Barricadas en puntos estratégicos de la capital dieron inicio a la manifestación
Fue una exitosa marcha con más de cien mil personas en las calles, sólo en Santiago, y una fuerza que calzó como rompecabezas: estudiantes, trabajadores del cobre y portuarios. Aquí, los jóvenes mostraron los dientes no para defender únicamente las peticiones históricas y la decisión de mantener en toma sus colegios, sino también para pedir a la administración Piñera que se retiren los proyectos de ley sobre Educación, notificando de paso a los candidatos presidenciales. La presión social no la soltarán hasta que se cumplan sus demandas.
El día comenzó ardiendo. Más de 10 puntos con barricadas provocaron un caos vial que retrasó por varios minutos el tránsito en La Alameda. Sin embargo, el efecto no sólo se vio en los problemas que provocó en la calle, sino que sirvió para calentar el clima que durante toda la jornada recordó los momentos más decisivos de las movilizaciones de 2011.
Las barricadas no sólo despertaron a los santiaguinos sino que también a los habitantes de ciudades como Valdivia, Valparaíso y Antofagasta; escenas que sumaron tensión antes de las elecciones primarias que se realizarán el domingo.
Las autoridades continuaron con el tono duro que han tenido en los últimos días con los estudiantes, sobre todo, para que abandonen las tomas en los establecimientos que servirán como recintos de votación, si no “se cumplirá la ley”, como señaló el Presidente Sebastián Piñera.
El ministro del Interior, Andrés Chadwick, también respondió a las críticas por la ausencia de la ministra de Educación, Carolina Schmidt, quien se encuentra de vacaciones en Italia, un dato que sirvió para que los estudiantes bromearan ayer en la marcha: “Dijimos Plaza Italia, no Italia”, decían a gritos. “Si existiera una crisis, la habríamos llamado”, se defendió Chadwick.
Los disturbios también provocaron reacciones afiebradas, como la del diputado Iván Moreira, que dijo que “no hay que temer a aplicar la ley y las herramientas que el Estado de Chile tiene. Basta de violencia, basta de caos. Es hora de aplicar la ley de seguridad interior del Estado a estos terroristas encapuchados”.
La coordinación para el levantamiento de barricadas llamó la atención de Carabineros. “No me caben duda que se ponen de acuerdo en forma telefónica, a través de las redes sociales. Se concertan para hacer desórdenes, igual que como lo hacen para salir a marchar”, dijo el jefe de la zona Santiago oeste de Carabineros, Rodolfo Pacheco a la prensa.
No sólo las marchas de estudiantes marcaron con fuerza la jornada, también otro importante grupo: trabajadores del cobre se tomaron ruta de acceso a Chuquicamata en Calama; y además de la paralización de faenas en las minas de Codelco en Rancagua, Los Andes y Calama, también hicieron lo suyo los portuarios en Antofagasta, Iquique, Chañaral, Mejillones, Tocopilla, Huasco, San Antonio, Talcahuano, Coronel, Lirquén, San Vicente, Penco, Puerto Montt, Calbuco y Corral; una suma de fuerzas que según los estudiantes se potenciará en las futuras movilizaciones.
[cita]Según fuentes del movimiento estudiantil, la alianza con trabajadores fue una primera demostración fuerte de lo que podría resultar de de aquí para delante, cuando el movimiento concentrará sus fuerzas en dos ejes: el gobierno de Sebastián Piñera y el retiro de los proyectos de ley que ha llevado adelante; pero también los candidatos y la posible Presidenta de la República. “No es que no le creamos en Bachelet porque sí, pero ¿será capaz de alinear a todos los parlamentarios para aprobar sus propuestas? A eso le vamos a poner presión”, señala un dirigente.[/cita]
“En ese sentido vamos a seguir trabajando la unión con los trabajadores, con los sindicatos y de esa forma seguir construyendo ese movimiento social que nos dará la solución a las demandas que hemos planteado”, dijo Moisés Paredes, vocero de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones).
Y a pesar que las imágenes que quedaron en la prensa al final de la jornada fueron los innumerables cortes de tránsito, daños en la calle y enfrentamientos con encapuchados, la movilización de este miércoles se anotó un triunfo: más de 100 mil personas marcharon en la calle, solo en Santiago, y se transformó en un claro gallito entre los estudiantes y el gobierno en la recta final de la administración Piñera, pero también antes de las primarias.
Sobre este último tema, Moisés Paredes señaló que la única forma para que los estudiantes depongan las tomas en los colegios que servirán de locales y se encuentran en manos de estudiantes –30 en todo Chile– es que el gobierno también dé señales: “Retirar los tres proyectos de ley, el proyecto de carrera profesional docente, Superintendencia y desmunicipalización. Esa sería la primera señal que se podría dar al movimiento estudiantil para decir que ese diálogo que están ofreciendo hoy día y que están invitando a los secundarios no va a ser solo por la elección”.
“Si no fuera por las movilizaciones aún se creería que lucrar con la educación es ser emprendedor”, decía en la mañana el presidente de la Fech, Andrés Fielbaum, como una forma de destacar la movilización del día.
Según fuentes del movimiento estudiantil, la alianza con trabajadores fue una primera demostración fuerte de lo que podría resultar de de aquí para delante, cuando el movimiento concentrará sus fuerzas en dos ejes: el gobierno de Sebastián Piñera y el retiro de los proyectos de ley que ha llevado adelante; pero también los candidatos y la posible Presidenta de la República. “No es que no le creamos en Bachelet porque sí, pero ¿será capaz de alinear a todos los parlamentarios para aprobar sus propuestas? A eso le vamos a poner presión”, señala un dirigente.
