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El mapa de doblajes de la Nueva Mayoría  y la estrategia política de Bachelet Los cálculos que se sacan tras inscripción de listas parlamentarias

El mapa de doblajes de la Nueva Mayoría y la estrategia política de Bachelet

Marcela Jiménez
Por : Marcela Jiménez Periodista de El Mostrador
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En la oposición no creen realmente que logren en una sola elección —ésta—, un rendimiento parlamentario en las urnas que permita romper los “supra-quórums”. Sin embargo, confiesan que la magnitud de la mayoría que obtengan va a determinar el tono y la forma con que se sentarán a buscar consensos con la derecha.


Casi desde el momento que se bajó del avión a finales de marzo, Michelle Bachelet ha puesto el acento en la necesidad de contar con un Congreso que respalde con votos las reformas que ha prometido para este segundo intento de llegar a La Moneda. Pero su llamado, la oferta de cambios profundos, la necesidad que realmente se concreten y el imperativo de la Nueva Mayoría de lograr varios doblajes de diputados y senadores chocan de frente con la rigidez del sistema binominal.

Salvo que alguna impugnación legal haga una mala pasada, lo cierto es que con las listas de candidatos a parlamentarios ya inscritas desde el lunes en el Servicio Electoral, los pronósticos se aterrizan bastantes.

No hay dos voces para reconocer que con el voto voluntario la incertidumbre es la regla que rige los pronósticos. Se puede decir, eso sí, que hay ciertas tendencias que deberían mantenerse, como que históricamente cerca del 80 % de los parlamentarios que se repostulan resultan electos y si consideramos que en promedio el 77 % del actual Parlamento estará nuevamente en la papeleta el 17 de noviembre, los márgenes para que se concreten doblajes ciertamente se reduce.

El analista de la UDP, Claudio Fuentes, recuerda un antecedente no menor: “El mejor momento de la Concertación fue el año 1989 y logró 11 doblajes, nunca pudo repetirlo y la segunda vez que más se acercó, fue precisamente el año 2005, cuando también fue Bachelet de candidata presidencial, donde logró cinco doblajes de diputados y uno de senadores”.

No es casual entonces que con este segundo intento de Bachelet por llegar a La Moneda, los pronósticos coqueteen con —al menos— repetir ese rendimiento, que le dio una mayoría relativa en la primera fase de su gobierno, pero que se diluyó con el desmembramiento de la Concertación.

En la Nueva Mayoría coinciden que entre 12 a 14 distritos de diputados hay condiciones de doblar a la derecha, pero que hablando con realismo, se concretarían entre cuatro a seis, opciones que oscilan entre Illapel, Coquimbo, El Bosque, Curicó, Talagante, Talcahuano, La Granja, Constitución y San Fernando, donde a pesar que Alejandra Sepúlveda no va en el pacto de la NM, se cumple con ella el objetivo de quitar un escaño a la derecha.

[cita]“La fuerza social cumple un rol, que es la presión, ya que los cambios no son sólo potestad de la Presidencia”, recalcan en la NM. Para sellar efectivamente esa triada, son fundamentales algunos rostros que contribuyen a generar redes y cercanía con el movimiento social: Giorgio Jackson, Camila Vallejo, Cristián Cuevas, Iván Fuentes, todos nombres que postulan a la Cámara de Diputados y que son el rostro público de dicho movimiento, que ha marcado la agenda durante estos tres años y medios de gobierno de Sebastián Piñera. [/cita]

En términos de senadores hay coincidencia en que la dificultad es todavía mayor que en diputados. Sin embargo, la división
—dice Fuentes— efectivamente hace posible la opción de doblaje.

En todos los pronósticos, en todos los cálculos, en todos los análisis se menciona como la primera opción la Región de Antofagasta —con Alejandro Guiller y Pedro Araya— como la posibilidad cierta de un doblaje senatorial. Ahí postula el ex ministro Luciano Cruz-Coke acompañado del UDI, Manuel Rojas (hoy diputado), pero el problema que enfrentan es que fuera del pacto de la Alianza, se inscribió el senador independiente Carlos Cantero (ex RN).

