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«No importa que la acusación constitucional toque a quien toque” Karol Cariola y el libelo contra el ministro Beyer

«No importa que la acusación constitucional toque a quien toque”

Alejandra Carmona López
Por : Alejandra Carmona López Co-autora del libro “El negocio del agua. Cómo Chile se convirtió en tierra seca”. Docente de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile
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La secretaria general de las Juventudes Comunistas cree que la iniciativa impulsada por la oposición es una oportunidad para restablecer el tema de fondo: cómo en Chile la educación se ha transformado en un negocio. No le da importancia a la teoría del ‘boomerang’ de quienes dicen que la acción podría tocar a Bachelet y, además, suma críticas a los vínculos del Partido Comunista con la Universidad Arcis: “Yo creo que es algo que hay que revisar”, dice.


Este martes, según señaló Cristián Letelier, presidente de la comisión que estudia la acusación constitucional contra el ministro de Educación, Harald Beyer, deberían pronunciarse sobre el mérito del libelo y entregar su informe a la sala; en medio de un cronograma que ha estado marcado por la defensa del oficialismo a la gestión del secretario de Estado y también las quejas de la oposición por cómo podría alcanzar el texto también a la candidatura de Michelle Bachelet.

“Me parece que la acusación constitucional es una oportunidad para restablecer el tema de fondo que hay detrás de esto que es cómo en este país se ha transformado a la educación en un verdadero negocio… Es necesario que estas cosas salgan a la luz, deben investigarse y también deben ser juzgadas porque de lo contrario nunca vamos a poder avanzar en crear un sistema limpio”, dice la secretaria general de las Juventudes Comunistas.

¿Qué te parecen las quejas de quienes dicen que esta acusación constitucional sería un ‘boomerang’ para Bachelet?
Yo creo que todo lo que tiene que ver con irregularidades que se han logrado abrir con la movilización social, son temas que tienen que llegar hasta las últimas consecuencias.

Aunque toquen a Bachelet…
No importa que la acusación constitucional toque a quien toque. Hoy las responsabilidades políticas, judiciales o lo que sea que tengan que surgir, no hay que taponearlas. Hay que investigarlas precisamente para hacer mayor conciencia de que en nuestro país no se debe seguir lucrando en la educación superior en su conjunto. Es más, hay grandes debilidades en esa ley. La ley solamente contempla a las universidades y no a centros de formación técnica ni a los institutos profesionales. Tampoco contempla a los colegios de enseñanza básica ni media, entonces cuando nos enfrentamos a un país que por la vía de los hechos sustenta que la educación sea considerada un negocio, yo creo que es nefasto y si hay que combatirlo por todos los planos: por la movilización, la vía judicial y por la vía política, hay que hacerlo. Hay una premisa que decía José Martí, que es que el conocimiento hace libre a los pueblos, los libera de verdad; es uno de los principales factores de desarrollo humano. Estamos en un momento histórico donde hay un vuelco en la concepción de lo que tiene que ser la política y en eso todo lo que tenga que evaluarse, criticarse, repensarse, tiene que hacerse. Yo no tengo ningún temor al cambio y hacen falta cambios radicales.

[cita]El ministro Beyer habiendo sido parte del grupo Tantauco, de creación del proyecto ideológico de Sebastián Piñera, está claro que hay una concepción ideológica, que es reducir al Estado a su mínima expresión y fortalecer al mercado en todo orden de cosas.[/cita]

¿Qué te parece el cambio de discurso que ha tenido el ministro Beyer?
Lo que hay que situar es que tenemos un gobierno con un proyecto político que da cuenta de una visión en torno a la educación y yo en eso no puedo obviar lo que hizo el presidente Piñera cuando se habla del lucro en la educación. Cuando surgen las encuestas donde más de un 80 % estaba en contra del lucro, cuando los estudiantes denunciaron que había universidades incluso públicas que estaban lucrando con los recursos de todos los chilenos, el Presidente Piñera lo justifica diciendo ‘bueno pero por qué la educación no podría ser un bien de mercado’. Y él lo dice de manera muy libre, asumiendo una postura ideológica respecto de la derecha que tiene que ver con cómo conciben lo que debiera ser un derecho social, un derecho público como es la educación. Y la conciben como un verdadero negocio. Yo creo que en parte tiene que ver con eso el problema de fondo. Y lo que demuestra el ministro Beyer es eso; o sea, en algún momento siendo director del CEP el ministro hace declaraciones respecto a que las universidades que lucran nunca van a poder llegar a ser buenas, universidades de calidad. Sin embargo, él como ministro tiene que asumir también el discurso ideológico precisamente de los que hoy están gobernando; es bastante claro.

