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Confech busca apoyo en Australia para la gratuidad de la educación

Durante su visita el también presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción pudo comparar los sistemas de créditos universitarios de Chile y Australia, en donde la diferencia es que en el primer caso el compromiso se adquiere con la banca privada y en el segundo con el Gobierno.


El portavoz de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), Recaredo Gálvez, dijo que su gira por Australia busca el apoyo internacional en favor de una educación superior gratuita en el país.

Gálvez, una de las figuras de las protestas estudiantiles de 2011, fue invitado por la australiana Red de Solidaridad con Latinoamérica (Latin Lastnet) para dar una serie de charlas y reunirse con dirigentes de organizaciones en las ciudades de Sidney y Melbourne este mes.

Durante su visita el también presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción pudo comparar los sistemas de créditos universitarios de Chile y Australia, en donde la diferencia es que en el primer caso el compromiso se adquiere con la banca privada y en el segundo con el Gobierno.

Los costos de la educación superior en Chile y en Australia «son similares», pero «los ingresos y la distribución de la riqueza es abismal», acotó Gálvez en una entrevista telefónica con Efe.

Gálvez también criticó la propuesta de reforma tributaria del Gobierno de Sebastián Piñera para impulsar la educación en Chile por considerar que se trata de una medida de macetero, en donde «se busca instalar las semillas que permitan germinar el sistema (neoliberal)».

Esta propuesta «no integra a otros movimientos sociales» acotó el dirigente estudiantil al arremeter contra la pretensión del gobierno chileno de «seguir incrementando la participación de bancos privados en el sistema educativo».

En Chile las universidades públicas no son gratuitas, por lo que en unas o en otras los jóvenes tienen que pagar mensualidades que en prácticamente todos los casos son superiores al salario mínimo, fijado en 182.000 pesos.

El Gobierno de Piñera ya promulgó en enero pasado una ley para que unos 110.000 universitarios reprogramen su deuda, pero los estudiantes aún no logran imponer sus demandas, admitió el joven.

Por ello, Gálvez manifestó que el movimiento buscará un mayor apoyo de la sociedad civil y organizaciones chilenas e internacionales y anunció nuevas protestas callejeras en 2012.

Respecto a las acusaciones que pesan sobre él por supuestamente haber arrojado una bomba molotov contra un carabinero el año pasado durante una protesta de apoyo a los damnificados de Dichato, Gálvez aseguró que lo único «incendiario» son sus «palabras».

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