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La apuesta estratégica de Piñera tras la guerra de titulares sobre la pobreza

Marcela Jiménez
Por : Marcela Jiménez Periodista de El Mostrador
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La jugada, afirman en La Moneda, es anunciar el próximo año que están ad portas de cumplir la promesa presidencial de terminar con la indigencia. “Estamos jugados a eso, a que el próximo año la indigencia sea uno punto algo y a la siguiente bajo el 1%, el Presidente nos apura en eso”.


Durante las últimas semanas de este mes el Centro de Estudios Públicos (CEP) ha desarrollado el trabajo de campo de su cotizada encuesta, la misma que en abril dio magras cifras de aprobación al gobierno de Sebastián Piñera (sólo 24%) y dejó a la ex Presidenta Michelle Bachelet con una insuperable ventaja de aprobación ciudadana. Por ello, se ha visto un intenso despliegue en terreno de los presidenciables del oficialismo —los ministros Laurence Golborne, Andrés Allamand (RN) y Pablo Longueira (UDI)— al punto de hasta bailar bachata ante las cámaras de televisión.

Sin embargo, también esa ofensiva se implementa desde La Moneda, que se juega cartas no menores estas semanas a la luz de los resultados de la encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen), imponiendo el titular que se logró disminuir la pobreza de 15,1% a 14,4%. Esto es la posibilidad de mostrar de cara a las presidenciales 2013 el “cumplimiento” de la promesa gubernamental de terminar con la indigencia.

El viernes con el anuncio de la disminución de la pobreza, el martes para dar a conocer las cifras de desigualdad y el miércoles con las de empleo, la puesta en escena fue la misma. Durante la mañana, el Presidente Piñera, el ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, una locación en terreno con personas que ejemplifican el ítem y ponen “rostros” al discurso, una pizarra y un par de cifras duras de la Casen en boca y explicadas por el propio Mandatario. El paso por los matinales de la televisión abierta reforzaba esa línea al máximo.

En la última CEP de abril Piñera quedó bastante mal parado, con un 59% de rechazo, una desaprobación que en los estratos bajos llegó a 61%. Pero más allá de repuntar en este termómetro político, detrás del despliegue de La Moneda está la meta impuesta por el propio Presidente que, en público y en privado —en Chile y en el extranjero—, ha asegurado que al concluir su mandato va a terminar con la extrema pobreza, que en esta última Casen bajó de 3,7% a 2,8%.

Sólo el último 21 de mayo, Piñera volvió a reiterar este compromiso: “Hoy, en pleno siglo XXI, 640 mil compatriotas siguen viviendo, o más bien sobreviviendo, en la pobreza extrema y más de 2,5 millones, incluyendo uno de cada cuatro niños, en la pobreza. Estamos trabajando para derrotar la pobreza extrema durante nuestro gobierno y sentar las bases para terminar con la pobreza antes que termine esta década”.

La posibilidad de mostrar logros concretos en esa promesa presidencial se sustenta en algunos factores. La Casen a partir de ahora pasará a ser tomada anualmente y tal como comentan en la propia Moneda “nos quedan dos más antes que se termine el gobierno”. Entre octubre y diciembre comenzará el trabajo de campo de la encuesta para el 2012, la cual como siempre considerará los ingresos de las familias del mes de noviembre.

Un punto relevante y donde el gobierno tiene puestas sus fichas es en el Ingreso Ético Familiar, que comienza a pagarse el 1 de septiembre próximo. Las 170 familias en extrema pobreza del país recibirán un conjunto de bonos que en promedio sumarán 53 mil pesos mensuales extras. Hasta hoy, el promedio del ingreso autónomo (que las familias autogeneran) del 10% más pobre del país es de 85.741 pesos mensuales, a lo que se agregan unos 49.367 pesos cada mes de subsidios estatales, los que implican el 57% de los ingresos monetarios de este sector.