Un discurso que tiene que ver con el corazón del modelo.
Tiene que ver con el corazón del modelo y el proyecto político que sostiene la derecha, a pesar que yo no creo que no sea un discurso que el ministro Beyer no comparta. Cuando se antepone el lucro por sobre el rol social, cuando no concebimos la educación de la forma en que se debe, es cuando se generan estas distorsiones y finalmente el Estado es un mero espectador de cómo se configura un modelo de educación en Chile. Y eso es lo que ha ocurrido: el ministro Beyer habiendo sido parte del grupo Tantauco, de creación del proyecto ideológico de Sebastián Piñera, está claro que hay una concepción ideológica, que es reducir al Estado a su mínima expresión y fortalecer al mercado en todo orden de cosas.

En ese sentido entonces Beyer no es el único y no hay mayores diferencias con las eventuales negligencias u omisiones que pudieron haber tenido en esta misma línea los ministros Bulnes o Lavín.
Es que más que negligencia yo creo que es complicidad con un modelo que ellos avalan. O sea, nosotros hemos escuchado de parte de dirigentes estudiantiles de la derecha, y lo dijo Piñera, que ellos avalan y consideran que el lucro es legítimo en la educación. Y todo un país entendió cuáles eran las consecuencias de una universidad que lucra, y no solamente lucra sino que, además, genera hechos tan lamentables como negociaciones bajo cuerda, como finalmente estos entramados que se vieron con el presidente de la Comisión Nacional de Acreditación… Lo que transgrede este negocio va mucho más allá siquiera de vulnerar una ley. Lo que transgrede es la dignidad y el derecho de esas personas que confiaron en una institución donde se suponía que iban a recibir educación de calidad, sin embargo, se estaba generando una situación absolutamente irregular, turbia, que era esta negociación por debajo para demostrar poco menos que había calidad a costa de una ley de acreditación que siempre criticamos. De hecho, cuando surge como proyecto el año 2005 junto con la ley de financiamiento que abría paso al CAE, nos opusimos porque considerábamos que la Ley de Acreditación no era una ley que garantizara la calidad sino que abría mayores herramientas para el marketing y competencia del mercado.

El Partido Comunista también está vinculado a una universidad ¿La Arcis lucra?
Yo la verdad es que soy bien crítica de ese hecho, no lo comprendo.

¿Qué no comprendes?
Que el PC haya sido parte de un proyecto como Arcis, y digo no lo comprendo porque tengo la convicción de que la educación debe estar garantizada por el Estado. Ahora, el proyecto Arcis es un proyecto distinto al del resto de las universidades privadas que se han dado en Chile. Con esto tampoco quiero justificarlo, porque no soy partidaria de que el partido tenga relación con un proyecto que en principio se pensó precisamente para entregar más condiciones de acceso a aquellos sectores de estudiantes con menores recursos. Es la universidad más barata del país, digamos, en la mayoría de sus carreras. Tiene facilidad de ingreso, buena calidad en carreras, sobre todo en aquellas vinculadas a las ciencias sociales.

Y aún así no estás de acuerdo…
Es que creo que es un tema de fondo. La educación debe ser garantizada por el Estado. Esa es la contradicción. Es un proyecto que el partido debe revisar. Claro que no forma parte de las universidades investigadas y, al menos, yo aquí puedo decirlo abiertamente. En lo interno, como juventud comunista, también pedimos cuentas cuando surgen estas inquietudes con las universidades y preguntamos cómo se da la administración de Arcis y la garantía real de que es una universidad que no lucra, precisamente por la relación que el parido tiene con ella y con el proyecto inicial que significa… Sería una contradicción que fuera concebida como un negocio. Aún así creemos que la solución al conflicto no es abrir más universidades privadas con esas características. Esto se soluciona con un Estado garante de la educación superior para todos aquellos que no tienen acceso hoy día.

¿Te gustaría entonces que el PC se desvinculara de la Arcis?
Yo creo que es algo que hay que revisar. Yo no podría decir que quiero que se desvincule, porque hoy día el partido yo creo que más gasta que lo que gana en términos no económicos, sino que incluso cualitativos respecto al proyecto.

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