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Las esquirlas de “El diario de Agustín” salpican ahora al Museo de la Memoria Nueva controversia por el polémico documental que no exhibirá TVN

Las esquirlas de “El diario de Agustín” salpican ahora al Museo de la Memoria

Felipe Saleh
Por : Felipe Saleh Periodista El Mostrador
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Sin haber dicho una palabra, el dueño de El Mercurio es el centro de una controversia, a propósito del documental que muestra cómo los diarios de la cadena ayudaron a encubrir crímenes de la dictadura. Primero, la estación pública compró la película, pero decidió no mostrarla. Ahora el museo suspende un panel dedicado a discutir esta decisión por miedo a que los invitados “ajusticiaren” al canal.


A partir de este jueves, el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos emplazado en calle Matucana, exhibirá gratis casi toda la obra del documentalista Ignacio Agüero. Nueve películas, entre las que se cuentan el clásico de 1988 “Cien niños esperando un tren” y “El diario de Agustín” (2008), que inaugura la muestra y la única que tendrá dos funciones.

Tal vez causa polémica, porque el tema específico de esta película nunca había sido abordado antes en el cine chileno. Codirigida por el periodista Fernando Villagrán y hecha en conjunto con seis alumnos de Periodismo de la Universidad de Chile, el documental ofrece pruebas contundentes de cómo El Mercurio y su dueño, Agustín Edwards, ayudaron a encubrir crímenes de la dictadura.

El documental, como es obvio, molestó en las oficinas de Santa María. Especialmente por la manera en que los realizadores abordaron a los entrevistados, entre ellos el ex director Arturo Fontaine y otros periodistas de la época, quienes eran sorprendidos con preguntas incómodas en medio de una conversación pactada con fines estrictamente académicos sobre otros temas.

El castigo del directorio

Y la “traición” de los realizadores a una de las familias más poderosas del país, cinco años después de estrenada la película sigue trayendo consecuencias. El documental, premiado en los festivales de La Habana, y de Uruguay, además de un Pedro Sienna y un Altazor, fue comprado por TVN en mayo de 2010, cuando la directora de programación era María Elena Wood, reconocida documentalista.

La estación pública ofrece un ciclo de documentales donde han tenido espacio películas que abordan el período de la dictadura, como “Mi vida con Carlos”, “Nostalgia de la Luz”, “GAP, amigos personales” y recientemente “El Mocito”.

En el caso de “El diario de Agustín”, los derechos de transmisión “y no la obligación de transmitirlo”, como aclara una fuente del canal, caducaban en mayo de este año y según comentan en la estación, estaba programado exhibirlo antes de esa fecha. En primera instancia, según admite Fernando Villagrán, la película se iba a mostrar el 23 de diciembre de 2012 a las doce de la noche.

“Esa fecha se nos comunicó luego de que Ignacio Agüero enviara durante meses correos a Mauro Valdés para saber qué pasaba con la película, correos que nunca contestó”, dice Villagrán.

Desde que la película fue comprada ha tenido dificultades. En 2009 la dupla de realizadores se acercó al directorio de TVN para saber si sería exhibida. Este acercamiento, según Villagrán, molestó a Daniel Fernández (PPD), director ejecutivo de la época. “Tuvimos una conversación muy desagradable, como director ejecutivo se encargó de escamotear la exhibición”, afirma Villagrán.

Ahora, más de tres años después y luego de tener una fecha tentativa para salir en pantalla, otra vez los realizadores recibieron desde TVN la noticia de que “El diario de Agustín” no se exhibiría el 23 de diciembre, sino en un ciclo posterior durante este año. Pero tampoco estuvo entre los documentales anunciados para 2013.

En este contexto de postergaciones, los realizadores tenían más de una aprensión. A fines del año pasado Fernando Villagrán dio una entrevista de prensa. En esa oportunidad afirmó que “para ser absolutamente honesto, el directorio de TVN le tiene miedo a Agustín Edwards. Es tan simple como eso. Al final, uno piensa que los tipos la compraron para no mostrarla”.

Valdés y El Mercurio

Probablemente, Villagrán como cualquier lector de prensa medianamente atento, haya visto precisamente en El Mercurio los ataques de Carlos Larraín contra el canal y la administración de Mauro Valdés en 2011. “Lo que no se hizo en tiempos de la Concertación se hace en el gobierno de la Alianza en el canal estatal”, dijo el presidente de RN a propósito de Los Archivos del Cardenal.

Desde entonces la relación entre El Mercurio y Valdés no es de la mejor, a pesar de que su madre, Christianne Raczynski, fue subeditora del suplemento Artes y Letras. Y es difícil negar que la exhibición de El diario de Agustín le habría agregado más pelos a la sopa.

