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Banco de Chile arriesga multas por envío erróneo de cartolas de cuentas corrientes

A la Superintendencia del sector le urge saber quiénes recibieron por error los datos personales de otros clientes y saber si la empresa tomará los resguardos necesarios para que no se haga mal uso de estos. Para ello trabaja de forma conjunta con el Sernac. En 2008, la institución financiera controlada por el Grupo Luksic ya había sido multada por un tema relacionado a las transferencias electrónicas de fondos.


Tras la situación que afectó a los clientes del Banco de Chile por el envío erróneo de las cartolas de cuentas corrientes, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) ofició a la empresa exigiendo información sobre el número de afectados, las medidas que se tomarán para resguardar la seguridad de los datos personales de los consumidores y la forma en que compensarán eventuales daños.

La principal preocupación del organismo, que hasta ahora ha recibido cerca de 70 reclamos, es que la empresa informe a los consumidores quién tuvo acceso a sus datos personales y que se tomen los resguardos necesarios para que no se haga mal uso de ellos.

El Sernac ya mantiene una mediación colectiva en curso con el Banco de Chile por más de 100 reclamos de consumidores afectados por los reiterados problemas de la página web de la institución y que han derivado en dificultades para realizar transacciones o dobles cobros. El organismo está indagando si estos problemas se relacionan con lo ocurrido respecto a las cartolas.

Para el director del servicio, Juan Antonio Peribonio, “las empresas deben ser profesionales, entregar un servicio de calidad,  solucionar los problemas apenas conocidos y compensar el daño de existir consumidores afectados. En especial cuando están en juego datos personales tan relevantes como información financiera de la que se puede hacer mal uso. Los consumidores no tienen por qué pagar los platos rotos por los problemas de las empresas”.

Asimismo, recordó que es el Banco quien debe responder ante sus clientes aunque el problema se haya originado por otros proveedores.

El Sernac está trabajando en coordinación con la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) quien en base a sus facultades está investigando la situación y ha instruido al Banco para que entregue antecedentes de las causas que originaron el problema.

Por su parte, el Banco de Chile salió ayer a aclarar la equivocación: «De acuerdo a la información entregada por nuestro proveedor Xerox de Chile S.A., en el proceso de generación y despacho mediante correo electrónico de las cartolas de cuenta corriente del mes de junio, dicha empresa incurrió en errores al adjuntar a la comunicación cartolas equivocadas».

«El banco ha dispuesto el envío de las respectivas cartolas de cuentas corrientes a sus destinatarios a la mayor brevedad. El Banco de Chile ha adoptado, y adoptará en su oportunidad, las medidas para hacer efectivas las responsabilidades legales correspondientes, tanto a los responsables de los hechos, como a quienes puedan hacer mal uso de la información de nuestros clientes», agregó la entidad bancaria a través de un comunicado de prensa.

En tanto, Xerox manifestó «sus más sinceras disculpas», explicando que el hecho se originó «de un error de sistema en los proceso de construcción de los correos electrónicos que contienen la información y que se envían mensualmente a cada cliente».

«Esto debido a un traslape en el sistema automático que crea la secuencia que integra el documento adjunto con el mail al destinatario, levantándose una alarma el día Domingo durante la noche. Habiendo detectado el error, se detuvo de inmediato el proceso a fin de hacer las correcciones necesarias para restablecer la sincronía en la composición dinámica de los documentos. Desgraciadamente algunos documentos ya habían sido despachados incurriendo en este error», detalló.

En febrero de 2008, la institución financiera controlada por el Grupo Luksic ya había sido multada por un tema relacionado a las transferencias electrónicas de fondos. En esa ocasión, la Superintendencia de Bancos multó con $ 3 millones al Banco de Chile, por no entregar un dispositivo de clave electrónica (o Digipass) a todos sus clientes que lo solicitaron, incumpliendo con lo dispuesto por la autoridad para la segunda clave en transferencias electrónicas.

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