Rolando Jiménez criticó que el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, no haya ido a visitar al joven mientras agonizaba en la Posta Central, en circunstancias que sí concurrió a visitar al ex párroco Fernando Karadima, condenado por El Vaticano por abusar sexualmente de menores de edad.
El vocero de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, a nombre del arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, lamentó y repudió la muerte de Daniel Zamudio y aseguró que «no se puede construir el futuro de la comunidad humana» sobre la base de la «intolerancia, agresión y violencia».
El portavoz espera que en la investigación del crimen se establezca claramente la verdad y se haga justicia.
Sobre la ausencia del arzobispo Ezzati en la Posta Central para visitar a Zamudio, Coiro dijo que el presidente de la Conferencia Episcopal delegó esa función al vicario de la Esperanza Joven, Francisco Llanca Zuazagotía. Esto, en medio de las críticas del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) cuyo presidente, Rolando Jiménez, criticó al arzobispo por haber visitado al ex párroco de El Bosque Fernando Karadima, condenado por El Vaticano por abusos sexuales contra menores, pero no a Zamudio.
«El rechazo a la discriminación y el acompañamiento a las personas homosexuales y el respeto de sus dignidades es bien conocido por la opinión pública. Coincidió con la ausencia de monseñor Ezzati del país acompañando al santo padre por su visita por México, pero el vicario de la Esperanza Joven, que es la persona a quien el arzobispo le encargó especialmente una presencia directa, estuvo con él y con sus familiares», dijo Coiro.
Con respecto a las acusaciones de homofobia por parte de la Iglesia Católica que realizó Rolando Jiménez, presidente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), Coiro afirmó que «no hay nada más contrario a la voluntad de la Iglesia».
Esta imagen acompaña la declaración de la Conferencia Episcopal enviada a los medios de comunicación sobre el caso de Daniel Zamudio.
«Si por homofóbicos entendemos la promoción de ataques, agresiones, de exclusiones o discriminaciones, no hay nada mas contrario a la voluntad de la iglesia y a la de cualquier cristiano o un seguidor de Jesucristo o un discípulo, un misionero de Jesucristo, que denostar a las personas por su raza, por su condición, por su edad, por su sexo o por sus creencias», recalcó.
