El pasado febrero, un alud provocado por las lluvias del llamado «invierno altiplánico» desplazó parte de las minas, lo que provocó el cierre temporal de la carretera que une a ambos países y el malestar de las autoridades de Lima. «Estamos trabajando muy en común y muy armónicamente para resolver este problema», aseguró el canciller Alfredo Moreno.
Los Gobiernos de Chile y Perú acordaron que una empresa privada internacional levante las minas antipersonales y antitanques sembradas en la frontera común desde los años 70, según informó este viernes el ministro de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno.
El pasado febrero, un alud provocado por las lluvias del llamado «invierno altiplánico» desplazó parte de las minas, lo que provocó el cierre temporal de la carretera que une a ambos países y el malestar de las autoridades de Lima.
Las minas, unas 12.000 antipersonales y 10.900 antitanques, fueron sembradas por los militares chilenos en un período de tensión de las relaciones bilaterales durante los años 70.
Según los enviados especiales de la prensa chilena a la Cumbre de las Américas, que se celebra en Cartagena de Indias (Colombia), Perú aceptó el jueves una propuesta sobre el levantamiento de las minas por parte de una empresa privada, que el presidente chileno, Sebastián Piñera, había presentado en la víspera a su par peruano, Ollanta Humala.
El acuerdo fue sellado por los cancilleres de Chile, Alfredo Moreno, y de Perú, Rafael Roncagliolo, que se reunieron la tarde del jueves en un café de Cartagena de Indias.
La reunión, dijo Moreno a los enviados especiales, tuvo por objeto definir los alcances del trabajo a realizar por la empresa que se contrate, que no podrá ser chilena ni peruana.
«Ya conversaron los dos presidentes, y yo sólo he seguido con el canciller (Roncagliolo), de manera de hacer operativas las decisiones que se han tomado», precisó el jefe de la diplomacia chilena.
«Estamos trabajando muy en común y muy armónicamente para resolver este problema», añadió Moreno, para quien «en todos los países es habitual utilizar empresas especializadas en estas materias (…), en este caso nos permite agilizar y hacer rápidamente el trabajo».
El área de riesgo, dijo, tiene una superficie «de unas siete u ocho hectáreas».
Tras el desplazamiento de las minas, el pasado febrero, el despeje del área estuvo a cargo de militares chilenos que, según Perú, supuestamente cruzaron la frontera, lo que llevó al Gobierno peruano a presentar una protesta formal de protesta.
En Chile, las autoridades negaron el cruce de la frontera, pero subrayaron su derecho a disponer «la implementación inmediata de las medidas necesarias para el resguardo de la seguridad de las personas».
La semana pasada, Perú había planteado la realización de un desminado conjunto, lo que fue rechazado por Chile, sobre la base de que en la demanda por los límites marítimos que debe resolver el tribunal de La Haya Perú afirma que la frontera terrestre empieza 260 metros más al sur de lo que plantea Chile.
Ese pedazo de suelo es, justamente, el punto al que se desplazaron las minas a causa del alud.
Según las autoridades chilenas, la empresa internacional que se contrate trabajará a ambos lados de la frontera, lo que evitará la presencia de miliares de uno u otro país.
