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Labbé pone en duda “expertise” de Comisión Revisora del Censo y desestima motivos para pedir perdón Acusa un boicot “generado al interior del INE para infligir daño al gobierno”

Labbé pone en duda “expertise” de Comisión Revisora del Censo y desestima motivos para pedir perdón

Sobre el cuestionamiento a la calidad y validez de la información recogida, asegura que “no es más que la guinda de la torta de un boicot solapado al Censo 2012, generado al interior del INE para infligir daño al gobierno. Se está partiendo del supuesto que el censo está malo y eso no es cierto. El Censo está perfectamente bueno” y agrega que por tal motivo no requiere repetirlo, ya que “eso es irresponsable”.


El cuestionado ex director del Instituto Nacional de Estadísticas, Francisco Labbé, salió al paso de las conclusiones a las que llegó la Comisión Revisora del Censo 2012, no reconociendo una “expertise” a quienes elaboraron el lapidario documento que fue dado a conocer la semana pasada y que recomienda repetir la medición. En ese sentido, el cuestionado ejecutivo desestima motivos para pedir perdón como sí lo hizo el Presidente Sebastián Piñera y acusa un boicot “generado al interior del INE para infligir daño al gobierno”.

El informe de la Comisión Revisora fue duro, ya que en el se demuestran serios problemas en aspectos que son esenciales en este tipo de instrumento, lo que invalidan los resultados. Esto provocó una fuerte crítica en el gobierno hacia Labbé y cayó como como un balde de agua fría en el Ejecutivo que no esperaba que las conclusiones fueran tan adversas.

Ante lo ocurrido, el propio mandatario pidió perdón a todos los chilenos por los errores cometidos en el censo y, al mismo tiempo, anunció que el gobierno se asesorará por un organismo externo para tener una segunda opinión antes de realizar un nuevo censo, pero esta vez de hecho y no de derecho como el llevado a cabo el año pasado.

En entrevista que publica La Tercera, Labbé descarta hacer un mea culpa ante eventuales errores cometidos en el Censo 2012 y dice que el gobierno se equivoca si desestima los datos entregados por este instrumento y que si lo hace es para responder a razones políticas y no técnicas, ya que insiste en “que este es un censo impecable”.

Sobre las conclusiones a las que llegó la Comisión Revisora, el ex director del INE sostiene que jamás pensó que “su sesgo político fuera tan fuerte” y agrega que no le da validez técnica a los miembros que conformaron dicha instancia.

“No le reconozco a esta comisión expertise para realizar un trabajo como el que se le encomendó, ya que cuatro de sus miembros no tienen experiencia en procesos censales y el quinto sólo tiene experiencia teórica de censos de hecho. ¿Hay alguno de ellos que haya realizado un censo? Ninguno”, explica.

Y agrega que “Osvaldo Larrañaga es ingeniero comercial, tiene un doctoradio en Economía y sus temas son desigualdad, pobreza, educación y salud, y es esposo de María Olivia Recart, subsecretaria de Hacienda del gobierno de Bachelet. David Bravo, ingeniero comercial, máster en Economía, sus temas son economía laboral, educación, seguridad social y econometría. Ha trabajado en Microdatos, que son encuestas, que son muy distintas de un censo y fue asesor del Ministerio del Trabajo en el gobierno de Aylwin. Felipe Zamorano, economista, máster en Economía, temas de urbanismo, vivienda, construcción, antitrust y derecho de tráfico aéreo. Isabel Millán, ingeniero comercial, máster en administración pública, sus temas han sido asesorías parlamentarias y ahora último encuestas de empleo”.

Respecto a Magda Ruiz que pertenece al Celade, que es el órgano encargado de la conciliación censal, Labbé explica que es estadística y doctora en Demografía, siendo sus temas demografía y estudios, población e indicadores demográficos, estimaciones y proyecciones de población, especialista en mortalidad y salud, “pero jamás ha participado en el levantamiento de un censo”.

Por tal motivo, señala que el actual director del INE, Juan Eduardo Coeymans, se equivocó, al igual que el gobierno, en nombrar dicha comisión, ya que “son todos de izquierda los integrantes”.

Asimismo, pone en duda la ética y profesionalismo de los profesionales que integraron la comisión, afirmando que “David Bravo, por favor… El mínimo de ética era haber dicho: ‘yo no puedo participar en esta comisión, porque tengo conflicto de interés’. Porque él compite con el INE para hacer la Casen, que es la principal fuente de ingresos que tiene Microdatos”.

Respecto a las conclusiones a las que llegaron, Labbé las refuta, ya que la recomendación “no tiene sentido. Todo el informe está basado en un dato obsoleto y sobreestimado de omisión de 9,3%. La comisión toma la cifra de los efectivamente censados -15,7 millones-, se olvida de los moradores ausentes, cosa que en otros países no hacen, y la compara con un dato de población de Chile estimado el año 2012, con parámetros de 2002, de 17,4 millones. A mediados de 2011 pedí en el INE que hicieran un recálculo y ese dato ahora es 17,2 millones. Más aún, la omisión censal se calcula una vez que se hace el trabajo de conciliación con Celade, que demora como un año”.

