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Los guerrilleros de la discordia entre Chile y Cuba Ex frentistas Marcela Mardones y Raúl Escobar, imputados en el caso Guzmán

Los guerrilleros de la discordia entre Chile y Cuba

La salida en diciembre pasado de un joven padre y su bebé desató la alerta del personal fronterizo. No era un joven cualquiera, sino el hijo de una de las principales prófugas de la justicia chilena, Marcela Mardones Rojas. Tras el curioso viaje, que incluyó una travesía terrestre hasta la provincia central de Mendoza, otra parada en Buenos Aires y un vuelo a La Habana, las autoridades chilenas creen haber encontrado el eslabón perdido que conecta el sonado caso con la isla caribeña.


Para los ojos de cualquier mortal, era una familia en vacaciones de fin de año. Para los de la Interpol, se trataba de un movimiento sospechoso.

La salida de Chile en diciembre pasado de un joven padre y su bebé desató la alerta del personal fronterizo. No era un joven cualquiera, sino el hijo de una de las principales prófugas de la justicia chilena, Marcela Mardones Rojas.

Mardones, alias Ximena, y su pareja Raúl Escobar Poblete -alias comandante Emilio- son buscados desde hace 20 años en relación con el asesinato del senador de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Jaime Guzmán, en 1991.

Se pensaba que el joven hijo de Ximena iba a reunirse con ella en Argentina, para presentarle a su primer nieto. Pero ése no era el destino final de los viajeros, sino Cuba.

Hasta ahora había sólo sospechas del paradero de los prófugos. Pero tras el curioso viaje, que incluyó una travesía terrestre hasta la provincia central de Mendoza, otra parada en Buenos Aires y un vuelo a La Habana, las autoridades chilenas creen haber encontrado el eslabón perdido que conecta el sonado caso con la isla caribeña.

Y fue el propio presidente chileno, Sebastián Piñera, quien aprovechó la visita de Raúl Castro a la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y la Unión Europea (Celac) realizada en Santiago hace poco para plantearle el tema.

Lo hizo en una reunión bilateral, a puertas cerradas. Es decir, como asunto de Estado.

Asunto de Estado

Los dos prófugos formaron parte del Frente Patriótico Manuel Rodriguez (FPMR), un grupo armado de la izquierda radical chilena que operó en las décadas 80 y 90, el mismo que ejecutó el atentado a Augusto Pinochet en 1986.

Escobar es requerido como uno de los dos autores materiales de los disparos que terminaron con la vida del senador y su pareja, por colaborar en el crimen como punto logístico de apoyo.

Ambos cuentan con una orden de captura internacional, pero nunca pudieron ser encontrados.

Sin embargo, la pista a partir del viaje del hijo de Mardones reactivó las órdenes de captura para que pudiera actuar Interpol, según le confirmó a BBC Mundo el juez de la causa, Mario Carroza.

Y esto no fue lo único que reactivó.

Aprovechando la visita de los principales mandatarios de Europa y Latinoamérica a la Celac, la UDI hizo una jugada estratégica.

Sin escatimar en gastos, publicó insertos en los diarios acusando a los gobiernos de Fidel y Raúl Castro de amparar y proteger a los exguerrilleros y convocó a la entrega de una carta con los antecedentes en la Embajada de Cuba, la cual no les abrió las puertas. Pero salió en todos los medios de comunicación.

Con Piñera en persona entregándole los antecedentes a Castro, por primera vez Chile le pedía a Cuba oficialmente cooperar con la causa. Por primera vez el asunto pasaba de judicial a de Estado.

BBC Mundo intentó contactar al gobierno cubano para conocer su versión, sin embargo no obtuvo respuesta.

Cuba, ¿paraíso de guerrilleros jubilados?

Escobar y Mardones no son los primeros en ser ligados a Cuba.

En agosto de 2010 Alexis Soto Pastrián (alias «El Rambo») se presentó en el consulado chileno en la isla para solicitar la renovación de documentos de identidad.

Soto, sobre quien también pesa una orden de captura internacional, supuestamente proveyó el auto en el que escaparon los autores del asesinato al senador. Ante los antecedentes del caso, el juez Carroza elevó una solicitud de extradición.

«A varios de los frentistas (guerrilleros) se les ha visto y acreditado su presencia en Cuba», asegura Patricio Melero, diputado y presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI), partido del cual Guzmán fue fundador y militante.

Según el diputado, el otro acusado de apretar el gatillo habría llegado a participado como «orador» en una reunión de aniversario de la Escuela Internacional de Deportes y Educación Física, en febrero de 2002.

Se trata de Ricardo Palma Salamanca, uno de los guerrilleros que se fugaron en forma espectacular de una cárcel de alta seguridad en 1996, utilizando un helicóptero y con ayuda de sus compañeros del FPMR. Desde entonces se le perdió la pista.

Sin embargo, los requerimientos de la justicia o la diplomacia chilena parecían no haber llegado a oídos de sus pares cubanos. Hasta ahora.

Todo queda en familia

Sin embargo, hay un detalle que hace a los distintos actores en Chile desconfiar de la colaboración de la isla. Y ese detalle tiene nombre: Juan Gutiérrez Fischmann.

Gutiérrez fue el encargado nacional militar del FPMR y autor intelectual y logístico de varias operaciones, como la muerte de Guzmán y la fuga en helicóptero. «El Chele», como lo apodan, no sólo se entrenó y vivió gran parte de su vida en Cuba. También se casó con la hija de Raúl Castro.

Si bien ya estaban divorciados cuando se unió a las operaciones del Frente, Gutiérrez integró por varios años el círculo de confianza del actual presidente de Cuba. «El nieto de Raúl Castro es hijo del autor intelectual del crimen de Jaime Guzmán», le dijo Melero a la BBC.

Y a pesar de que Cuba ha negado que Gutiérrez esté en la isla, la hipótesis en Chile es que aun se encuentra allá.

Los pasos a seguir

Por ahora, el gobierno chileno espera una respuesta concreta a dos peticiones.

«Se le solicitó a él y al régimen cubano, que colaboren con los tribunales chilenos, den curso a las órdenes de captura de Interpol y procedan con la extradición de Soto Pastrián», le aseguró Melero a BBC Mundo.

Y si bien las vacaciones del hijo de Mardones ya finalizaron, es bastante probable que se le pidan explicaciones respecto del viaje.

«Yo no he tomado contacto con ellos ni nada parecido. No me han presentado ninguna petición para interrogarlos», le aclara Carroza a la BBC, quien se encuentra esperando el informe de Investigaciones –la policía civil chilena- para evaluar la posibilidad de citarlos a declarar.

«Si hay cosas que deban aclararse, me preocuparé de citarlos y que las expliquen», asegura el juez.

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