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El estrepitoso fracaso del nuevo Libro de Clases Electrónico del Sence OTEC están obligadas a utilizarlo

El estrepitoso fracaso del nuevo Libro de Clases Electrónico del Sence

Dificultades para ingresar al sistema, cursos no ingresados e incluso problemas de seguridad que permiten acceder y editar información de la competencia, marcaron el inicio del nuevo sistema adjudicado, tras una cuestionada licitación, a Acepta.com, ligada a Sonda. Sistema que fue bautizado por los afectados como “el Transantiago de la Capacitación” y que complica al director del Sence desde diversos flancos, incluidos sus vínculos con la compañía que ha puesto de cabeza a los Organismos Técnicos de Capacitación.


“Error 503”. Con este mensaje, que anuncia una sobrecarga del servidor, se encontraron cientos de Organismos Técnicos de Capacitación (OTEC) que el pasado lunes 5 de agosto empezaron a utilizar obligatoriamente el nuevo sistema de Libro de Clases Electrónico (LCE) del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence).

No es el único problema que han tenido que enfrentar las OTEC tras la entrada en funcionamiento del LCE adjudicado en marzo pasado. Esto, luego de una cuestionada licitación a Acepta.com, vinculada a la empresa tecnológica Sonda, liderada por el empresario Andrés Navarro.

Entre otros contratiempos, que levantaron una avalancha de reclamos, e-mails y llamados telefónicos, los capacitadores se encontraron, entre otros, con que el sistema no reconoce al profesor de los cursos, que muchos de los libros electrónicos que permiten pasar la lista de participantes no han sido cargados al sistema, o que la conexión a la plataforma se hace imposible. Más complejo aún: según constató este medio existen problemas de seguridad que, por ejemplo, permiten cambiar información de la competencia.

[cita]El presidente de la Asociación de Organismos Técnicos de Capacitación de Chile (Asotec), Carlos Linares, detalla que “pensamos que el libro ha sido una implementación improvisada, no hubo una marcha blanca real, la supuesta capacitación fue una charla a la que podía asistir solo una persona por OTEC y más encima el 1 de agosto, cuatro días antes de que entrara a operar obligatoriamente el sistema, se liberó una nueva versión, completamente modificada, sin ninguna justificación ni explicación”.[/cita]

El nuevo sistema, que desde el principio enfrentó duros cuestionamientos de diversos actores, fue licitado a tres años con un monto total a entregar de hasta $ 1.200 millones, divididos en montos de $ 400 millones anuales y cuyo fin, según las bases publicadas en Chilecompra, es “facilitar el proceso de asistencia, la verificación de identidad y la revisión de los registros”.

Pero ha sucedido todo lo contrario. Tal como lo comenta en un correo electrónico el gerente general de una de las OTEC que intentaron usar la nueva herramienta biométrica,  “lamentablemente han sido días de mucha presión al tratar de usar el Libro Electrónico, por más que nos preparamos e intentamos que todo resultara como se nos ha solicitado, definitivamente no ha sido posible y el sistema ha sido un fracaso”.

Las omisiones del director del Sence

Durante la licitación del LEC, diversos oferentes, según señalaron a este medio, evaluaron las bases como confusas y poco precisas. Más tarde y tras la adjudicación del contrato a Acepta se encontraron con una sorpresa mayor: el director del Sence, Juan Bennett, anunciaba el 30 de abril a través de una carta que a partir del 1 de junio era obligatorio para las OTEC adherir al sistema.

Obligatoriedad que jamás fue aclarada durante el proceso, pese a que se consultó en varias ocasiones, lo que cambiaba radicalmente los alcances del negocio.

Tampoco ayudó el hecho de que la empresa beneficiada estuviera ligada a Sonda, compañía donde Bennett tiene una participación de casi 1%, y que en 2011 a través de la filial Transacciones Electrónicas S.A. adquirió el 51,1 % de Acepta.com. El otro 49,9 % lo tiene el empresario Jorge Claro, socio del CDF y ex presidente del Club Deportivo Universidad Católica (CDUC).

Este vínculo entre Bennett y Sonda no es menor, ya que su participación en Sonda, según su declaración de patrimonio, alcanza los US$ 10 millones, lo que representa dos tercios de su patrimonio personal, que asciende en total a unos US$ 15 millones en participaciones indirectas y directas. En cifras actualizadas, el 0,9 % de Sonda representa hoy unos US$ 25 millones, tomando en cuenta que la compañía ha más que duplicado su valor.

Además, el gerente general de Acepta, Pablo Izquierdo, tiene el mismo cargo en I-Med, también ligada a Sonda, y que junto a Autentia manejan las bases de datos con información de los usuarios de Isapres y Fonasa, entre otros, y a través de la cual se pueden obtener bonos electrónicos. Estos mismos datos son con los que Acepta.com abastece los huelleros del sistema implementado en Sence.

