Metodología lo fijaría en un valor inferior al real
El economista Eduardo Engel sostiene que la inflación desde 2009 hasta la fecha está subestimada entre 1,0 y 1,5 puntos porcentuales en promedio por año, lo cual significa que está cerca del 2,5% a 3,0%. La Confusam señaló que se requiere una exhaustiva revisión, considerando que se trata del factor que determina, entre otros, la fijación del salario mínimo y el reajuste del sector público. «Si se negoció con cifras menores a las reales, la consecuencia es que cientos de miles de funcionarios públicos sufrieron un daño pecuniario al concordarse un aumento salarial menor al que debiera haberse logrado», advierten en la entidad.
Lo ocurrido en el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), luego de la denuncia sobre una posible manipulación de las cifras en el Censo 2012, llevó a que economistas, académicos y trabajadores pusieran en tela de juicio la metodología para calcular la inflación en el país, el cual —según expertos— se ubica en niveles bajos a pesar del crecimiento de la economía y la reducción en las tasas de desempleo.
Hay que señalar que la inflación en 2012 cerró en 1,5 %, cifra muy por debajo de las expectativas proyectadas por diversas instituciones financieras y por el propio Banco Central, organismo que en septiembre pasado había anunciado un aumento de los precios en un 2,5 %.
Sin embargo, las críticas no apuntan a una manipulación de los datos, sino que a los ajustes por calidad de los productos, siendo las variables vestuario, calzado y productos tecnológicos las más cuestionadas.
De esta forma, la semana pasada once jefes y coordinadores de distintos departamentos del INE redactaron una carta, enviada al entonces director Francisco Labbé, en la que expresaban su disconformidad sobre la elaboración del indicador, del cual se viene alertando desde el 2010.
Los altos ejecutivos del organismo afirman que las recomendaciones técnicas planteadas por los equipos, en orden a introducir actualizaciones metodológicas en el índices, fueron desestimadas.
Cabe mencionar que en marzo pasado, el BCI emitió un informe en el que se indicaba que el IPC mostraba “problemas de calidad u obsolescencia” respecto al tipo de productos de referencia.
En base a esto, el informe señala que en 2010 se concluyó que por problemas de imputación de calidad, en torno a un punto de la inflación era subestimada tomando como referencia la variación promedio de los mismos productos en otras economías latinoamericanas.
Por su parte, el economista Eduardo Engel, en declaraciones a El Mercurio, sostiene que la inflación desde 2009 hasta la fecha está subestimada entre 1 y 1,5 puntos porcentuales, en promedio por año, lo cual significa que la inflación está cerca del 2,5 % a 3 %.
De asumir esto, no se podría descartar que la tasa de interés del Banco Central podría estar más alta que el nivel actual.
Ante esto, advierte que “Chile es un país que tiene muchos contratos en UF, y los contratos en UF parten de la base de que la inflación está bien estimada. Por eso, es urgente corregir estos errores rápido, y no se entiende por qué el director del INE pensaba esperar todo un año para hacerlo”.
Respecto al impacto de las decisiones de política monetaria, Engel explica que la diferencia entre 1 y 1,5 puntos porcentuales de mayor inflación puede hacer la diferencia entre mantener las tasas de interés o subirlas.
“Digo puede hacer, porque el Banco Central tiene en consideración una serie de otros factores para tomar sus decisiones. Sin embargo, uno puede afirmar que hay una probabilidad alta de que la tasa de interés del Banco Central hoy sería más alta si el IPC hubiése sido más elevado”, sostiene.
Y añade que “para muchos analistas, había un puzzle, porque varios indicadores sugerían que la economía estaba sobrecalentada y la inflación, por otra parte, sugería que no estaba sobrecalentada. Una inflación más alta va en la dirección de resolver este puzzle, porque la inflación en 2012 habría estado en un rango de entre 2,5 y 3 %”.
Además, menciona que si el INE hace las correcciones de forma rápida, no se tendría que ver afectada la credibilidad externa que tiene el país.
Tras conocerse el tema que involucra al INE y al renunciado director, Francisco Labbé, la Confusam decidió llevar el caso a la justicia con el propósito de que los hechos sean investigados y esclarecidos, para establecer si hubo manipulación de las cifras entregadas por el organismo.
Según la entidad gremial, lo ocurrido con el INE “viene a poner en tela de juicio todas las políticas públicas, además de la gestión económica en los últimos años. Desde nuestra condición de funcionarios de un servicio público, sentimos que las consecuencias negativas de la situación que hoy vive el INE, se expresarán también de una forma o de otra en nuestro sector y no para bien”.
El organismo de trabajadores declara que hay una arista que debe ser revisada y es sobre la relación con la posibilidad de manipulación de las cifras del IPC, temor que se manifiesta en que se hayan dado como resultados una cifra pública menor a la que en la realidad se entregó.
“Este hecho para el mundo sindical es no menor, por cuanto en los procesos de negociación tales como del Salario Mínimo y del Reajuste Salarial para los funcionarios públicos un determinante mayor lo constituye precisamente la inflación y, si se negoció con cifras menores a las reales, la consecuencia es que cientos de miles de funcionarios públicos sufrieron un daño pecuniario al concordarse un aumento salarial menor al que debiera haberse logrado con cifras de IPC mayores a las que se pusieron sobre la mesa por las autoridades de Gobierno”, explican.
