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Garretón hace mea culpa por errores del pasado y dice que la violencia “fue culpa de todos” Agrega que pedir perdón es algo “demasiado fácil”

Garretón hace mea culpa por errores del pasado y dice que la violencia “fue culpa de todos”

“Los católicos confiesan sus pecados a cada rato para volver a cometer los mismos interminablemente. Lo que vale es que el resto pueda comprobar que uno defiende sus principios, pero da muestras claras de no repetir sus errores. La izquierda socialista ha actuado así. Pero en cambio aún hay defensores de los crímenes de la dictadura y falta de información sobre detenidos desaparecidos”, explica quien fuera subsecretario de Salvador Allende.


Quien fuera subsecretario de Salvador Allende y líder de una de las facciones más “duras” de la UP, Oscar Guillermo Garretón, hace un mea culpa del gobierno del que fue parte y que llevó al  Golpe Militar aquel 11 de septiembre de 1973, otorgando responsabilidades políticas de todos los partidos políticos tanto de aquellos que integraban la Unidad Popular como aquellos que eran opositores, ya que “en ambos bandos se evaluó la vía armada para resolver la crisis política”. En cuanto al perdón sostiene que hay algunos que han tomado como lección lo ocurrido para no repetir los errores como es la izquierda socialista, pero en cambio “aún hay defensores de los crímenes de la dictadura y falta de información sobre detenidos y desaparecidos”.

En entrevista con El Mercurio, Garretón sostiene que el pedir perdón es “demasiado fácil”, afirmando que “los católicos confiesan sus pecados a cada rato para volver a cometer los mismos interminablemente. Lo que vale es que el resto pueda comprobar que uno defiende sus principios, pero da muestras claras de no repetir sus errores. La izquierda socialista ha actuado así. Pero en cambio aún hay defensores de los crímenes de la dictadura y falta de información sobre detenidos desaparecidos”.

El ex ministro de Allende también señala que el daño mayor que hizo el MAPU a la UP fue su división, “no por la magnitud de sus fuerzas, sino porque abrió un abismo en la confianza mutua entre las fuerzas de la UP, y especialmente entre el PC y el PS. En marzo de 1973 no solo de imponen en la oposición una hegemonía golpista, sino que cristaliza una trizadura irrecuperable dentro de la UP; y lo digo con dolor, no con rencor”.

Y admite que en el clima de crispación y violencia de ese entonces “todos fuimos responsables” y algunos más que otros y “yo tenía más responsabilidades que otros. Mal que mal, la economía fue el centro de la batalla política. Quizás por eso, siendo consecuente con lo que decía antes sobre el perdón, todos estos años he buscado construir puentes donde antes los cortaba, de ayudar a la convivencia y no a la confrontación, de autorizarme transversalidad en mis afectos. Siento que gano si puedo convivir con alguien que entonces hubiera justificado mi muerte”.

Asimismo Garretón se refiere a la participación de la DC en el Golpe, mencionando que la votación sacada por la UP en las parlamentarias de 1973 sepultó el propósito de derrocar a Allande, por lo que “entonces las bases DC radicalizadas por la crisis económica y el asesinato de Pérez Zujovic contribuyeron a subordinar su partido a los partidarios del Golpe. La derecha y el gobierno norteamericano se propusieron soliviantar a las FF.AA., la UP se dividió, y parte de ella optó por una visión insurreccional, mientras el MIR, que menospreciaba a la UP, se preparaba para encabezar la lucha armada luego de la derrota de ésta”, agregando que “Allende, siempre escéptico de la viabilidad de la lucha armada en Chile, intentó comprometer a las FF.AA. en un rol moderador, pero la realidad hizo esto ilusorio. Quizás un plebiscito habría dado una salida institucional si hubiera sido convocado inmediatamente después de las parlamentarias de marzo de 1973, pero en septiembre ya no fue viable. Gran parte de la sociedad chilena había dejado de confiar en las instituciones democráticas como camino para sus proyectos. Dentro de ambos bandos se evaluó la vía armada para resolver la crisis política”

Sobre la arrogación de la izquierda de ser víctimas de la represión en el gobierno militar, Garretón explica que “no es que la izquierda lo eligió; lo fue. Basta recolectar la lista de asesinados, desaparecidos, exiliados, torturados y presos. También, la intervención desestabilizadora del gobierno norteamericano está reconocida en las memorias de Kissinger. La responsabilidad por esas víctimas de la dictadura, sus agentes represivos, sus apoyos y quienes legitimaron esos crímenes. Sin embargo, el hecho de ser víctimas no exime la responsabilidad que todos tuvimos en el clima de violencia que se creó y del cual muy pocos pueden decir que se excluyeron. Las víctimas son culpa de la dictadura, si bien la violencia fue culpa de todos”.

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