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El ministro de Energía (s) que tiene fecha de vencimiento

Marcela Jiménez
Por : Marcela Jiménez Periodista de El Mostrador
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Los problemas del secretario de Estado no pasan solamente por la Ley de Procedimiento Administrativo. Tiene un registro de malas relaciones con el Congreso e incluso estuvo vetado por la Comisión de Energía del Senado de asistir a las sesiones de ésta y al hemiciclo de la Cámara Alta, debido a un fuerte altercado que protagonizó hace más de dos meses con varios parlamentarios. Por su parte, el empresariado ya expresó su preocupación por la falta de continuidad de la política energética.


Es evidente la intención de La Moneda por dar vuelta la página en el episodio de la bullada renuncia de Rodrigo Álvarez (UDI), para no seguir ahondando en las desprolijidades de la conducción política que ésta reflotó. Pero también, porque necesitan un sucesor que tome las riendas del Ministerio de Energía cuánto antes, en el entendido que el Gobierno no tiene contemplado ratificar a Sergio del Campo en dicha cartera, lo que sería una decisión presidencial ya tomada. Así, el debut del ministro subrogante tendría, a todo evento, fecha de vencimiento para evitar más tensiones en una cartera que posee una agenda compleja y que ha tenido una rotación de cuatro ministros en sólo dos años.

La designación de Del Campo como subrogante de Álvarez se debió a la premura de los hechos, considerando que la filtración a la prensa de la renuncia del ex ministro precipitó su salida inmediata por orden del Presidente. Su condición de subsecretario de la cartera facilitaba las cosas por unos días, aunque conocida la noticia se prendieron varias alarmas, las que bloquearían cualquier posibilidad de que Del Campo quede como titular.

La mayoría de los senadores de la Comisión de Energía del Senado advirtieron de los reparos a la designación de Del Campo, reclamando incompatibilidad con la Ley de Procedimiento Administrativo, debido a que fue gerente general de la Empresa Termoeléctrica Guacolda —de propiedad de Gener— entre marzo de 2002 y hasta el 3 de febrero de 2011, cuando fue nombrado subsecretario.

En virtud dicha norma, “las autoridades y los funcionarios de la Administración deben abstenerse de intervenir en un procedimiento administrativo, cuando tengan relación de servicio con persona natural o jurídica interesada directamente en el asunto, o haberle prestado en los dos últimos años servicios profesionales de cualquier tipo y en cualquier circunstancia o lugar”.

La senadora (PS) Isabel Allende —presidenta de la Comisión de Energía del Senado— hizo hincapié en que el ministro (s) “no podrá intervenir en ninguna decisión que tenga relación con el mercado de generación eléctrica hasta el 3 de febrero de 2013, fecha en que recién se cumplirán los dos años que le exige la ley”.

[cita]“Estamos abocados y trabajando en la búsqueda de un nuevo ministro de Energía”, reconoció ayer el ministro Andrés Chadwick. Ello, porque trascendió que desde Asía, el Presidente Piñera ya habría dado señales claras y precisas que Del Campo no será ratificado.[/cita]

Su paso por Guacolda también genera anticuerpos en la industria eléctrica, que ayer expresó su preocupación por la falta de continuidad en la dirección del Ministerio de Energía en un artículo de El Mercurio. La razón sería que Del Campo es hombre de Bruno Philippi y José Antonio Guzmán, los pesos pesados del sector, lo que provoca suspicacias en el resto de los actores.

En La Moneda aseguraron ayer desconocer las “incompatibilidades” que tendría Del Campo. Estas, no sólo lo complicarían para liderar la cartera de Energía, sino que también queda en un escenario incómodo para mantenerse como subsecretario. Al respecto, el vocero Andrés Chadwick fue categórico: “No tengo ningún antecedente sobre la materia”.

Sin embargo, ha circulado la versión de que la semana pasada se habría considerado la salida de Del Campo desde la subsecretaría, precisamente por este tema y su pasado en Guacolda, pero la salida de Álvarez habría dejado todo en statu quo por unos días.

La pelea y el veto

Los problemas con Del Campo no pasan solamente por la Ley de Procedimiento Administrativo. Tiene un registro de malas relaciones con el Congreso e incluso estuvo vetado por la Comisión de Energía del Senado de asistir a las sesiones de ésta y al hemiciclo de la Cámara Alta, debido a un fuerte altercado que protagonizó hace más de dos meses con varios parlamentarios en el marco de la discusión de la llamada Ley 20/20, que establece una meta de 20% de energías renovables no convencionales (ERNC) al año 2020.

Durante una sesión de la Comisión de Energía del Senado en que se discutía precisamente esta moción parlamentaria, el entonces subsecretario expresó abiertamente su rechazo a la propuesta, utilizando un tono insultante —según relataron varios de los presentes— con algunos senadores y acusó a otros, como el independiente Carlos Cantero, de actuar en contra de las políticas energéticas del gobierno con este proyecto.

La Ley 20/20 es de autoría transversal de los senadores Antonio Horvath (RN), Jaime Orpis (UDI), Allende, Ximena Rincón (DC), Cantero y José Antonio Gómez (PRSD). Ya fue aprobada en la Cámara Alta y debe ser vista en la Cámara de Diputados, pero cuenta con el rechazo abierto del ex gerente general de Guacolda y hoy ministro (s) de Energía.

Desde ese episodio, Del Campo fue vetado en el Senado. Al parecer, el ministro (s) se había disculpado por el impasse hace poco con Cantero, pero eso no evitó que el senador afirmara ayer que en estos momentos “no hay interlocutor válido en el Ministerio de Energía”.

La búsqueda

“Estamos abocados y trabajando en la búsqueda de un nuevo ministro de Energía”, reconoció ayer el ministro Andrés Chadwick. Ello, porque trascendió que desde Asía, el Presidente Piñera ya habría dado señales claras y precisas que Del Campo no será ratificado.

El sucesor Álvarez sólo se zanjará una vez que el Mandatario regrese al país, este sábado. La búsqueda es con pinzas, porque todo apunta a que no hay interés en abrir un nuevo flanco de críticas con otro caso de incompatibilidad y en un ministerio en el cual, La Moneda necesitar dar señales claras ante temas tan complejos como HidroAysén, Castilla y otros, que sacan más de una roncha en el gobierno.

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