Renuncia con elástico del presidente de RN
El timonel, quien había enfatizado que su salida era definitiva, optó finalmente por la mesura al reconocer que dejar el cargo generaba «algunas consecuencias que no había medido». Fue así como cobró relevancia el papel del ex ministro de Defensa, quien fue el encargado de anunciar que el senador se quedaba al frente de la colectividad oficialista. [Actualizada]
El senador Carlos Larraín continuará finalmente como presidente de Renovación Nacional, cargo al cual renunció la tarde del lunes para hacer pública su molestia con La Moneda por la forma en que se llevó a cabo la salida del ministro de Justicia, Teodoro Ribera y el posterior nombramiento de la nueva titular de la cartera, Patricia Pérez.
El dirigente dejó claro anoche que se trataba de una decisión definitiva, que él no era de «hacer bluf» y que se trataba de una determinación motivada por razones «institucionales» y no «epidérmicas», al explicar que lo ocurrido con Ribera era una situación más de una seguidilla de acciones del Ejecutivo en la sque ha prescindido de la colectividad.
“Pensamos que hay que mejorar el trato con Renovación Nacional» dijo Larraín,en momentos que la directiva de la tienda se esforzaba por encontrar una salida para conseguir que el timonel echara pie atrás.
Pero con el correr de las horas y luego de sostener una serie de reuniones, tanto en Valparaíso como más tarde en Santiago, Larraín comenzó a tomar el peso de su decisión. Y lo invadió la mesura. «Hay algunas consecuencias que no había medido», dijo, insinuando que su renuncia ya no era definitiva y ahora dependía de algunas conversaciones.
Entre ellas, la que se inició cerca de las 19:00 horas con la Comisión Política de RN en la sede del partido en la calle Antonio Varas. Hasta ahí llegó también el candidato presidencial de la tienda, Andrés Allamand.
«Lo primero hoy día era apagar el incendio y eso se ha logrado. Ahora, la segunda parte, es que salga humo blanco y eso es lo que espero anunciar en más rato», dijo el ex ministro de Defensa al ingresar al encuentro, dejando claro que estaba encarnando el papel protagónico de una escenaque busca fortalecer su imagen de liderazgo.
Y es que finalmente fue Allamand quien apareció como el salvador de la crisis de RN con La Moneda,ya que fue él quien junto a Larraín, anunció poco antes de las 20:00 horas que este último seguía a la cabeza de la colectividad.
«Tenemos humo blanco y don Carlos Larraín accedió a la petición de diversos dirigentes y ha resuelto retirar la renuncia a su cargo», dijo Allamand. Acto seguido, dijo que “es una buena noticia paramí y también para el gobierno” y anunció que el jueves en la mañana la directiva de RN, encabezada por Larraín, se reunirán con el ministro del Interior, Andrés Chadwick, para comenzar a “reparar las cosas”.
El presidenciable destacó que el cambio de decisión pasa precisamente porque de fondo hay un nuevo trato entre el partido y el gobierno, “una nueva coordinación política”.
Larraín, en forma escueta, recalcó que su renuncia “no se trataba de un bluf”, sino que de un ejercicio racional con el objetivo de “producir un efecto”. Añadió que en un principio no estaba muy optimista y que la intención era “lograr un mejor trabajo con el gobierno y no a pesar del gobierno”.
Para RN esta nueva manera en que supuestamente se van a relacionar con La Moneda es relevante en el entendido que la crítica de fondo en el episodio Ribera y su salida del gobierno, fue un síntoma del mal endémico de la administración Piñera: desconocer la opinión de los partidos.
En La Moneda, unas horas antes, se habían bajado las alarmas y ya estaban en conocimiento del cambio radical que tendría la trama de la teleserie con RN.
En la tienda había molestia por el aprovechamiento de la situación por parte de la UDI, en alusión a los dichos del presidente del gremialismo, el diputado Patricio Melero. Y también por las opiniones que al respecto formuló Laurence Golborne, quien llamó a la mesa directiva de RN para explicar que él ha tenido otro tono y que ha tratado de remarcar la necesidad de la unidad para evitar conflictos entre las colectividades del oficialismo.