Sin embargo, en TVN la explicación para no emitir el documental es una sola. Las palabras de Fernando Villagrán irritaron tanto al canal que la estación decidió devolver la película y poner término al contrato entre las partes. Así lo consigna un correo enviado por Mauro Valdés al realizador Ignacio Agüero el 3 de enero de este año.

“El señor Villagrán se ha permitido descalificar moralmente al directorio de Televisión Nacional de Chile y ha puesto sobre este canal una presión pública inaceptable e incomprensible”, escribe Valdés y continúa: “Oído el directorio y reafirmando la autonomía de Televisión Nacional de Chile, he resuelto no emitir ‘El diario de Agustín’, poner término anticipado al contrato entre ambas partes”.

Los correos del museo

Al interior del canal reafirman esta versión, que fue filtrada a la prensa por Faride Zerán, integrante del directorio del canal entre 2000 y 2004. Afirman que hubiese sido inaceptable someterse a la presión ejercida por uno de los realizadores a través de la prensa.

“Es natural que a tres meses de caducar el contrato el realizador tiene todo el derecho a ser suspicaz. Yo emplazo al directorio que públicamente diga que todos estuvieron de acuerdo en castigar de esta manera a Fernando Villagrán”, dice Zerán.

La Premio Nacional de Periodismo, para quien la decisión del canal sólo se entiende por el temor a Agustín Edwards, estaba invitada a un panel sobre el documental que se iba a realizar en el ciclo organizado por el Museo de la Memoria.

Pero el encuentro finalmente no se hizo. La controversia se desató otra vez vía e-mail. Esta vez entre Ricardo Brodsky, director del museo e Ignacio Agüero. Brodsky le sugirió al documentalista cambiar a uno de los panelistas invitados.

Estaban convocados Francisco Vidal, Faride Zerán y Giorgio Jackson. Brodsky en su correo admite que “los panelistas vinculados a TVN (Faride y Vidal) pueden estar tentados a poner a TVN y a Mauro Valdés en el banquillo de los acusados, cosa que además de injusta no quisiera que ocurriera desde el Museo de la Memoria”.

Ya se saben las críticas que ha manifestado Faride Zerán contra la conducción de TVN. Y en el caso de Francisco Vidal el contexto no era muy relajado. El ex vocero de Gobierno quería volver al directorio de TVN en el cupo que dejó José Zalaquett. Intención que fue abortada desde La Moneda, porque Vidal dejó algunas ronchas en Prensa donde algunos editores lo recuerdan como “intervencionista”. Por eso, el elegido fue Antonio Leal, también PPD, pero con un perfil menos belicoso.

Agüero respondió a Brodsky mediante otro correo: “Hay una espina que se llama ‘El diario de Agustín’, porque a pesar de su calidad reconocida por críticos y en festivales, no logra ser exhibida en la televisión. Este hecho naturalmente es un problema político y ese problema es el que quisimos debatir en el panel por medio de un panelista de alto nivel. Creo que hace falta un debate así, que no lleve a acusaciones personales sino que nos haga pensar sobre las relaciones de poder que actúan en nuestra sociedad y que siguen impidiendo la libre circulación de las ideas y el conocimiento de los hechos. Esto sobrepasa ampliamente el caso particular de una película”.

Finalmente el panel no se realizó. Aunque la película si será exhibida. Tal como lo afirma Ricardo Brodsky en una declaración pública donde se refiere a este conflicto:
“Me pareció que sería más apropiado para el museo centrar el foro en la filmografía completa de Agüero, más que en el hecho que ‘El diario de Agustín’ no ha sido exhibido en televisión, tema que si bien es controversial, implica decisiones editoriales y de programación de los canales que, en este caso específico, se refieren al canal público que cuenta con un directorio pluralista del cual han formado parte algunos de los panelistas propuestos. Por ello, propuse ampliar la mirada del panel incluyendo personas especialistas en la filmografía de Agüero, idea que él no rechazó, pero que consideró un cambio de foco que no compartía para esta ocasión”.

“Clima ideológico de intolerancia”

Paralelamente, Ricardo Brodsky le envió una carta a María Olivia Monckeberg, directora del Icei de la Universidad de Chile, que en una declaración acusó al Museo de la Memoria de “una falta grave a la libertad de expresión” al suspender el panel.

Brodsky le dice a Monckeberg que la polémica le parece lamentable: “Ni el museo ni la universidad podemos exacerbar un lamentable clima ideológico de intolerancia que hemos empezado a vivir en el país en los últimos años y al que yo, al menos, no pretendo sumarme”, escribe Brodsky a propósito de su derecho a escoger los panelistas de un debate dentro del museo que dirige.

Correos más o menos, “El diario de Agustín” que apunta a uno de los actores clave del golpe militar de 1973 y de la proyección política de la dictadura, sigue sin mostrarse en televisión abierta, lo que demuestra que el poder de Agustín Edwards no ha perdido fuerza, 40 años después.

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