«uno de los desafíos más importantes por los que persistentemente viene abogando el Poder Judicial y que reafirmo en esta oportunidad, es el de alcanzar el mayor grado de autonomía que su posición como Poder del Estado requiere, principalmente en razón de la garantía eficaz de los derechos fundamentales, una justicia competente, laboriosa, libre de toda influencia ajena al Derecho mismo, en favor de todas las personas sin distinción de ninguna clase», sostuvo.
“El Estado de Derecho sólo puede ser eficazmente garantizado por una Judicatura realmente independiente, en una posición de igualdad con el resto de los órganos constitucionales al compartir con ellos el ejercicio de la soberanía nacional», afirmó este jueves el presidente de la Corte Suprema, Rubén Ballesteros, durante un discurso ante el pleno del máximo tribunal que dio inicio al año judicial 2012.
Ballesteros aludió así a una de las polémicas que enfrentó el año pasado a jueces y fiscales con el gobierno, y especialmente con el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, luego de las críticas de éste a cómo desempeñaban su labor y su propuesta de condicionar los ascensos de los magistrados de acuerdo a los fallos condenatorios emitidos.
Al respecto Ballesteros afirmó que «uno de los desafíos más importantes por los que persistentemente viene abogando el Poder Judicial y que reafirmo en esta oportunidad, es el de alcanzar el mayor grado de autonomía que su posición como Poder del Estado requiere, principalmente en razón de la garantía eficaz de los derechos fundamentales, una justicia competente, laboriosa, libre de toda influencia ajena al Derecho mismo, en favor de todas las personas sin distinción de ninguna clase”.
Agregó que la mayor judicialización se origina en una ciudanía que exige mayor respeto por sus derechos, el control de las arbitrariedades y abusos de algunos agentes de la Administración pública y de servicios del sector privado.
Asimismo, rechazó de plano las críticas por una supuesta intromisión de la Judicatura en los asuntos públicos y dijo que el Poder Judicial no puede abstraerse de la esfera de lo público en una sociedad pluralista.
“La crítica que en ocasiones se hace al Poder Judicial respecto de los pronunciamientos que efectúa tanto en lo jurisdiccional, en asuntos sometidos a su resolución donde rige el principio constitucional de inexcusabilidad, como respecto de materias relativas a proyectos de leyes, que la propia Constitución le requiere, es errada”, afirmó.