«Hay un sector que sintió que estos candidatos eran muy similares, que había una colusión de la derecha, y ahí puede haber un electorado que decida hacer un voto útil y votar en la elección del frente para perjudicar la campaña de Bachelet», sostuvo el académico.
«La audiencia desde un comienzo fue más baja que el debate anterior», acota William Porath, quien es analista, Doctor en Ciencias Políticas y profesor de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Católica, en relación al debate que tuvieron anoche los candidatos presidenciales de la Alianza, Pablo Longueira y Andrés Allamand.
En entrevista con Radio Agricultura, el experto reparó en que «esta es una tendencia de transformar la política en espectáculo, y se espera que sea un poco como reality show, que alguien se salga del libreto».
«A mi me sorprendió cuando partió el debate, pensé que iba a empezar con un rating más alto y después iba a ir decayendo», agregó el académico.
En ese sentido, explicó que el debate de la Concertación tuvo un mayor rating debido a que «en estos debates se da mucho el que se expone al candidato que la gente más quiere, y Bachelet es la que más apoyo tiene, además estaba la novedad porque no habla mucho, y estaba también el morbo de ver a Velasco, a la jefa con su antiguo ministro».
«Siempre en los debates se espera que el retador salga a jugarse el pellejo en este ruedo televisivo, y Longueira no lo hizo, no jugó el rol del retador», indicó el analista.
Consultado por las pocas diferencias entre Allamand y Longueira, señaló que eso se debe «a una realidad política. Las diferencias entre UDI y RN no son tan grandes. Hay un ala de Renovación Nacional que es mucho más centrista, pero en términos generales son dos partidos de derecha y no podríamos esperar mayores diferencias. Dentro de un ambiente de tratarse con guante blanco, Allamand y Longueira trataron de marcar diferencias, Allamand destacando su pasado en el acuerdo nacional, y Longueira rescatando lo valórico, el rechazo al aborto y matrimonio homosexual».
«Hay un sector que sintió que estos candidatos eran muy similares, que había una colusión de la derecha, y ahí puede haber un electorado que decida hacer un voto útil y votar en la elección del frente para perjudicar la campaña de Bachelet», insistió.
«Ellos saben lo que podían arriesgar y estaban seguramente muy limitados porque los dos son muy de temperamento, y les tienen que haber dicho no hagas esto, no hagas esto otro, y parecían dos adoquines (…) no sé si querían transmitir algo en el debate. Querían pasar el cerco sin mucho daño y atacar a la Concertación. El actor omnipresente tendía a ser Bachelet, cada cierto rato», concluyó.