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Todo apunta a que el fuego cruzado que se ha visto la última semana entre ambos bloques por las cifras de la Casen, sólo irá en aumento a medida que se acerquen las presidenciales, ya que en la oposición aseguran que una de las intenciones estos días era tratar de “rayar” el liderazgo de la ex Mandataria y por ende su posible retorno a la política nacional con miras al 2013.[/cita]

 Ese umbral de 135 mil pesos del 10% más pobre —que en el índice 10/10 para medir la desigualdad la Casen comparó con el 10% más rico con un promedio de sueldo de sólo 3 millones 52 mil 108 pesos— aumentará desde septiembre en los 53 mil del Ingreso Ético Familiar, por ende quedará registrado en la próxima Casen. En Palacio, de hecho, gracias a ello ya apuestan a que en la Casen 2012 la indigencia bajará del 2,8% a una cifra inferior a 2%, la cual se conocerá en plena contienda presidencial.

“Esa es la jugada”, afirman en La Moneda, poder anunciar el próximo año que están ad portas de cumplir la promesa presidencial de terminar con la indigencia. “Estamos jugados a eso, a que el próximo año la indigencia sea uno punto algo y a la siguiente bajo el 1%, el Presidente nos apura en eso”, comentan en el gobierno.

La lucha contra la pobreza es una bandera que la derecha le ha disputado los últimos años a la Concertación, que tuvo la hegemonía con el “Crecer con Igualdad” de Ricardo Lagos, el programa Chile Solidario, el programa Puente y el “Chile Contigo” de Bachelet. Todo apunta a que el fuego cruzado que se ha visto la última semana entre ambos bloques por las cifras de la Casen, sólo irá en aumento a medida que se acerquen las presidenciales, ya que en la oposición aseguran que una de las intenciones estos días era tratar de “rayar” el liderazgo de la ex Mandataria y por ende su posible retorno a la política nacional con miras al 2013.

Sea así o no, lo cierto es que en los últimos días una de las frases que más se ha escuchado es que durante el gobierno de Bachelet la pobreza subió. “La pobreza en el país venía cayendo sistemáticamente y desgraciadamente entre el año 2006 y el 2009, por muchas razones, experimentamos un retroceso en materia de pobreza, la cual en vez de seguir bajando volvió a subir”, como afirmó el propio Presidente Piñera durante el fin de semana en varios medios de comunicación.

Las críticas

La encuesta Casen es un instrumento de medición que define políticas públicas, la focalización de políticas sociales. Después del Censo es la muestra más grande que se toma en el país y su realización tiene un costo de dos mil millones de pesos, asignados vía Presupuesto.

Cifras no menores cuando estos días tanto el formato como el contenido han generado críticas duras y se ha cuestionado más de una cifra, reparos que han pasado desde el hecho que no se conoció el margen de error de la Casen para asegurar que la baja de 0.7% de la pobreza implicaba una variación estadísticamente significativa, hasta los cuestionamientos por instalar el sueldo promedio del país en 800 mil pesos mensuales, lo que implica que más del 70% de la población está bajo ese umbral.

En una columna difundida esta semana, el presidente del Senado, Camilo Escalona, cuestionó que un instrumento público de esta trascendencia quede en tela de juicio y consideró un “engaño” las cifras del gobierno y que está generando una “grave distorsión”. Puso el acento en “que los subsidios permiten mejorar la participación en la distribución de la riqueza nacional de los sectores más pobres. Pero, de acuerdo con las estadísticas, hay dos medidas que influyen en el mejoramiento del 10 por ciento de los sectores más pobres que no son del régimen de Piñera, que es la Reforma Previsional y, especialmente, la pensión básica solidaria, que influye mucho en el grupo del 10 por ciento más pobre, porque se entrega a cada persona por separado, no es al grupo familiar. Otra medida es la subvención educacional preferencial, que es también herencia del gobierno de Bachelet”, declaró.

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