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Ministro Mayol apoya que agricultores se armen y CAM toma distancia de asesinato de matrimonio Luchsinger

«Ya a nadie le cabe duda que son acciones terroristas y no es delincuencia común», sostuvo el secretario de Estado. Por su parte, la Coordinadora Arauco Malleco aseguró que este tipo de acciones «solo sirven a los intereses del empresariado y del gobierno que defiende sus intereses, razón por la cual no nos queda más que pensar en la tesis de la infiltración derechista de algunos grupos, cercanos a las comunidades mapuche, a través de operadores».


«Nuestro estado de derecho considera al igual que todas las legislaciones del mundo la legítima defensa», sostuvo este martes el ministro de Agricultura, Luis Mayol al comentar el uso de armamento por parte de los agricultores en la región de La Araucanía.

En ese sentido, el secretario de Estado reparó en que «tienen que emplearse medios equivalentes cuando una persona ve amenazada su vida, la de su familia o sus bienes. Usted está con su familia en su casa tranquilamente y llegan 10 encapuchados armados. Es consustancial al ser humano defenderse (…) cualquier persona defiende a su familia, defiende a sus bienes con lo que tenga a mano».

Mayol recalcó que «ya a nadie le cabe duda que son acciones terroristas y no es delincuencia común. El pueblo mapuche yo lo conozco muy bien, lo he recorrido completo de hace muchos años y es un pueblo totalmente pacífico». Asimismo, dijo que las personas que han cometido los ataques incendiarios son un «grupo muy reducido, ya que el pueblo mapuche quiere surgir, quiere desarrollarse igual que todos los chilenos, obviamente manteniendo su cultura que tenemos que respetarla todos».

Por su parte, la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), a través de un declaración pública, señaló: «En primer lugar queremos denunciar que la actual arremetida represiva, ha sido preparada por el gobierno de turno y tiene como único objetivo estratégico desviar la atención y reprimir salvajemente al Pueblo Nación Mapuche para dar luz verde a la consolidación, a largo plazo, de las actividades extractivas en los sectores pesquero, forestal, minero y energético. Para continuar con el despojo del Wallmapu por parte de capitalismo transnacional».

«Que para estos fines aprovecha las acciones erráticas cometidas por algunos grupos, ajenos a nuestra organización, que no se identifican y que han causado la muerte de cuatro personas civiles, demonizando al Pueblo Mapuche en su conjunto y deslegitimando sus justas reivindicaciones con el objeto de aislarnos frente a la opinión pública», añadió.

La CAM hizo hincapié en que rechaza «dichas acciones y aseguramos que ellas solo sirven a los intereses del empresariado y del gobierno que defiende sus intereses, razón por la cual no nos queda más que pensar en la tesis de la infiltración derechista de algunos grupos, cercanos a las comunidades mapuche, a través de operadores que pudiesen estar instigando a cometer acciones que sirvan de excusa para reprimir y detener el avance hacia la reconstrucción del Pueblo Mapuche y su liberación nacional».

«Otra arista desconocida para la opinión pública —declaró la coordinadora— son las negociaciones llevadas por el Gobierno, en forma separada y secreta, para poner término a la huelga de hambre del 2010, a través del ministro Larroulet, con algunos grupos de Ercilla y Vilcún, las que se desarrollaron fuera de la Mesa de Diálogo mediada por Monseñor Ezzati. Es necesario reafirmar que esta Mesa, en la que quedaron sólo los representantes de las cárceles de Lebu y Concepción, tuvo un carácter público y sus únicos logros fueron: el retiro de las querellas por Ley Antiterrorista, por parte del gobierno y la modificación del Código de Justicia Militar, para no juzgar a civiles».

«Una de las consecuencias de dicha situación fue el desprendimiento de varios miembros de la CAM de Ercilla, Vilcún y LLeu LLeu. Por lo cual a partir de esa fecha ya no existe relación política ni orgánica de dichas personas con nuestra organización. Hoy nos queda claro que dicha estrategia política del gobierno, de quebrar la Mesa de Ezzati y negociar por separado, tuvo como objetivo la desarticulación de la CAM y el encarcelamiento de sus líderes más consecuentes Héctor LLaitul y Ramón LLanquileo», concluyó.

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