entre candidatos”.
El acuerdo alcanzado entre RN y la DC consiste en modificar el régimen político de uno presidencial a otro semipresidencial con la figura de un primer ministro, además de cambiar el sistema binominal a uno proporcional moderado. Sin embargo, la propuesta causó la molestia al interior del gremialismo que se opone a la transformación del binominal, especialmente, porque el pacto entre ambas colectividades se hizo a “espaldas” del gobierno y de la UDI.
El propio mandatario reconoce que no estaba al tanto del acuerdo que preparaba RN y la DC, a pesar que el timonel del partido de Antonio Varas dijo que había comunicado a sus socios el inicio de conversaciones con la falange para lograr este pacto. Además, el presidente del gremialismo, Juan Antonio Coloma también negó que se le haya comunicado las conversaciones con Ignacio Walker para modificar el sistema binominal y el régimen político.
En cuanto al desorden al interior de la Alianza, Piñera hace una metáfora al compararlo con un barco que tiene “el rumbo claro, el timón firme, las velas desplegadas y los motores funcionando. Ahora., la tripulación hace mucho ruido, genera conflictos de menor cuantía, por supuesto que sí. Pero le aseguro que ninguno de esos ruidos ha desviado en un milímetro el rumbo, ni ha debilitado las velas, ni los motores, ni la convicción del capitán de llevar el barco a un buen puerto”.
Respecto a lo que plantea el acuerdo DC-RN, el jefe de Estado dijo que al estudiar la historia del país, la tradición y la naturaleza del pueblo, “se convence de que el mejor régimen para Chile es el presidencial y no el parlamentario, que conocimos en alguna época y no dio buenos resultados. Tampoco el régimen presidencial es el mejor, pero no por eso debemos dormirnos en los laureles y no seguir perfeccionándolo, haciéndolo más transparente, más participativo y comprometer e involucrar más al Congreso en las grandes tareas”.
Además, estima que como Presidente ha impulsado el diálogo y el debate para los cambios políticos, primero al interior de la Alianza y cuando se tenga el acuerdo se buscará convencer a las demás fuerzas políticas.
Sobre los plazos, Piñera señala que eso dependerá de la voluntad, la flexibilidad y de la capacidad de reflexión de la Alianza y de las fuerzas políticas, “pero hay otras prioridades más urgentes que cambiar el binominal. No podemos esperar para implementar la reforma a la educación o el Ingreso Ético Familiar, que nos va a permitir derrotar la pobreza extrema, o la reforma a la salud o enfrentar la crisis económica y proteger el crecimiento y los empleos”.