La segunda opción a nivel senatorial es la Región de Magallanes. La NM postula a Carolina Goic (DC) y Pedro Muñoz (PS) y la derecha llegará a noviembre dividida, ya que la Alianza inscribió a Miodrag Marinovic y Francisco Berger, pero por fuera les compite Carlos Bianchi, que se repostuló.

La lista se completa con la Cuarta Región y la de Los Lagos, donde no existen las certezas que en Antofagasta, aunque sí un escenario que ven como favorable.

LA TRIADA

“Para efectivamente lograr las reformas que están en el debate público, que son cambios a Leyes Orgánicas Constitucionales que requieren un quórum de 4/7, se necesita que existan 12 doblajes en diputados y 4 en senadores. Con eso, no se necesita negociar con la derecha en el Congreso, pero llegar a eso hoy es difícil”, recalca Fuentes.

Por eso, Bachelet remarca cada vez que puede la importancia de doblar en las parlamentarias, porque sabe que si no, tendrá que ceder terreno ante la derecha para sacar adelante, al menos, parte de las reformas.

En la derecha ha imperado un cierto nerviosismo por los números que arrojan las encuestas, los pronósticos, porque sus cálculos coinciden con los que hace la oposición y luego de la mala performance que tuvieron en las urnas para las municipales de octubre, el temor es precisamente que la NM llegue a coquetear o acercarse más al umbral de los 4/7.

Según Fuentes, ese nerviosismo se alimentó cuando en las primarias la Nueva Mayoría movilizó más de dos millones de personas a las urnas, porque esa fue una señal concreta que la gente quiere cambios.

En la Nueva Mayoría no creen realmente que logren en una sola elección —ésta—, un rendimiento parlamentario en las urnas que permita romper los “supra-quórums”. Sin embargo, confiesan que la magnitud de la mayoría que obtengan va a determinar el tono y la forma con que se sentarán a buscar consensos con la derecha.

Mientras sea mayoría, sirve, pues es sí o sí “un buen respaldo”. Apuestan como estrategia a aplicar una triada que permita compensar la fuerza parlamentaria que falte para llevar adelante el programa. “La Presidenta, un Parlamento con una mayoría y el movimiento social, porque los cambios en el próximo período se van a desarrollar desde el impulso de la presidencia, con el apoyo del Congreso y la fuerza del movimiento social que los apoye”, recalcan puntualmente desde el PS.

La presión y papel del movimiento social, será la clave, algo con lo que concuerdan a nivel de analistas. “Con un criterio realista, Bachelet tendrá una mayoría, pero todo apunta hacia una nueva política de los consensos. Por eso, la Nueva Mayoría deberá hacer una estrategia para administrar su poder, hacer los consensos con un debate público,  involucrar a la ciudadanía, precisamente para que ésta ejerza presión”, explica Claudio Fuentes.

Misma visión que hay en la coalición opositora. “La fuerza social cumple un rol, que es la presión, ya que los cambios no son solo potestad de la presidencia”, recalcan en la NM.

Para sellar efectivamente esa triada, son fundamentales algunos rostros que contribuyan a generar redes y cercanía con el movimiento social: Giorgio Jackson, Camila Vallejo, Cristián Cuevas, Iván Fuentes, todos nombres que postulan a la Cámara de Diputados y que son el rostro público de dicho movimiento, que ha marcado la agenda durante estos tres años y medios de gobierno de Sebastián Piñera.

Todo el discurso reformista, por una parte y la instalación de estos temas desde la calle, desde la movilización social ha generado un nivel de expectativas, que será un elemento que, de llegar otra vez a La Moneda, Bachelet no podrá obviar y tendrá que saber administrar. “El nivel de expectativas de los cambios que se harán en un próximo gobierno es alto, el punto es cómo manejarla, hay que poner el acento en que es imposible hacer todo en solo cuatro años, en un solo período”, dicen en la NM.

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