Otro nexo entre el director del Sence y Sonda es la empresa Orden S.A., adquirida por la compañía de Navarro en 2004, al propio Bennett, que era socio y gerente general.

Estos vínculos, que no fueron transparentados por el director del Sence, quien es muy cercano a la actual candidata presidencial y ex ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, quien lo habría instalado en el cargo, levantaron dudas en torno al proceso.

Los reparos también vinieron desde las OTEC, ya que el anuncio de la obligatoriedad para adherir al sistema, que implicaba el uso del Libro de Clases Electrónico para lo cual era necesario adquirir lectores de huella dactilar, cuyo costo individual es de unos US$ 100, daba apenas un mes de plazo.

Esto generó una serie de reclamos, que derivaron en que el Sence amplió el plazo al 5 de agosto. 

El “Transantiago” de la Capacitación

En vista de los masivos reclamos tras la entrada en operaciones del LEC, El Mostrador consultó al Sence sobre la situación.

La respuesta, una carta enviada en forma paralela a las OTEC el viernes 9 de agosto a las 16:36 de la tarde, señalaba que “al día de hoy la situación del Sistema Libro Electrónico de Clases, LCE, luego de los inconvenientes presentados los días lunes y martes de esta semana, está operando con normalidad, tras las dificultades propias del inicio de todo proceso de la envergadura del que hemos iniciado”.

Explicando que los problemas sufridos “tuvieron su origen en una falla en un “balanceador de servidores”, lo que produjo dificultades para quienes pretendían ingresar al sistema. Este inconveniente fue resuelto durante la noche del día martes y en la actualidad se encuentra funcionando con total normalidad”.

Pero según constató este medio los problemas continuaban.

A las 19:00 horas ingresamos al sistema con las claves de una OTEC que accedió a mostrar cómo la situación estaba lejos de haberse solucionado. Entre otras cosas, verificamos que muchos de los cursos que debían estar cargados  no lo estaban y, lo más sorprendente, que teníamos acceso como administrador a otro usuario que también trabaja con Sence: una universidad.

Esto no era nuevo. Según el gerente de la OTEC con la que revisamos la situación “hemos visto toda la semana graves problemas de seguridad: si entro con mi rut me aparece la Universidad Mayor: está el despelote en la base de datos. Y si entro más rato entro a Neuralis o a la Universidad de Chile. Los privilegios actuales están mal designados, la información que te entrega es de otros usuarios. Así que puedo entrar a editar datos, eliminar actividades o borrar operadores. Eso pasa desde el primer día”.

Hicimos la prueba y efectivamente era así: cambiamos el mail de una Universidad y borramos un operador de otra OTEC. Sin problemas.

La situación ha alcanzado tales dimensiones, que entre los organismos afectados hablan del “Transantiago de la Capacitación”, haciendo un símil con  la fallida implementación del software de gestión de flota en el transporte capitalino realizado por Sonda.

Además, un grupo de OTEC decidieron organizarse “cansados de la no respuesta de Sence y Acepta, que nos han impuesto un sistema de libro de clases electrónico que no funciona”.

El presidente de la Asociación de Organismos Técnicos de Capacitación de Chile (Asotec), Carlos Linares, detalla que “pensamos que el libro ha sido una implementación improvisada, no hubo una marcha blanca real, la supuesta capacitación fue una charla a la que podía asistir solo una persona por OTEC y más encima  el 1 de agosto, cuatro días antes de que entrara a operar obligatoriamente el sistema, se liberó una nueva versión, completamente modificada, sin ninguna justificación ni explicación”.

Linares recalca que “apoyamos plenamente el uso de la tecnología en el proceso de capacitación para resguardar los recursos fiscales. Pero esta tiene que ser incorporada con seriedad y respeto a todos los actores que participen en el sistema. Y en este caso no ha sido así”.

En vista de ello, están estudiando acciones legales y una serie de acciones: este lunes a partir de las 9:30 de la mañana, Asotec convocó a una reunión en el Hotel Gran Palace para ver los pasos a seguir. Luego planean entregar una carta al ministro del Trabajo, Juan Carlos Jobet, con los antecedentes del caso.  “Queremos pedirle que realice una auditoría al nuevo sistema y se implemente uno serio que no sea improvisado”, recalca Linares.

Mientras tanto, no está claro cómo seguirá operando el sistema que tiene de cabeza a los organismos de capacitación y que abre una serie de dudas en torno a la seguridad de los datos entregados.

CAMBIO DE MAIL OTEC

Estos son los datos originales ingresados por la Universidad Mayor al sistema del Sence a cargo de Acepta.com

 

CAMBIO MAIL OTEC2

Con la clave de otro operador El Mostrador cambió sin problemas el correo electrónico ingresado. Luego lo dejamos como estaba originalmente

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