Labbé también explica que el informe critica la calidad y validez de la información recogida “no es más que la guinda de la torta de un boicot solapado al Censo 2012, generado al interior del INE para infligir daño al gobierno. Se está partiendo del supuesto que el censo está malo y eso no es cierto. El Censo está perfectamente bueno. La base de datos está intacta y los datos son excelentes, con lo cual se puede usar por el público ya para concluir el proceso final de la estimación de la población de Chile, que realiza el INE con la asesoría de Celade”.

Por tal motivo, responde tajante en que no requiere repetir el censo, ya que “eso es irresponsable. Se propone hacer un censo simplificado en 17 meses más y hay que realizar un pre-censo, que toma un año. ¿De qué estamos hablando? Eso demuestra la absoluta ignorancia de lo que es un proceso censal, que toma por lo menos cuatro años y medio. Y critican esto que tomó más tiempo, y proponen algo donde la única diferencia es que el formulario es un poco más chico, pero igual hay que ir casa por casa”.

También responde a los cuestionamientos planteados por la comisión en orden a que una de las causas principales de los problemas fue la falta de tiempo y recursos para pasar de un censo de hecho a uno de derecho, descartando estos puntos y señala que “todas las personas con las cuales conversamos estuvieron de acuerdo en que era bueno hacer ese cambio. Al interior del INE nadie se opuso, nadie hizo un alcance que no había tiempo. Eso es falaz, eso no es cierto”.

Sobre la magnitud del cambio y las razones por las que no se hizo un piloto como lo recomienda la comisión y el propio Coeymans, explica que eso es “otra cosa teórica, que da cuenta que no entienden nada. No se requería piloto porque teníamos testeada buena parte de las etapas que requería este censo”.

También descarta que seguir adelante con el cambio de tipo de censo no fue un acto voluntarista, afirmando que se ha creado una imagen y “fueron sólo dos personas las que se opusieron: Marcela Cabezas -jefa de subdirección técnica, despedida en junio de 2012-, que después me enteré que había sido asesora de Ricardo Lagos en el segundo piso de La Moneda, y Andrés Bustamante -jefe del Departamento de Estudios Sociales, que sigue en el INE-, que fue vicepresidente de la Feuc por la zurda”.

Además, expone que el gobierno conocía las cifras sobre moradores ausentes y que les explicó que se imputaban y que en los países se presentaban se presentaban con todos esos datos, por lo que el Ejecutivo sabía que eran 15,7 millones los efectivamente censados y del orden de los 800 mil los estimados.

Labbé también responde a los cuestionamientos hechos por Mariana Alcérreca de que había engañado a Piñera y al ministro de Economía, Pablo Longueira. En ese sentido, sostiene que “mienta descaradamente y sistemáticamente”.

En cuanto a que la comisión lo exculpa de manipulación de datos, pero sí lo hace responsable de varios errores, Labbé admite haber incurrido en ciertos deslices, “pero no del tipo y magnitud que ahí se señala. Ellos están haciendo la comparación con el censo perfecto y eso no existe. ¿Cuáles son las críticas que han hecho? Todo está basado en que hay una gran omisión censal y ya lo descarté, y además dicen que en algunas comunas hay omisiones más grandes. Aquí tengo el censo de Inglaterra, donde en algunos condados hubo el 20% de omisión”.

Respecto al perdón que dio el mandatario a todos los chilenos por los errores cometidos en el censo, Labbé sostiene que no se ha equivocado por lo que no corresponde dar excusas “por algo que no he hecho”.

“Ya he dicho que los errores que yo pude haber cometido son mínimos, no de los que se está hablando, y obviamente no puedo pedir perdón por algo que no he hecho. Si lo que me están diciendo es que yo pida perdón porque la comisión dice que se debe hacer un nuevo censo, no. Porque eso es incorrecto. Ese es un informe absoluta y totalmente sesgado”, asevera.

También explica que si el censo es desechado y la pérdida de US$ 60 millones que implicó realizarlo, “hablaría muy mal de la política chilena” y agrega que “yo no me siento con ninguna responsabilidad en ello, de ningún tipo”.

Asimismo, Labbé desmiente a Piñera cuando señaló que le había pedido su renuncia al cargo de director del INE, afirmando que “nadie me pidió la renuncia, yo renuncié, por honestidad, para tratar de parar esto y que el INE no saliera perjudicado”.

Sobre lo que dijo Piñera luego de ser informado de los errores en el censo y que sintió molestia e indignación al igual que millones de chilenos, el cuestionado ex director precisa que “y qué quieren que dijera. Estas son decisiones políticas. Se toman decisiones de mínimo costo: este es desechable, sacrifiquemos a Labbé”.

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